Cartas de lectores

Biblioteca Alberdi

En reiteradas oportunidades en los últimos años fueron notas de editorial la necesidad de una política que salve las bibliotecas. Qué decir que no se haya dicho al respecto, cuando no hay voluntad de un sector de que esto tenga un final feliz. La Biblioteca Alberdi casualmente conmemora sus 114 años de vida institucional; este hecho que en cualquier lugar del planeta sería una fiesta, en nuestro Tucumán es sólo un penoso retroceso cultural, como bien se dijera en el editorial del 3/3/2014. Ver hoy la clausura de la Biblioteca Alberdi, por un principio de incendio que fuera sofocado con los elementos propios, y que esa clausura se mantenga en el tiempo ya tres semanas, es como mínimo un acto de gran ingratitud a tan noble institución. Pero también es un llamado de atención, al ver lo ocurrido en el Subsidio de Salud y a los dos días ya estaba nuevamente habilitado aunque al día de la fecha se perciba el olor del incendio ocurrido en el subsuelo. O ver el informe televisivo de LA GACETA, y la gran cantidad de edificios habitados sin tener un final de obra, o mirar simplemente cualquier dependencia oficial provincial/municipal que con sus falencias edilicias sin dudas no están en condiciones de funcionalidad; ejemplos que serían interminables de mencionar, sólo dichos a modo de desnudar lo falaz de la clausura de la Biblioteca Alberdi. Esta situación merece que los ciudadanos comprometidos con el quehacer cultural de la provincia estén atentos, la asfixia que no es por el humo del principio de incendio, en la que la colocaron a esta institución es al menos para preocuparse, luego será demasiado tarde.

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Pedro Miguel Ruarte [email protected]

Arroyo Mixta, en el olvido

Escribo ahora, como hace cuatro años, para decirles y preguntarles a los funcionarios gubernamentales. ¿Cuándo se hará realidad el poder transitar por la ruta que une Arroyo Mixta con la Villa de Leales? Es un caos y los políticos de turno hablan de inclusión social. Yo les pregunto qué significa eso: porque con mis 58 años de edad no recuerdo que alguien haya hecho algo por los pobres. Yo nací y crecí en Mixta. Siempre visito este lugar, pero es lamentable ver que está olvidado y descuidado. A ese tramo es imposible hacerlo, salvo que uno tenga una 4 x 4. Allí habitan niños, abuelos... ni pensar en visitar a nuestros fieles difuntos. Realmente, esta realidad duele. Y mucho. Los humildes también tienen derechos. Si los políticos le añadieran a la gestión un poco más de respeto, amor y humildad, la Argentina sería otro país.

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María Delicia Albarracín

Pasaje Rosales 1.124

San Miguel de Tucumán

Burocracia “bicicleteril”

Muy de acuerdo en incentivar la movilidad en bicicleta, que se ha incrementado en varios países europeos, pero ¿era necesario crear una Dirección Nacional de Movilidad en Bicicleta? Quedo absorto analizando el progreso burocrático del país en el orden de la proliferación de nuevos organismos estatales, cuyo costo queda a cargo del ciudadano común inconsulto y ajeno al destino de los impuestos que le absorbe el Estado. De todos modos, adhiero al mencionado progresismo y propongo la creación de la Dirección Nacional de Movilidad de los Haberes Previsionales, que mueve dos piernas, en consonancia con la primera que mueve dos ruedas.

Silvio Pizarro

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Rispidez en el aire

Por declaraciones de empleados de Anses, se evidencia que crece la agresión hacia los empleados de la repartición y también a los que, pacientemente, van a hacer trámites, esperando en largas colas. Esta situación se repite en otras entidades como el Subsidio de Salud (casa central), donde en ciertas filas (las de personas con prioridad: embarazadas, personas de movilidad reducida, etcétera), están los eternos “colados”. Por otra parte, la tenencia de un papel de “discapacidad” puede, y no, responder a la realidad. Ciertamente, la violencia está presente cada vez más en nuestra sociedad. Instalar cámaras de video en los salones de estas entidades sería una solución, no total por cierto, porque la “viveza criolla” (tan admirada por algunos) no tiene límites.

