Sbrocco es uno de los arietes del seleccionado tucumano de Rugby, que hoy visita a Salta

Sbrocco es uno de los arietes del seleccionado tucumano de Rugby, que hoy visita a Salta

RESISTIR DE PIE. Nicolás Sbrocco es difícil de derribar, y por eso es uno de los puntales en la ofensiva de los “Naranjas”. la gaceta / foto de héctor peralta RESISTIR DE PIE. Nicolás Sbrocco es difícil de derribar, y por eso es uno de los puntales en la ofensiva de los “Naranjas”. la gaceta / foto de héctor peralta
25 Noviembre 2017

Entre los anglicismos de uso corriente en el rugby nuestro de cada día, está el de ball carrier: si se atiene uno a la traducción literal, le correspondería a cualquiera que lleve la pelota en las manos; sin embargo, ese calificativo se suele reservar a un tipo específico de jugador: el que funciona como una suerte de tractor que toma la ovalada y gana terreno a fuerza de llevarse puesto lo que se le cruce por delante.

A esa casta de temerarios pertenece Nicolás Sbrocco. Con suficiente espacio para desarrollar velocidad, el tercera línea de los “Naranjas” se transforma en un caterpillar que no duda en atropellar todo aquello que intente frenarlo. Es más, disfruta de hacerlo, al punto de de que si existe la posibilidad de eludir al rival por el costado, “Nico” igual se inclina por la opción de embestirlo.

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“Me gusta más chocarlos, je”, admite el de Universitario, respaldado en su frontalidad por sus 102 kilos repartidos en 1,83 metro de estatura. “Al otro día me duele todo y no me puedo mover, pero me encanta”, agrega entre risas. Desparramar a un rival y generar el “uhhhh” en la tribuna es, asegura, incluso más satisfactorio que un tackle bien puesto. “Cuando metés uno bueno, sentís la adrenalina a mil”, compara Sbrocco, que arrastra la rusticidad de los tiempos en los que su deporte era el fútbol.

“Jugué desde los cinco años en el CEF 18. Primero de delantero y después pasé a la defensa, de 2. Me encantaba tirarme al piso, imponer respeto en la defensa. Era de esos centrales con los que pasa la pelota o el jugador, pero no los dos”, describe “Nico”, que se conserva como hincha de Boca y de San Martín pese a que desde los 16 años (hoy tiene 23) llegó al rugby y a Universitario de la mano de sus amigos José Nadef, Francisco Aguirre y Guillermo Santana. “Empecé de segunda línea, gracias a Federico Puerari, que me puso fichas en M16 y me mandó de titular contra Tucumán Rugby. No me sabía ni las reglas todavía, ja ja”, recuerda.

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Actualmente, integra una tercera línea bien asentada en la “Naranja”, junto a Nicolás Proto y Matías López. Y hoy tendrá otra oportunidad de golpearse cuando Tucumán visite a Salta, por la penúltima fecha del Campeonato Argentino, en Limache. Federico Anselmi será el árbitro del encuentro, que comenzará a las 16.30. Tucumán necesita ganar y que Córdoba frene a Buenos Aires.

“Vimos poco de los salteños, pero los conocemos de jugar todo el año el Regional. Tenemos que entrar a proponer nuestro juego y creo que saldrá todo bien”, confía Sbrocco.

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