Cartas de lectores
06 Febrero 2018

Síntomas inequívocos

Todas las mañanas (los días que trabajan), abren sus puertas y se pone en dinámica éste deleznable edificio “del ninguneo”. Desde varias horas antes, rostros angustiados por necesidades básicas insatisfechas, con inconfundibles rictus de hambre del dolor devenido de carencias, esas que nuestro Presidente declama como la alegría devenida de su “justicia social”. Ese lugar es la Anses; en sus puertas se forman colas interminables; casi seguro con sus estómagos vacíos y sus almas clamando por unos pesos, que por no perder su malsana costumbre generan estos vacíos de impostergables dilaciones, tardan más de lo necesario en llegar. Ese “maldito templo” donde reinan irrazonables incongruencias. Un solo ejemplo: me jubilé como Tesorero de segunda de un banco de primera línea; percibo $ 9.400 por mes. Por medio de la Reparación Histórica me ofrecen llevar lo que percibo a $ 20.000, mientras que jubilados que se retiraron sin ascensos hoy cobran, sin reclamos, $ 35.000. Estas salvajadas hablan de la incapacidad e injusticia a la hora de calcular. Esta historia no es solo mía, somos demasiados en mis condiciones. Los que deciden sobre los viejos jubilados bajen de sus pedestales y resuelvan como hombres capaces y morales; nosotros también venimos del campo, aunque no seamos terratenientes. Somos argentinos y exigimos un trato urgente y justo. Por nuestra edad, esperar es una condena. A ver si la prensa se da una vueltita por calle 25 de Mayo, desde Córdoba hasta ..., y con los comentarios de quienes hacen colas tendrán acceso a la más cruel de las realidades, y así comprenderán por qué los viejos tenemos la mirada larga y triste.

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Héctor Leonardo Bravo

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VILLA NOUGUÉS: Animales sueltos

El sábado pasado, alrededor de las 11, una tropilla de caballos sueltos, apareció al galope por una curva de un camino de Villa Nougués, a la altura de “la represa”, atropellando en su desenfrenada carrera 
-aunque parezca increíble- a dos de mis hermanos que habían salido a caminar como lo hacemos a diario cualquiera de los veraneantes o habitantes de la Villa. Ambos están internados con quebraduras muy serias. Pero al margen de eso, esto pudo haber sido una tragedia si un auto circulaba en ese momento o si hubiese habido niños en el camino. Ruego a los que tengan animales sueltos que tomen conciencia de lo que este accidente pudo ser, y a las autoridades correspondientes que actúen y controlen los caminos y rutas, ya que las villas veraniegas están llenas de gente y de turistas y antes de que haya que lamentar alguna muerte por un caballo o vaca que se cruza en el camino.

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Celmira Paz

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CAJEROS DIGITALES

Resulta redundante hablar de las quejas de quienes tienen que soportar, cotidianamente, irritantes colas para acceder a un cajero automático en la mayoría de los bancos. Como si estas molestias fueran pocas, queda por agregar lo frustrante que resulta que los fines de semana se torne difícil, cuando no imposible, encontrar que el único cajero que funciona con acceso público está sin dinero. Para colmo, aún con toda la tecnología de que hacen gala, el cajero no avisa en su pantalla que no tiene dinero. Por lo tanto, una persona debe ingresar su tarjeta y completar las opciones que se necesitan para retirar dinero. Sin embargo, al completar su recorrido, se da con la sorpresa de que el cajero le devuelve su tarjeta sin explicación alguna. Si acaso uno tiene suerte, el cajero avisará en su pantalla que no tiene dinero. Ante tanta desconsideración por parte de los bancos, preocupa pensar lo que pasará en un futuro cercano cuando el “sistema” obligue a todas las personas a que se manejen únicamente con el celular para toda clase de transacciones. Con tanta tecnología, el futuro se hace cada día más incierto, impredecible y preocupante. Ya tenemos autos que se manejan solos pero chocan. Sin embargo, el Nuevo Orden Mundial insistirá con su soberbia para establecer flotas de taxis sin chofer, trenes robotizados, helicópteros y aviones que vuelen sin pilotos.

