Veranear en la plaza: divertido y para todos los bolsillos

Veranear en la plaza: divertido y para todos los bolsillos

El programa del municipio capitalino se extenderá todos los martes y jueves, hasta el 13 de febrero. Hoy estará en la plaza Güemes (Chacabuco al 1.500), de 19 a 22. Hay juegos para los chicos, actividades recreativas y culturales, gastronomía, profesores de baile y mucho más.

Veranear en la plaza: divertido y para todos los bolsillos
11 Enero 2018

La alegría y la energía del verano se sienten en la Plaza de la Fundación, ubicada junto al parque Avellaneda y frente al Monumento del Bicentenario. Hay familias sentadas en el pasto tomando mate y chicos que corren de un lado a otro por los distintos stands de juegos, emocionados hasta que les toca su turno. Sobresalen las figuras de cartón de personajes infantiles y los banderines -azules, verdes y blancos- que decoran el espacio. Es como un parque de diversiones, con juegos de pelota, dardos, aros y actividades de dibujo y lectura; sumados a los puestos de comida dulce y salada y a una feria de artesanías para recorrer y comprar. En el fondo, como si fuese otra atracción, un animador conduce los shows de baile y da instrucciones al público que sigue los movimientos de los profesores. Ese fue el clima que transmitió el lanzamiento del programa municipal Verano en tu Ciudad, en el que diferentes plazas se convierten, los martes y jueves, en un espacio de encuentro para la familia.

Al ser un programa itinerante, que recorre de enero a febrero diferentes espacios verdes de San Miguel de Tucumán, nadie queda fuera de la propuesta. “Es un evento para que venga la familia. Hay actividades pensadas para que todos disfruten la experiencia”, comenta Norma Torossi, subdirectora de Cultura y Deportes del municipio. El objetivo -explica- es generar un lugar de encuentro entre vecinos y permitir de manera gratuita la recreación de los niños en esta época de vacaciones cuando, por diferentes razones, muchas familias se quedan en sus hogares. Es así como mientras las madres bailan zumba o descansan en los bancos de cemento, los chicos se entretienen jugando al aire libre; las risas que se escuchan de fondo entre la música lo demuestran.

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La convocatoria va tomando forma mientras la plaza se renueva constantemente de pequeños nuevos visitantes ansiosos por jugar. En el puesto de básquet, Valentín, de 7 años, es el primero de la fila que acierta los tres tiros y, como recompensa, toma un montón de caramelos de la bolsa que le acerca Carolina Brito, encargada del juego. “Soy invencible”, le grita a su mamá mientras muestra los músculos y pasa al siguiente puesto. “A los chicos les encantan las competencias con pelotas. Se van chochos, para algunos esta es la única oportunidad de jugar fuera de su casa”, cuenta Carolina.

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Por supuesto, los dulces como premio no podían faltar. En algunos juegos los concursantes reciben golosinas de todo tipo (chupetines, caramelos, gomitas), pero en otros se llevan bolsitas de papel con actividades didácticas y útiles escolares, como reglas y lápices. Los organizadores detallan que la selección de juegos fue adaptándose según la convocatoria y para la próxima fecha se incluirá el stand Cultura para la Paz. Se trata de un espacio para trabajar con ideas que fomenten acciones en torno a la amistad, al concepto de compartir y a la no violencia, por medio de cuentos, crucigramas, sopas de letras y dibujos.

Opciones hay para todos los gustos y la Biblioteca Móvil, pese a la cantidad de actividades dinámicas, es uno de los lugares más visitados. El interior del carro de metal está lleno de libros infantiles: historias clásicas, leyendas, libros ilustrados de curiosidades y revistas Billiken. Agustina, de 6 años, corre con el cuento de “La Cenicienta” bajo el brazo hasta una mesa azul y le pide a la encargada que lo lea en voz alta; se sienta en una alfombra amarilla y escucha atentamente. Al final, termina llevándose el libro a su casa para releerlo en familia. En la mesa de al lado, María Lucía Gagliardi y Mariela Martínez, encargadas de las actividades de dibujo, reparten fotocopias en blanco y negro con imágenes de los Reyes Magos, Papá Noel, personajes de Disney y animales, mientras los chicos sacan de unos vasos de colores lápices y fibras.

Pero no todo es ejercicio y esparcimiento. Para disfrutar por completo de la tarde, el sector de alimentos también es fundamental, sobre todo cuando comienzan a correr las horas. Para eso están los puestos de Gastronomía para Llevar. Elena Acuña, vendedora de comida árabe, da su punto de vista sobre el lanzamiento de esta iniciativa. “El concepto de jugar al aire libre me parece fabuloso. La juventud tiene que realizar actividades sanas. Por lo general las familias se sientan a comer en el pasto y traen sus propias bebidas. Además, están las clases de gimnasia. Así que comen y después queman las calorías; todo en el mismo lugar”, señala Elena.

De postre, si todavía queda espacio después de probar tacos mexicanos o delicias árabes, un puesto de repostería compartido por Fátima Aranda y Gabriela Franco es el broche de oro. “A la noche -apunta Fátima- la gente trae el mate y aprovecha que baja la temperatura. Nosotras ponemos las cosas dulces como tartas, bombas de crema y budines”.


El momento de bailar

Las luces rojas y azules iluminan el escenario a medida que se hace de noche. Son las 21.30 pero los profesores de baile no se detienen. Algunas mujeres ya cansadas toman agua y se preparan para continuar con la siguiente canción. En el escenario, los instructores van cambiando según el ritmo y cuando suena “Menea la cadera” todos forman un trencito mientras retroceden y avanzan riendo.

Entre ellas se destaca Pablo Durano, de 56 años, el único hombre a la vista, quien le comenta a su esposa que después piensa comer sin culpa. En un momento, la música se corta para dar paso al sorteo de premios, como indumentaria y carnet de socios para disfrutar de la pileta del complejo Ledesma.

La urna sube al escenario y tras revolver los números Alejandra Toscano, vecina de la plazoleta Mitre, es una de las ganadoras. “Es una buena manera de ejercitarse. Te beneficia física y emocionalmente, porque te sacás el estrés. Uno se relaja y se distiende de las inquietudes del día a día”, afirm emocionada. Y con el premio en la mano.


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