Las pautas macroeconómicas de la economía que se viene en 2018

Las pautas macroeconómicas de la economía que se viene en 2018

26 Noviembre 2017

A 2017 le queda poco más de un mes y es posible que la economía de la Argentina termine con una expansión estimada en el 3%, con una tasa de inflación cerca al 22%, con un dólar estabilizado y con todas las expectativas de que las reformas que quiere encarar la administración del presidente Mauricio Macri para enderezar el rumbo de la actividad tengan impacto gradual a partir de 2018. Pero no hay que descuidar el factor externo. Estados Unidos inició una tibia suba de tasas de interés, pero mantiene al mundo con liquidez. En el concierto de políticas monetarias de los principales bancos centrales, la fiesta de crédito sigue su curso.

Desde luego, que este contexto de liquidez se terminará en el mediano plazo y eso complicará a la Argentina y a la región, pero no parece ocurrir en 2018. Es importante que Argentina ordene su economías y sus cuentas públicas antes de que estos sucesos golpean a nuestra puerta, plantea el informe de Coyuntura Económica Argentina, elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa. Según el trabajo, dirigido por el doctor en Economía Adrián Ravier, para mirar la película necesariamente hay que pegar una hojeada a las fotografías de años anteriores, que marcan dónde estaba la economía del país y qué camino transita en la actualidad.

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Macri asumió la Presidencia el 10 de diciembre de 2015 y su equipo económico inició un conjunto de políticas de shock en los primeros 30 días de gobierno. Tras estas medidas iniciales, el equipo económico optó por un gradualismo novedoso para la política económica argentina, aunque en algunas áreas hubo inacción, señala el reporte al que accedió DINERO.

En la actualidad, De los 36 indicadores que el gobierno observa, 31 están ofreciendo saldos positivos, y sólo cinco negativos. Entre los negativos se encuentran la producción de autos, las ventas de autos al mercado interno, la molienda de soja, los permisos de construcción en obras privadas y las importaciones desde Brasil, puntualiza Ravier.

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Los indicios

Según el reporte de la casa de altos estudios pampeana, el presupuesto en términos generales es un instrumento que cuantifica y estima los ingresos y gastos que se van a ejecutar en un ejercicio definido; define objetivos a alcanzar en ese año; comunica a analistas y a la población en general cuál es el rumbo definido por el equipo económico.

En este caso, el presupuesto 2018 ofrece algunos mensajes útiles que vale la pena conocer, sintetiza el informe:

• Todo presupuesto tiene margen de error, pero en estos dos años los lineamientos generales que planteó el equipo económico se han cumplido.

• El presupuesto 2018 deja claro que continúa con el gradualismo en el objetivo de resolver los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios que mencionamos como punto de partida.

• También el gobierno sigue trabajando con metas. En lo que refiere a las metas fiscales, el gobierno avanza según lo propuesto al inicio del gobierno, reduciendo el déficit fiscal primario de 4,8 % del PBI en 2016, a 4,2% en 2017, 3,2% en 2018 y 2,2 % en 2019. Luego de un posible sobrecumplimiento en 2017 reduciendo el déficit a 4%, el gobierno ha decidido mantener el sendero en el presupuesto de 2018 e insistir con una meta fiscal del 3,2%.

• Esta reducción del déficit fiscal primario que rondaría un 1% del PBI surgiría de un aumento en los ingresos del 19% y un incremento de los gastos primarios del 14,8%. En otros términos, se prevé que los gastos casi se congelen en términos reales y la mejora en la recaudación sea consecuencia de un mayor crecimiento económico.

• El único ajuste que el gobierno plantea en este presupuesto 2018 es una nueva baja en subsidios económicos del orden del 16,2%, lo que implica nuevos incrementos en tarifas de servicios públicos.

• En lo que refiere a metas de inflación y tras alcanzar una tasa de 41% en 2016, la autoridad monetaria se fijó reducirla a 17% en 2017, 12% en 2018 y 5% en 2019. Luego de reconocer el Banco Central que no podrá cumplir con el 17% y estimarla por encima del 20% para este ejercicio 2017, el nuevo presupuesto define un nivel de inflación esperado para 2018 de 15,7 %. El problema de la inflación se corrige gradualmente. No significa esto que en 2019 se incumpla el objetivo de una inflación de un dígito, pero se está corrigiendo el sendero.

