“El enemigo debe ser el mosquito, no el miedo”

“El enemigo debe ser el mosquito, no el miedo”

El dengue, el zika y el chikungunya llegaron para quedarse. El cambio climático, los viajes a zonas endémicas y una población susceptible al contagio favorecen la expansión de estas enfermedades. Podría haber nuevos brotes; en qué se diferencian cada uno de los virus; qué nos ocasionan; cómo luchar contra ellos.

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27 Noviembre 2016

Fiebre, migraña, dolor en las articulaciones y erupciones en la piel. Hay tres (o más) opciones: podría ser dengue, chikungunya o zika. ¿Es un diagnóstico o adivinanza?, se preguntan por estos días los pacientes que llegan a distintos consultorios con síndrome febril inespecífico. Aún no circulan en Tucumán los virus de estas enfermedades. Pero el calor, las lluvias y la abundante presencia del mosquito Aedes Aegypti hacen que se haya encendido una alerta máxima en los sistemas de salud.

A comienzos de este año y hasta mayo, Tucumán fue una de las jurisdicciones con más casos -entre probables y confirmados- de dengue y zika. De hecho, en nuestra provincia se produjo la primera muerte de un bebé con síndrome congénito asociado a la infección por el virus del Zika.

Hay preocupación. Y un dato muy claro: estas enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti llegaron para quedarse. El calentamiento global sería en gran parte el responsable de esta situación. Aunque también influyen otras cosas: el turismo (viajes a zonas donde hay epidemias) y el hecho de que son nuevos virus para nuestra región, lo que hace que toda la población sea susceptible al contagio porque no ha sido expuesta a la cepa previamente., destacan los expertos.

La peor epidemia

Este año Argentina enfrentó su peor epidemia de dengue de la historia, con más de 41.000 casos confirmados, casi el doble que en 2009. En Tucumán la historia fue casi la misma que hace siete años, cuando se notificaron 1.740 enfermos. Este año hubo 1.682 casos, la gran mayoría se detectaron entre vecinos del Gran San Miguel de Tucumán y del sur (Concepción y Aguilares).

Respecto del virus del Zika, Tucumán se llevó la peor parte. Ya se analizaron en lo que va del año 20 casos de embarazadas (en todo el país se estudiaron un total de 60). Cuatro se confirmaron y un bebé falleció. Aún quedan 15 casos en estudio.

La Dirección de Epidemiología del Siprosa informó que si bien Tucumán tuvo circulación autóctona de zika, dengue y chikungunya, desde que comenzó la primavera no se registraron nuevos enfermos con estas patologías.

La posibilidad de que haya nuevos brotes no se descarta, señaló Susana López de Caillou, profesora de Virología en la Facultad de Bioquímica UNT. Por eso, sugirió que la vigilancia epidemiológica debe ser primordial. “Hay que detectar los casos lo más temprano posible y aislar a los infectados para evitar que se produzca la diseminación”, sostuvo.

Comentó, además, que hay que estar atentos a otros virus reemergentes que empezaron a expandirse en otros países, como el mayaro y el oropouche, y que son trasmitidas por el mismo vector, el Aedes aegypti.

López de Caillou señaló que el mosquito tiene hábitos domésticos y que por ello es necesario volver a los viejos métodos de cuidado, como el uso de telas mosquiteras.

¿Cuál de las tres, dengue, zika o chikunkunya, es más peligrosa? Según la experta, la infección por dengue es la peor. Coincidió con ella el infectólogo Gustavo Costilla Campero. “Si hablamos desde el punto de vista de la letalidad -número de personas que fallece sobre el numero de personas enfermas- el dengue es la más grave. Pero por otro lado, el dengue no deja secuelas. El Zika, en cambio, tiene un impacto importante sobre las embarazadas, ya que puede producir malformaciones en el feto, y parálisis. El chikungunya, por su parte, puede dejar secuelas invalidantes, como por ejemplo, dolor crónico articular, lo cual impacta en el ámbito laboral”, precisó.

Otro dato importante es que los mosquitos portadores de estas enfermedades pueden infectar a las personas con distintos virus al mismo tiempo. “En cualquier individuo tener dos infecciones juntas implica mayor riesgo”, indicó López de Caillou.

“Un riesgo a tener en cuenta es que en Salta estuvo circulando un tipo de dengue distinto al que se venía viendo en Argentina, que es el serotipo 1. En caso de que una persona que ya estuvo enferma con un tipo de dengue, si se infectara con otro podría correr peligro de desarrollar dengue hemorrágico, que es grave”, remarcó Costilla Campero.

Preparados

El médico opinó que ya es casi imposible terminar con estas enfermedades porque es muy difícil acabar con las poblaciones de mosquitos Aedes aegypti. “Lo mejor que podemos hacer es asumir que de noviembre a abril puede haber brotes. Hay que educar a la población y el sistema de salud tiene que estar preparado para una demanda explosiva de casos de síndrome febril inespecífico”, recomendó.

¿Las vacunas para prevenir estas patologías son algo muy lejano?, les consultamos a los expertos. Algunas se están desarrollando, otras (para algunas cepas de dengue) ya están listas, pero solo se aplican en zonas endémicas (donde el virus circula todo los años).

El enemigo número uno no debe ser el miedo, sino el mosquito. Así opina el ingeniero Walter Castellanos, de la Dirección de Salud Ambiental del Siprosa, que año a año hace muestreos para conocer la cantidad de Aedes aegypti que hay en diferentes sectores de la ciudad y cuál es el riesgo que existe en caso de un brote de dengue.

“Los riesgos existen siempre. Las zonas de mayor peligro de contagio son las más pobladas, principalmente aquellas que acumulan más residuos y chatarras. Hay que multiplicar los esfuerzos. Eliminar para siempre el mosquito es imposible; pero si hay un brote de alguna de estas enfermedades y tenemos menos población de Aedes la situación es mucho más fácil de controlar”, precisó el experto.

Para prevenir

- Eliminar criaderos de mosquitos.- Tapar los tanques o depósitos de agua de uso doméstico; eliminar basura o recipientes en los que pueda acumularse agua, incluso en el interior de las casas; mantener patios y jardines desmalezados; limpiar los desagües de lluvia de los techos (de esa manera, el agua podrá circular libremente, en lugar de acumularse); cambiar diariamente el agua de floreros, portamacetas, y colectores de acondicionadores de aire; cambiar agua de las mascotas diariamente, y cepillar los bebederos cada dos o tres día, pues las larvas pueden quedar adheridas a las paredes del recipiente. También es importante mantener limpias y cloradas las piletas de natación

- Protección personal.- Colocar mallas/mosquiteros en ventanas y puertas de las viviendas; dormir bajo mosquitero, especialmente los niños pequeños; usar mangas y pantalones largos; usar repelentes, tanto sobre la piel expuesta como sobre la ropa (renovar la aplicación cada tres horas); utilizar espirales o tabletas repelentes en los domicilios.

- En el caso del zika.- El virus puede persistir en el semen ente tres y seis meses. Por eso, si está embarazada y su pareja vive en un área con zika -o ha viajado a alguna-, no mantenga relaciones sexuales o use preservativos cada vez que tenga sexo durante el embarazo. Las embarazadas no deberían viajar a áreas donde haya casos de zika; pero si el viaje es impostergable, deben consultar con su médico, o con especialistas en Medicina del viajero, las medidas que es necesario tomar.

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