Humberto Hugo D’Andrea

DNI. 7.085.201


Sirena de La Madrid

En mi condición de ambientalista integrante de Conciencia Ambiental Tucumán, leyendo la columna de opinión de LA GACETA a cargo de Roberto Delgado -muy buena por cierto-, sobra la instalación de una sirena para alertar la posible crecida del Río Marapa, en La Madrid, sinceramente nos resultó auspicioso; algo se ha hecho, nos taparon la boca. Importante avance. Pero, lamentablemente, la sirena no detendrá la fuerza descomunal de las aguas que, año tras año, se vuelven más furiosas. Es solamente de prevención, pero algo es algo, luego de años que estos vecinos sufren la catástrofe de perderlo todo bajo las aguas. Esto es simple y sencillamente como darle un caramelo a un niño para que se calle luego que se golpea. Siempre lo dijimos y lo seguiremos diciendo: la solución a este tema no es una sirena, es un parche en una pileta con miles de agujeros. La solución es tomar la “decisión política” de hacer algo; mientras tanto, los políticos siguen peleándose y vendiendo humo en la televisión con la construcción del dique; ya nadie les cree. Es más fácil culparse unos a otros, que juntarse y hacer algo por la gente. Sabemos que en el sur hay desvíos de ríos para campos privados, realizan canales profundos y pelan la tierra a más no poder. Un político reconocido de la zona, en una alta función y grandes responsabilidades, sería parte de este desastre ambiental. Lo estamos averiguando, y lo haremos público cuando se confirme para que se haga cargo de lo que le correspondiese reparar. También sabemos que luego de cada inundación aparecen los “buitres” a querer comprar las tierras totalmente devaluadas a $ 2/hectárea. ¿Hasta eso se puede llegar? Qué pobreza moral de gente rica, que aprovecha la desgracia de los que menos tienen. Dijo Don Atahualpa Yupanqui en una de sus reconocidas canciones: “Le tengo rabia al silencio por todo lo que perdí. Que no se quede callado quien quiera vivir feliz”.

Pedro Martínez

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UNA CELEBRIDAD

El siguiente relato fue extraído de “Las mejores anécdotas del tango”, de Héctor Ángel Benedetti. A Luis Rubistein (1908-1954), autor de recordados tangos, se le calculaban unas 1.200 obras a mediados de los años ‘30. Hacia esa época solía frecuentar un café del centro y de más está decir que era un personaje popular y, como tal, el pobre era la visitada víctima de impertinentes. Para esta gente debía de ser muy importante codearse con Luis. Así lo interpretó un individuo, cholulo aún antes de inventarse esta palabra y no había diplomacia capaz de alejarlo. A toda costa, este sujeto quería llevarlo a su hogar, donde la familia -según él- estaba ansiosa por conocerlo y todos se pondrían muy felices de contar con la grata presencia de tan afamado poeta. Luis rechazó, cortés, la primera invitación. Para la segunda también ideó cualquier pretexto. A la tercera comprendió que sólo podría librarse del martirio yendo a cenar de una vez por todas. Resignado, Luis aceptó y se dejó conducir. Nadie los estaba esperando en la puerta. Abrieron la cancela, cruzaron el zaguán y desembocaron en el primer patio. Allí estaba un italiano, tomando el fresco y fumando su pipa. Era el padre del cargoso. “Papá, te presento a Luis Rubistein, el gran compositor, viene a cenar con nosotros”. El italiano no tenía ni la menor idea de quién era Luis Rubistein. Lo miró con un desprecio inmejorable y le dijo sarcásticamente: “¿Qué queré? ¿Manyare?”. Y dándose vuelta le gritó al hijo: “¡Figlio d’un cane; todavía que no trabacá e te mantenemo, traé a otro atorrante a manyar a casa!”.

Luis Salvador Gallucci

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El megadecreto de Macri

El polémico megadecreto de necesidad y urgencia de “Desburocratización y Simplificación del Estado”, sería discutido por la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. El DNU ya fue remitido al Congreso por el Poder Ejecutivo; tiene unas 400 fojas y modifica normativas en áreas como el transporte, la actividad portuaria y la aviación civil, hasta cambios en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que administra la Anses. El massismo y el kirchnerismo impugnaron el decreto ante la Justicia, denunciando la inconstitucionalidad de la medida y a Mauricio Macri y a su gabinete por abuso de autoridad. En el radicalismo advierten que difícilmente el oficialismo consiga la mayoría en ambas cámaras del Congreso para defender la iniciativa. Un legislador de Cambiemos opinó que “una posibilidad sería que el Gobierno desdoble el megadecreto en dos o tres proyectos de ley, y que las cuestiones burocráticas o administrativas contenidas en el DNU se canalicen vía resolución o decretos simples”. La Coalición Cívica también está en contra: “nunca avalamos los DNU; no estamos de acuerdo con la herramienta”. Los puntos más cuestionados son la modificación de la ley de inembargabilidad de la cuenta sueldo y la autorización para que la Anses pueda operar con mayor margen en el mercado financiero. El problema no pasa tanto por la validez constitucional o no del megadecreto, sino por conseguir la mayoría para defenderlo en ambas cámaras: no hay garantías de sostener la propuesta en el Congreso. De todas maneras, el oficialismo, para preservar la vigencia del proyecto, postergaría sin fecha su tratamiento en ambos recintos y así esquivar el rechazo de la oposición. Se ampararía en la ley que sancionó el kirchnerismo (2006), que evitó incluir plazos para el debate de los DNU en las cámaras.

Julio Argentino Gómez

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