Un ladrón le apuntaba con un arma mientras su cómplice le decía que la mate

Un ladrón le apuntaba con un arma mientras su cómplice le decía que la mate

EL LUGAR. El intento de asalto fue en avenida Mate de Luna al 3.400. la gaceta / FOTO DE DIEGO ARAOZ EL LUGAR. El intento de asalto fue en avenida Mate de Luna al 3.400. la gaceta / FOTO DE DIEGO ARAOZ
22 Julio 2017

Un grupo de amigas que festejaban su día vivió un momento de terror cuando un asaltante apuntó a una de ellas con una pistola mientras su cómplice, que lo esperaba en una moto, le gritaba “¡matála!”. El violento episodio ocurrió a las 20 del jueves, en una parada de colectivos de la avenida Mate de Luna al 3.400.

“Éramos cuatro chicas pero en la parada había tres más. Se bajó un tipo de una moto y empezó a correr hacia nosotras. Las chicas lo vieron y empezaron a gritar para que corramos. Yo tuve una reacción lenta. cuando quise correr, me agarró de la campera por la espalda y me puso la pistola en la cabeza. Me morí de miedo”, lamentó Natalia Montenegro.

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“El que lo esperaba en la moto comenzó a gritar que me matara, porque decía que los iba a denunciar. El que me asaltaba me decía que le dé todo y me comenzó a revisar los bolsillos. Tocó el celular y yo me tiré al piso. Ahí le pedí que no me hiciera nada. En ese momento es como que desapareció todo el mundo. Me apuntaba a la cara. Pensé que me iba a pegar un tiro, sólo pensaba en eso. Pero me sacó la capucha, se detuvo y se fue, sin robarnos nada”, agregó.

Una amiga suya, que prefirió mantener su nombre bajo reserva, contó cómo fue el momento más delicado. “Salí corriendo muy rápido, porque soy muy paranóica. Lo que recuerdo es que miré el piso para no tropezarme. Y cuando el semáforo dio el rojo, crucé. Al frente, nos ayudaron algunas personas. Fue horrible el momento en que uno empezó a decir que la matara. No sabés qué hacer. Por un lado pensás en volver, pero por el otro sabés que no podés enfrentarte a alguien armado”, explicó.

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Además, contó que a varias chicas del grupo ya las asaltaron. “Por eso , ese día, hicimos corriendo el trecho de una cuadra que separa la parada de colectivos de la casa de una amiga”.

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