El colesterol “malo” parece ser más peligroso de lo que se pensaba

El colesterol “malo” parece ser más peligroso de lo que se pensaba

Detectan ateroesclerosis precoz en personas sin factores de riesgo. ¿Bajar los niveles máximos?

El colesterol “malo” parece ser más peligroso de lo que se pensaba
03 Enero 2018

El “ogro” del colesterol malo (técnicamente llamado colesterol LDL) parece ser peor de lo que se creía. Un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), de España, y publicado en el Journal of the American College of Cardiology, indica que, incluso en valores considerados hasta ahora normales, puede vincularse con aterosclerosis temprana en personas que están aparentemente sanas y que no tienen factores de riesgo cardiovasculares. Pero hay una buena noticia: afortunadamente, es posible actuar para prevenir sus maldades.

Aparentemente sanos

“Dadas las evidencias necesitamos definir nuevos marcadores de aterosclerosis precoz en estos individuos aparentemente sanos”, señaló Leticia Fernández-Friera, primera autora de este estudio, según publica abc.es/salud. Para la investigación, bautizada PESA (Progresión de Aterosclerosis Subclínica Precoz) fueron evaluados 1.779 individuos que no presentaban factores de riesgo, con el objetivo de definir predictores de aterosclerosis subclínica. Se tuvieron en cuenta diversos parámetros biométricos, analíticos y de estilo de vida para definir su relación con la presencia de aterosclerosis en las arterias, y los resultados demuestran que el más destacable, además de la edad y el sexo masculino, es el colesterol LDL. “Incluso en individuos con niveles óptimos de tensión arterial, glucosa y colesterol total, se ha observado una asociación independiente entre el aumento del colesterol LDL en sangre, y la presencia y la extensión de la aterosclerosis subclínica”, afirmó Javier Sanz. Las placas fueron encontradas (usando tecnología de diagnóstico vascular por imagen no invasiva) en múltiples territorios vasculares: carótidas, aorta, arterias ilíacas y femorales, y coronarias, y, según Fernández-Friera, aparecen en un 50% de los individuos de edad media (40-54 años de edad) que no presentan factores de riesgo cardiovascular.

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¿Qué sería lo normal?

Según la clasificación del National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel, se considera patológico un LDL-C de 160 mg/dl, y el límite se sitúa en valores de 130-160 mg/dl. Pero los resultados de esta investigación están haciendo que los científicos se replanteen el límite, y pueden tener importantes implicaciones sociales y clínicas.

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De todas formas, advierten los autores, el mayor impacto y las certezas aparecerán a largo plazo, en unos 15 o 20 años. “Lo sabremos cuando seamos capaces de asociar los hallazgos iniciales de este estudio con la evolución clínica de sus participantes”, resaltaron. “De todas formas, deberíamos ser más restrictivos y quizá plantearnos bajar los puntos de corte”, sostuvieron Valentín Fuster y Borja Ibáñez, del CNIC. Subrayaron que lo más frecuente es detectar la enfermedad aterosclerótica en estadios avanzados, cuando ya ha provocado eventos clínicos como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular u otros.

El tratamiento de estas patologías cuando ya ha dado síntomas resulta limitado, y un elevado porcentaje de pacientes ve disminuida su calidad de vida. Por otra parte, supone una costo económico alto para el conjunto del sistema sanitario. Y, se sabe, es preferible prevenir que curar.

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