Forestello se sumó a la lista de entrenadores que ganaron en su presentación oficial

“Técnico que debuta gana”, reza un viejo axioma futbolero, que en San Martín se cumple regularmente desde hace algunos años. Los primeros pasos vienen siendo felices para los últimos entrenadores “santos”. De local o visitante se las ingenian para dar en la tecla. Así por lo menos sucedió en los últimos tres casos. Y si la racha se extiene hasta 2012, cuando no ganó al menos empató.

Rubén Forestello cumplió con la premisa de dejar los tres puntos en casa, la primera vez que se sentó en el banco local de La Ciudadela. Antes, Diego Cagna también había cantado victoria en su debut. Fue 2-1, en Santiago del Estero, contra Atlético Güemes por el Federal A. En aquel partido, el “Santo” despertó de su letargo tras un arranque con dudas y cimentó la campaña que lo llevó al ascenso a la B Nacional.

Pero ellos no son los únicos. Sebastián Pena también se anotó en esa lista. De local venció 3-0 a Gimnasia y Tiro, de Salta, también por el Federal A.

Y eso no es todo. La primera vez nunca es mala para los entrenadores “santos”, por lo menos de un tiempo a esta parte. Para encontrar un técnico que perdió en su debut hay que remontarse a Miguel Amaya. En Misiones, su equipo cayó 2 a 0 contra Crucero del Norte, en la primera fecha de la fase final del Argentino A 2012/13.

Otro al que no le fue bien en el arranque fue a Pedro Monzón, en la temporada 2010/11 de la B Nacional. “Moncho” asumió en Corrientes, cayó 2 a 0 y de entrada acumuló tres derrotas en fila que sentenciaron el descenso “santo”.

Ansiedad

Forestello cumplió con lo que parece una fija desde la asunción de Carlos Ramacciotti, a mediados de 2013: no caer en la primera cita. “Era importante ganar para demostrar que se puede en casa. Había mucha ansiedad, pero el equipo pudo sobreponerse a eso y cumplió una muy buena actuación. Estoy muy feliz por eso”, aseguró “Yagui”, que se fue sonriente en su primera salida de La Ciudadela. Eso sí, ahora debe ratificar que el equipo va por el buen camino y que meterse de lleno en la lucha por el ascenso a Primera es posible.