Por el mundo: conocé a algunos de los tucumanos que edificaron su vida fuera del país

Carlos Danna FLORIDA (EE.UU.)

Hora: cuando aquí son las 16, allá son las 15.

Kilómetros, en línea recta, son los que separan a Tucumán de Fort Lauderdale. En el sur de los Estados Unidos.

Es un apasionado por los videojuegos, a punto tal que uno de sus grandes sueños es fundar un estudio para crearlos y desarrollarlos. Licenciado en Informática egresado de la Universidad Nacional de Tucumán, Carlos Agustín Danna dejó Argentina para irse a vivir en Fort Lauderdale, Florida, EEUU. En el norte del continente se dedica a diseñar entretenimientos educativos y a desarrollar software. Ha creado algunos juegos digitales, entre ellos “Space fish”. Tiene 28 años, es soltero, y reconoce que para sus padres y para otros de sus familiares, su trabajo se parece más a un juego que a una verdadera ocupación que da ingresos. Un asado con amigos es, seguramente, una de las cosas que extraña desde que dejó Tucumán.

- ¿Hace cuánto te fuiste? ¿Qué te motivó? ¿Qué pasaba en ese momento en el país y en la provincia?

- Me vine a Estados Unidos en julio de 2014. El plan original era hacer un master acá y, en ese momento, surgió la oportunidad de que una universidad me diera una beca. No recuerdo exactamente qué pasaba en aquel momento en Argentina.

- ¿Por qué te instalaste en ese lugar? ¿Estuviste antes en otros?

- Cuando llegué a Estados Unidos fui directamente a Orlando, Florida, donde estudié mi carrera de posgrado. Luego de recibirme me fui a Miami a visitar familiares y después conseguí trabajo en Fort Lauderdale, donde actualmente vivo. Soy desarrollador de software y hago aplicaciones web para diferentes compañías.

- ¿Fue duro adaptarte a una cultura diferente? ¿Qué aprendiste?

- En algunos aspectos fue difícil, en otros no tanto; en mi experiencia personal es básicamente hacer lo que me parece correcto dependiendo de la situación y confiar en mi instinto. Aprendí varias cosas de esta cultura, entre ellas que algunas palabras tienen más peso o significado, y que algunas cosas que creemos que entendemos no son exactamente lo mismo en otros lugares.

- ¿Qué aportó Tucumán a tu formación profesional y como persona?

- La Universidad Nacional de Tucumán me aportó mucho a mi vida profesional. Me enseñó los conceptos básicos y avanzados de mi carrera, que me ayudan hasta el día de hoy en el trabajo. Es realmente increíble ver, a veces, profesionales que tienen muchos más años de experiencia que yo, y que no tienen la fundamentación técnica que tenemos lo que egresamos de la UNT.

- ¿Qué extrañás de Tucumán? ¿Y qué no extrañás en absoluto?

- Hay muchas cosas que extraño: mi familia, mis amigos, la comida, comer un asado con mis amigos... No puedo pensar en cosas que no extraño.

- ¿Qué tenemos que incorporar en la provincia o aprender de otros para crecer y mejorar?

- Una de las mayores desventajas de Tucumán al competir con el resto del mundo en lo que respecta a tecnología es que esta no llega a tiempo y, cuando llega, es muy cara. Es el caso, por ejemplo, de los cascos de realidad virtual, rasperry pi (es una computadora de placa reducida, desarrollado en Reino Unido por la Fundación Raspberry Pi, con el objetivo de estimular la enseñanza de ciencias de la computación en las escuelas) o arduinos (es un microcontrolador, el cual es sólo un componente de una computadora). Hay muchas cosas interesantes que se pueden desarrollar con esos componentes y muchas compañías en diferentes industrias están buscando gente que sepa manejar estas nuevas tecnologías.

- ¿En algún momento de tu vida volverías a Tucumán? ¿Algunas condiciones locales tendrían que cambiar para que te decidas a regresar a la provincia?

- Sinceramente no sé, no está en mis planes ahora, pero uno nunca sabe...

- Si conocés tucumanos/as viviendo afuera, pasanos su contacto a [email protected]