Golden State Warriors, los nuevos guerreros indomables

Golden State Warriors, los nuevos guerreros indomables

ESTA COPA ES NUESTRA. La performance del plantel de Golden State fue muy superior a la de los de Cleveland en la serie final, que se cerró con un contundente 4 a 1. reuters ESTA COPA ES NUESTRA. La performance del plantel de Golden State fue muy superior a la de los de Cleveland en la serie final, que se cerró con un contundente 4 a 1. reuters
14 Junio 2017

Desde que llegó a los Golden State Warriors, Kevin Durant aseguró que había decidido fichar con el quinteto de la bahía porque sólo buscaba diversión. “Pertenecer a algo diferente”, señaló en una ocasión. En ningún momento señaló que su intención de abandonar Oklahoma City Thunder se debió a lo que todo el mundo decía, que se iba a “El Dorado” de la NBA en búsqueda de un anillo de campeón.

Casi un año después de tomar esa decisión, Durant ha conseguido ambas cosas: divertirse y lograr la corona. Y todo parece indicar que no será el único título.

Publicidad

El flamante “Jugador Más Valioso de las Finales” de la NBA fue el factor decisivo, el hombre que estableció las diferencias para que los Warriors dejaran finalmente atrás la pesadilla de 2016 (prdieron la serie después de estar 3-1 arriba) y aniquilaran a su otrora verdugo, Cleveland Cavaliers, al que borró en la mayor parte de la instancia decisiva de 2017.

Y es Durant también la principal razón por la que desde ya las casas de apuestas en Las Vegas proyectan a los Warriors como los favoritos para imponerse de nuevo en la NBA en la próxima contienda.

Publicidad

No es difícil entender el por qué de tanto favoritismo. Los Warriors están armados no sólo para ser campeones, sino para desarmar a cualquier rival. Porque si bien todo el mundo elogia su extraordinaria profundidad ofensiva, muchos se olvidan de su capacidad para detener la artillería de los rivales. En ese sentido, durante la temporada regular presentó el segundo mejor rating defensivo de la NBA.

“Esa combinación de ofensiva y defensiva que han amasado los pone en posición de convertirse en una dinastía”, señaló Jeff Van Gundy, analista de televisión y quien entrenó a los New York Knicks y Houston Rockets a lo largo de 11 temporadas en la NBA. “No veo nada ni a nadie que pueda impedirles ir ocho o diez veces seguidas a las finales”.

Pero el trabajo de los Warriors no ha sido obra de la casualidad. La organización ha ido construyendo pedazo a pedazo toda esta poderosa armazón. Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green fueron todos seleccionados por los Warriors en el sorteo universitario. Con ellos, Golden State ganó la corona de 2015 y llegó a las finales de 2016.

Fue uno de ellos además, Green, quien estableció el primer puente de comunicación con Durant para dejarle saber que los Warriors lo necesitaban. “Te necesitamos. Haz que suceda”, le escribió Green en un mensaje de texto a Durant a minutos apenas de haber caído en la final de 2016. Y al poco tiempo, el entonces estelar del Thunder respondió: “estoy listo. Vamos a hacerlo”. Ciertamente Golden State no necesitaba a Durant. Era un equipo ya potente, que había terminado la temporada regular con el récord 73-9, y que estuvo a un juego de lograr la corona, pero la contratación de “KD”, colocó al quinteto en otro nivel, en el de las dinastías y en el mismo umbral al que han llegado históricos como los Bulls de Michael Jordan o los Lakers de Magic Johnson.

“Eso es lo que queremos, ser candidatos año tras año”, dijo Thompson. “Y hasta ahora todo se ve bastante bien”.

Por ahora todo es celebración. Los Warriors son los reyes. Nada parece impedir que sigan aumentando su legado. Pero las dinastías también llegan a su fin, y a veces más rápido de lo esperado.

“Algo puede pasar que no estaba planeado”, dijo Danny Ainge, gerente general de Boston Celtics y que recordó cómo en sus días como jugador se pronosticaba que los Celtics de 1986 serían los monarcas por muchos años hasta que los Pistons se coronaron en el Este apenas dos temporadas después.

Pero mientras llega ese momento, los Warriors son los campeones indiscutibles de la NBA. Y para ellos, tal como así lo quería Durant cuando decidió unirse a Golden State, es hora de disfrutar.

Comentarios