Familiares de Martincito contaron cómo fueron los momentos posteriores a la caída del noveno piso

Familiares de Martincito contaron cómo fueron los momentos posteriores a la caída del noveno piso

Los abuelos coincidieron en que todo fue “milagroso” desde el principio; una de ellos se subió a la moto de un desconocido para llegar.

EN BRAZOS. Martín salió acompañado por sus padres y sus parientes. FOTO DE DIEGO ARÁOZ EN BRAZOS. Martín salió acompañado por sus padres y sus parientes. FOTO DE DIEGO ARÁOZ
27 Junio 2017

Lo primero que hizo Máximo Chaín Pérez cuando vio que su hijo había caído al vacío fue llamar a su suegro, Mario Núñez, quien vive a pocas cuadras de allí. El abuelo de Martín atendió cuando estaba entrando a su casa y tuvo que pedir que le repitieran lo que había pasado, mientras en su cabeza comenzaba a imaginar la aterradora altura.

De inmediato corrió a buscar a su esposa para volver a salir. Ambos corrieron hasta la avenida Mate de Luna para buscar un taxi, pero no pasaba ninguno. “Paramos a un motociclista que pasaba por allí y le rogamos que la llevara a ella”, comentó Núñez. Él debió esperar, pero valió la pena: subió al auto de un taxista que lo vio tan preocupado que lo esperó afuera del edificio del que había caído el pequeño y los llevó hasta el hospital de Niños sin que se lo pidieran. “Justo ese día estaba ahí, porque a esa hora suelo ir a buscar a mi hija del colegio, pero un rato antes le había pedido a otra hija que la retirara”.

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Martín, el niño del milagro, salió del hospital sin secuelas

“Cuando llegamos, mi yerno ya lo había alzado. El nene cerraba los ojos, como si estuviera cansado. Lloró poquito. Yo creo que el nene hizo esto porque no sabía la altura que había del otro lado; uno la ve, pero el tenía la reja a la altura de la cabeza”, agregó. Durante uno de esos llantos llamó la madre del pequeño, Florencia Núñez, quien iba camino al hospital de Niños temiendo que su hijo había muerto. “Es como si todos se hubieran corrido; no sé por dónde se metió ese taxista, pero llegaron enseguida”, agregó su otro abuelo, Máximo Chaín (p), quien estaba entrando a dar clases cuando recibió el llamado. Sin pensarlo dos veces, abandonó el aula y pisó el acelerador. “Casi choco contra una moto y después contra un camión. Fue un momento terrible”, explicó.

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La caída

Una de las explicaciones que Chaín encuentra a la supervivencia de su nieto es la presencia de placas de chapadur en la zona del subsuelo. “Parece que alguien estuvo haciendo muebles y las dejó ahí. Martín cayó sobre una de ellas y la quebró, por lo que quedó tirado en la tierra. Yo creo que esa placa amortiguó un poco el golpe”, analizó. A los costados del niño había restos de escombros que podrían haber ocasionado un desenlace fatal si el niño caía sobre ellos.

Además, tal como lo habían contado los padres de Martín, en todo momento hubo un aura que lo acompañó, durante la caída y luego en su internación. “Uno de los médicos dijo que lo había traído un ángel, y después se dieron cuenta que los niños que estaban a su alrededor, de a poco, comenzaban a mejorar”, añadió su abuelo paterno.

Esa situación ya había sido relatada por la madre del pequeño a LA GACETA. Según confió, un día convocaron a varios padres a hacer una oración en la capilla del centro asistencial. “Había gente a la que le habían dicho que fueran trayendo ropa porque el corazón de su hijo no iba a resistir y el bebé comenzó a mejorar. Y no fue el único”.

Por el momento, el pequeño no recuerda qué le pasó. Se despierta de noche gritando y llorando, pero no sabe que cayó de una altura tan grande. Los padres no tiene apuro en contárselo, y lo harán con la ayuda de una psicolóloga que lo está atendiendo. Cuando se le consultó a Chaín qué piensa que pasará cuando se enteré de su caída, el hombre contó: “desde el primer día yo comencé a escribir un diario con todo lo que ocurría. Cada tratamiento que le hacían, cada cosa que decía los médicos, cada uno de los pasos que dio en su evolución. Cuando se despertó, ya pude escribir que hablaba o se reía. Si algún día tiene interés en saber qué ocurrió, se lo regalaré para que lo sepa con detalle”.

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