María Teresa Pero Bellido

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El Centro de Salud

En la tercera carta de este año actualizo ante la opinión pública la situación del hospital Centro de Salud. 1. El tomógrafo computado estuvo sin funcionar mucho tiempo. Actualmente funciona a medias y es reparado con frecuencia. No es posible realizar tomografías con contraste endovenoso, algo absolutamente indispensable en la actualidad para estudiar enfermedades del hígado, páncreas, pulmón, etcétera (tumores, metástasis, abscesos). Tampoco es posible imprimir las imágenes, algo también indispensable en el quirófano para guiar al cirujano durante una operación, ni contamos con monitores dentro del quirófano donde se puedan ver las imágenes. Estamos expuestos a cometer graves errores. Ejemplo: indicar una cirugía en un paciente con un cáncer de páncreas, basándonos en una tomografía no contrastada que informa que el hígado está sano. Operar al paciente y constatar que el hígado sí tiene varias metástasis no detectadas por el estudio. Una tomografía computada con contraste endovenoso seguramente sí hubiera detectado las metástasis en el hígado (el contraste las “enciende”) y el paciente no se hubiera operado innecesariamente. O: una laparoscópica en un paciente con abscesos hepáticos múltiples, donde el cirujano no cuenta con las imágenes de la tomografía impresa en el quirófano, ayuda a ver cuántos abscesos hay y ubicar su sitio de localización dentro del hígado. 2. Endoscopio. Desde el año pasado no funciona. Las endoscopías son derivadas al Hospital Avellaneda. Hice una nota hace poco más de un mes solicitando que se solucione esta falencia. La Dirección negó que faltara el endoscopio y llamó al jefe de Gastroenterología, que corroboró lo que decía la Dirección. En la práctica, yo “estaba mintiendo”. El aparato estaba y lo que faltaba era una “gomita”, una “tuerquita”, un “tornillito”, un “pituto”. Pasó más de un mes y todas las endoscopías continuaron derivándose al Avellaneda. Hice una nueva nota a la Dirección y no me contestaron. Y una tercera nota me fue rechazada sin argumentación. “El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡Ése es un criminal!” (Bertolt Brecht). De mi parte, y como dijo Artigas, “con la verdad, ni ofendo ni temo”.

Jesús María Amenábar

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Jubilados

Hemos leído el 6/7 declaraciones del gobernador Manzur “hay cosas que no pueden seguir así, si el Presidente se enoja conmigo, no importa, yo le voy a seguir diciendo la verdad, como gobernador tengo que decir que la gente no puede pagar más los aumentos de la luz, está cayendo el consumo…” y el ministro de Economía declara “Tucumán no tiene problemas financieros; los fondos para salarios están asegurados y estamos pagando puntualmente las remuneraciones… a Tucumán se le transfirieron por coparticipación fondos educativos y otras leyes, $3.245 millones”. Por intermedio de esta carta los “Jubilados de la Plaza” le decimos al gobernador Manzur, y si se enoja con nosotros no importa, porque cuando dice que en su condición de gobernador se acuerda y ocupa de la gente que no puede pagar el aumento de la luz y otros rubros más, deliberadamente omite mencionar que miles de jubilados y pensionados provinciales y municipales transferidos a la nación que están igual o peor que “esa gente que no puede pagar…” porque todos hemos pasado los 80 años de edad, muchos los 90 e indefensos ante una cruel enfermedad y/o cualquier otra situación personal, en estado de abandono porque a la provincia le sobra el dinero y nadie, absolutamente nadie, se ocupa de nuestros reclamos. Desde hace 20 años todos los miércoles estamos en la plaza Independencia, y ya han fallecido ya más de 25.000, para que ese gobernador que dice defender a su pueblo nos conceda una audiencia negada en los últimos 13 años y medio, nos escuche, se apiade de esta porción de pueblo que trabajó y aportó por 30 años o más tratando de soñar en disfrutar o al menos pasarla mejor nuestros últimos años de vida.

Ángel Ricardo Salguero [email protected]

Juicios Laborales

Ningún buen empleador les teme a los juicios laborales, porque las leyes son justas. El mal patrón que contrata un trabajador clandestino (mal registrado o en negro), buscando ventaja económica, se arriesga a una demanda onerosa. Es barato despedir a un empleado bien registrado, porque los registros establecen las pautas, mientras que el clandestino puede argumentar cualquier cosa, y el juez fallará a su favor por la misma razón, porque el mal empresario le da todos los argumentos para ello. Si el empresario necesita contratar un empleado, es porque no puede atender solo su negocio, y debe aceptar las reglas del juego, registrarlo correctamente y contribuir a las cargas sociales evitando litigios, o “negrear” por unos mangos y correr el riesgo de un juicio incalculable. Y allí es donde entran los abogados, en los juicios provocados por los malos empleadores, porque abogan por su cliente.

Roberto N. Córdoba (h) San Lorenzo 4.355 San Miguel de Tucumán

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