• La baja de la inflación no se consigue a través de un programa de ajustes (con la excepción de tarifas), sino vía mayor endeudamiento. El presupuesto 2018 incluye una toma de deuda de 30.000 millones de dólares para financiar el déficit fiscal.

• El principal fundamento de este presupuesto 2018 consisten en mantener un crecimiento económico del 3,5%. Esto implicaría romper con la dinámica cíclica que la Argentina ha mostrado en los últimos años.

• Para lograr este crecimiento el gobierno propone incrementar gradualmente la inversión, que alcanzaría en 2018 un 17 % del PIB, aun lejos de nuestros vecinos Brasil en 19%, Colombia en 21% y Chile en 23%.

• Por último, el Presupuesto 2018 se construye con un tipo de cambio promedio de $ 19,30. Dado que este incremento en la cotización del dólar estaría por debajo de la inflación esperada, se puede afirmar que se aceleraría el atraso cambiario, que responde desde luego a la mayor oferta de dólares que produce el endeudamiento.

En el Gobierno nacional se estima que la economía crecerá este año cerca de un 3% con una inflación “ligeramente superior” al 21% anual, en una recuperación que se consolidará en 2018 aunque con “un riesgo de liquidez” por el gran volumen de endeudamiento público.

“Creemos que vamos a estar en torno a un crecimiento del 3% para este año, con algún margen de error”, declaró el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una reunión con corresponsales de agencias de noticias extranjeras. Esa es la foto de hoy que pretende dejar un arrastre estadístico para el año que se avecina.

› 2015
 
1
 
Sin dudas que la inflación vino alimentándose desde 2015, con una elevada emisión monetaria que sirvió para sostener el consumo doméstico. 
 
2
 
Estancamiento económico en los últimos cinco años, con un crecimiento cíclico por el  gasto en el ciclo electoral, creciendo en años impares y cayendo en años pares.
 
3
 
En el frente externo, la Argentina se exponía por la vigencia del cepo y del atraso cambiario, del default de la deuda y del aislamiento comercial.
 
4
 
Excesivo gasto público, alta presión tributaria y elevado déficit fiscal. Controles de precios, subsidios y tarifas  atrasadas para contener  la inflación. Ausencia de inversiones.

› 2015

1- Sin dudas que la inflación vino alimentándose desde 2015, con una elevada emisión monetaria que sirvió para sostener el consumo doméstico. 

2- Estancamiento económico en los últimos cinco años, con un crecimiento cíclico por el  gasto en el ciclo electoral, creciendo en años impares y cayendo en años pares. 

3- En el frente externo, la Argentina se exponía por la vigencia del cepo y del atraso cambiario, del default de la deuda y del aislamiento comercial. 

4- Excesivo gasto público, alta presión tributaria y elevado déficit fiscal. Controles de precios, subsidios y tarifas  atrasadas para contener  la inflación. Ausencia de inversiones.

› 2016-2017

1- Medidas de shock en los primeros meses de gobierno. Fin del cepo cambiario y sinceramiento del tipo  de cambio. Corrección parcial y temporal del atraso cambiario. 

2- Salida del default y acceso al crédito externo. Reducción de los subsidios económicos, tarifazos en los servicios e inversiones en infraestructura.

3- El gasto público no se toca (la baja de subsidios se compensa con otras subas). La reforma fiscal permitiría reducir la presión tributaria un 1,5 % en cinco años.

4- Baja la inflación de 41% a alrededor de 23%, pero es más lento de lo esperado. Se incumplen las metas inflacionarias pautadas por el Banco Central.

› 2018

1- Con más de un 1% de arrastre, el informe e laborado por el economista Adrián Ravier proyecta un crecimiento económico para el país del 3% para 2018.

2- La inflación continuaría bajando, pero arriba de la meta. Se proyecta 15,7 % para diciembre de 2018. La meta fiscal sobre el déficit primario es de difícil cumplimiento.

3- Se requieren fuertes quitas de subsidios y es posible que se perciban nuevos reajustes, estacionales, de las tarifas en transporte y servicios públicos.

4- El presupuesto 2018 proyecta tomar 30.000 millones de dólares de deuda. Preocupa el atraso cambiario y el déficit de cuenta corriente.


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