“Tostao” lleva a su familia en el corazón

“Tostao” lleva a su familia en el corazón

El ganador del premio LA GACETA de 2013 cuenta cómo es él lejos de las canchas de rugby.

HOY. Matías (parado, segundo desde la derecha), con familia, novia y amigos. Imagen enviada por Matías Orlando HOY. Matías (parado, segundo desde la derecha), con familia, novia y amigos. Imagen enviada por Matías Orlando
08 Enero 2018

“Sería perfecto estar todo enero en Las Estancias con mi familia, novia y amigos, porque años atrás lo disfruté mucho. Hoy, por diferentes motivos, no lo puedo hacer y me gustaría repetirlo alguna vez.” Deseo y alegría trasuntan las palabras de Matías Orlando al recordar momentos pasados. El concepcionense, ganador del premio de LA GACETA al Mejor Deportista 2013, se encuentra por estos días entrenando con Los Jaguares en Buenos Aires.

Matías, al igual que lo hacía desde niño, disfruta de todo lo que hace, sin importar el ámbito. Asegura que el éxito para él, únicamente es la satisfacción de hacer lo que le gusta. Al preguntarle sobre qué soñaba ser de grande, no respondió “médico, ingeniero o bombero”, sino que su respuesta fue contundente: “como mi papá”. Es que en todo momento quiso seguir sus pasos, sin importar el lugar donde se encontraran; en él halló un ejemplo a seguir en su casa, en el club y en el trabajo (XX).

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Al talento de Orlando no lo definen los resultados que obtiene, sino la dedicación y el interés que le pone a cada actividad que emprende. “Cuando tengo algo en mente busco hacer todo para conseguirlo y, de no lograrlo, al menos me queda la satisfacción de haber hecho mi mejor esfuerzo.”

Ser profesional implica resignar muchas cosas: la posibilidad de convertirse en agrónomo quedo truncada, además de haber perdido vacaciones, fiestas, casamientos y eventos en que los no pudo estar junto a las personas que ama. Esto lo llevó a disfrutar más intensamente de cada momento libre que se le presenta.

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Cada segundo libre se lo dedica a su familia y a sus amigos; busca rodearse de sus afectos y de su amor. Orlando sabe que sus logros y su actualidad son una consecuencia y una construcción a la que sólo podía llegar con la compañía, la fuerza y el afecto de las personas que lo rodean. Una pequeña parte de ese tiempo libre sigue ligada a su pasión, el rugby. Matías es de mirar videos de partidos anteriores con el objetivo de encontrar elementos sobre los que pueda trabajar y mejorar.

Nobles anglosajones que enfrentan a vikingos invasores captan la atención de Matías, fiel espectador de la serie “The Last Kingdom”. Los canales deportivos son paradas obligatorias cada vez que hacen zapping en su televisor.

El buen presente que tiene le permite proyectarse en el tiempo. Al ser consultado sobre su propia familia en un futuro, Orlando asegura que sus hijos tendrían la posibilidad de elegir seguir los caminos que deseen. No habría un legado establecido, sin embargo, sería bienvenido si eligen el rugby. Pero para él, lo importante es que ellos puedan “hacer un camino y disfrutarlo”.

El ser un deportista destacado no lo aleja de los deseos que puede tener cualquiera. Después de todo, es un joven que disfruta cada instante junto a su familia y sus amigos, que tiene el deseo de conocer nuevos lugares y pasar allí un tiempo, largo o corto, solo lo sabe él. Dentro suyo intuye que, sea lo que sea, lo que le depare su futuro, tiene en su corazón y en su alma volver a Concepción, la ciudad del sur que lo vio crecer.

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