Otra peritación complica al personal trainer y secretario judicial

Otra peritación complica al personal trainer y secretario judicial

Se detectaron más firmas y caligrafías falsas.

31 Diciembre 2017

La segunda peritación de cédulas judiciales notificadas con el sello de Rodolfo Enrique Neufeld acrecienta la sospecha de que un tercero habría ejecutado -haciéndose pasar por él- las obligaciones laborales que el personal trainer tenía en la Justicia. Este nuevo estudio técnico de la Dirección de Criminalística de la Policía de Tucumán confirmó y amplió los hallazgos del primero al detectar caligrafías y no sólo firmas falsas. El informe del perito Luis Alberto Rearte había sido ordenado por la fiscala Adriana Giannoni (N°8) y consta en el expediente penal que esta abrió de oficio luego de que LA GACETA informara sobre el fallo laboral que expuso “la grave incompatibilidad horaria y funcional” de Neufeld. También por ese fallo firme de la Sala VI de la Cámara del Trabajo y en paralelo, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán inició un sumario administrativo cuya resolución pasó para 2018 (se informa por separado).

El estudio de Rearte se basa en el análisis de ocho notificaciones oficiales con el sello de Neufeld extraídas de los juicios “Paliza”, “Olivera”, “Garnica”, “Romano”, “Albornoz”, “Yorio” y “Santucho” (dos notificaciones). “Las grafías (letras y símbolos) insertadas en las cédulas no presentan correspondencia con el cuerpo de escritura de Neufeld”, concluyó el perito en noviembre. En un informe complementario, Rearte añadió que tres de los ocho instrumentos públicos exhibían firmas distintas a la del personal trainer y hoy jefe de los oficiales notificadores de la capital. Del análisis de Rearte, que también fue agregado al sumario de la Corte, surge que todas las cédulas con sello de Neufeld examinadas habrían sido rellenadas por un tercero, pero que aquel sí habría llegado a rubricar algunas.

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La pregunta lógica es quién o quiénes habrían asumido el trabajo de “cartero judicial” que correspondía a Neufeld. Con el afán de indagar en esa dirección, la fiscala Giannoni citó a los oficiales notificadores Gustavo Paz (testigo del personal trainer en el juicio laboral y empleado trasladado este año a la Secretaría Administrativa), Alfredo Juárez Robles, Rodolfo Passeri y Marcelo Machin, quienes han de comparecer a mediados de febrero.

La primera peritación encargada por la Corte al técnico Julio César Mendoza con motivo del sumario había detectado firmas falsas en al menos tres de las 23 notificaciones de Neufeld cotejadas. Entre las cédulas adulteradas también está la correspondiente al proceso “Olivera”, que luego analizó el perito Rearte con idénticos resultados. Esa notificación fue practicada en un día y horario en los que Neufeld debía estar enseñando en el gimnasio Altos de Urquiza, según la demanda laboral que el personal trainer y funcionario articuló contra aquella empresa. Neufeld rectificó su versión en el sumario administrativo: dijo que su abogado laboralista de entonces, Martín Picón, se olvidó de consignar los horarios correctos.

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En el proceso en el que intentaba cobrar una indemnización de $ 258.522 más intereses, Neufeld expresó que había trabajado como instructor desde julio de 2002 y hasta febrero de 2015, de lunes a viernes entre las 9 y las 13. En 2005, ingresó a los Tribunales con un cargo de ordenanza y a partir de allí fue escalando posiciones -sin dejar el gimnasio- hasta convertirse en superior de los oficiales notificadores de la capital (ganó un concurso interno en el que sólo él se presentó). Aún conserva ese puesto remunerado con un sueldo básico superior a los $ 51.000 pese a las turbulencias que generó la sentencia de las camaristas laborales Beatriz Bisdorff y María Poliche de Sobre Casas.

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