19 Noviembre 2017
EL DETALLE. Vela no cuenta la historia de una víctima, sino de un reinsertado.
TESTIMONIO
CONSUMIDOR FINAL
PABLO VELA
(Dunken - Buenos Aires)
En esta apasionante confesión, Pablo Vela cuenta su experiencia de recuperación de la adicción. Es un libro muy personal.
No se puede aplicar a este relato la lupa de la crítica al estilo, al vocabulario, las erratas y la organización de la narración. Lo cierto es que el libro sorprende con absurdas desprolijidades totalmente evitables. De todas formas no hacen mella en su contenido.
De la adicción (a-dicción, repite Vela), se sale hablando, escribiendo, narrando. Pablo lo hace con una fuerza que emociona. Nos muestra cómo para salir del infierno sin reglas necesitó de una comunidad enorme de familiares, terapeutas y compañeros de ruta. No es el diario de una víctima ni de un héroe. Su historia es la de un hijo de desaparecidos, la de un cocainómano, la de un adicto en recuperación, la de un reinsertado. Pero sobre todo, es la de Pablo Vela, que narra su intento de sacudirse las etiquetas.
Sería fácil leer Consumidor final como quien asiste a contemplar un animal raro, o como quien sigue la expedición extraña de un loco. Pero es mérito del autor mostrarnos que él es cualquiera, y que el problema es de todos: consumidores, dealers, policías y, claro, de la oceánica vista gorda de la sociedad. “Algo habrán hecho” y “Yo argentino” siguen operando, sólo cambiaron de lugar.
© LA GACETA
Santiago Garmendia
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