Es cada vez más común que en Tucumán roben y faenen caballos para vender su carne

Es cada vez más común que en Tucumán roben y faenen caballos para vender su carne

Lo confirmaron la Policía y una ONG.

ILUSTRACIÓN. En Tucumán, se volvió habitual el robo de caballos para faenarlos. ILUSTRACIÓN. En Tucumán, se volvió habitual el robo de caballos para faenarlos.
20 Noviembre 2017

Un grupo de personas ingresó a un predio de El Timbó, departamento Burruyacu, y sustrajo tres caballos valuados en $ 150.000, según fuentes policiales. Se trataron de un caballo de pelaje moro empedrado, otro de raza peruana y pelo zaino y el último, de pelaje bayo.

El hecho ocurrió el martes 7 pasado y luego de cuatro días de búsqueda, representantes de la organización “Herraduras en la calle”, a cargo del cuidado de los animales, y la División Este de la Policía de la provincia encontraron atados a dos de los equinos en una cancha de fútbol, pegada a las vías del ferrocarril, en Villa Muñecas, capital. El otro ejemplar fue hallado en la zona del cementerio de El Timbó, cuando “andaba suelto con una bolsa de cebolla atada en el cogote”, de acuerdo con la información oficial.

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“Roban caballos y después los venden con el fin de hacerlos trabajar (a tracción a sangre) o para faena. Pasan de mano en mano”, dijo Alejandra Dupuy, presidenta fundadora de la organización que se dedica al rescate de esta especie en situación de maltrato.

En este caso, la recuperación se concretó antes de que los supuestos delincuentes concreten la venta en el mercado “negro” para el destino de faena, una actividad que crece en la provincia.

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“Suelen faenar a los equinos. Se viene trabajando de forma intensa contra ese flagelo y se logró la detención de muchas personas. Varias veces se consiguió recuperar animales que tenían el destino de consumo dentro de la cadena no registrada. Es una lucha permanente y constante”, indicó Marcelo Antonio Godoy, titular de la Dirección de Investigación de Delitos Rurales y Ambientales de la Policía.

En esa área de la fuerza de seguridad local dijeron que muchas familias están identificadas como actores del circuito ilegal.

El circuito ilegal

La Policía, junto con otras reparticiones gubernamentales, como la Dirección de Ganadería del Ministerio de Desarrollo Productivo, vienen realizando distintos operativos para frenar el contrabando de esa mercadería y que llegue a algún mostrador de locales donde se suponía se vendía la mercadería a los clientes.

“Se han inspeccionado carnicerías sospechadas de vender carne de caballo sin procesar de manera oficial. Muchas veces se tuvo éxito y se logró recuperar el producto”, informó Godoy.

Tanto las organizaciones de defensa del animal, como “Herraduras en la calle”, como Delitos Rurales de la fuerza de seguridad confirmaron que “la faena de caballo es ya común”.

“Matan al caballo, faenan, lo trocean y lo venden para el consumo. Lo comercializan en los barrios, en algunas carnicerías”, describió Dupuy.

Fuentes de la Dirección de Ganadería señalaron que: “hay registros de que la faena ilegal se realiza al costado de una ruta o en campos, desde bovinos hasta equinos”. En los ámbitos oficiales advirtieron que las carnicerías identificadas están ubicadas en zonas rurales, en el interior tucumano.

Por su parte, la directora de esa entidad estatal, Gabriela Gómez Campero, comparó: “el que no sabe qué carne está comprando, puede estar adquiriendo tranquilamente carne de un equino”.

La diferencia

En primer lugar, la carne de caballo se observa en el color, explicaron los especialistas consultados. “Cada especie tiene características que la identifican, sea bovino, porcino, ave o equino. Son características organolépticas, referidas a los sentidos, como el gusto, el tacto, el olor, entre otros. La comercialización registrada y el consumo de carne equina no es ilegal. En otros países, el kilo sale de U$S 30 a U$S 40. En Argentina, inclusive, hay frigoríficos que procesan carne equina para exportación”, expresó Gómez Campero.

De acuerdo a información del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en diferentes países se consume carne de caballo por “la buena sanidad y por sus propiedades nutritivas –magra y sin colesterol–”.

Argentina, en ese mercado, tiene ventajas competitivas respecto de otros países en cuestiones geográficas, así como también en lo referente a la calidad sanitaria de los caballos.

En el país no hay consumo interno, pero Argentina es uno de los principales exportadores de esta carne en el mundo.

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