Cannes premió el cine social y político de Ken Loach

Cannes premió el cine social y político de Ken Loach

El veterano realizador, que emociona con sus historias, se llevó la Palma de Oro con un drama. Otros reconocimientos

CELEBRACIÓN. El comprometido director inglés reiteró que otro mundo es necesario y posible. reuters CELEBRACIÓN. El comprometido director inglés reiteró que otro mundo es necesario y posible. reuters
23 Mayo 2016
El británico Ken Loach se alzó ayer con la Palma de Oro de la 69 edición del Festival de Cannes por “I, Daniel Blake”, el mismo galardón que había recogido hace 10 años por “El viento que acaricia el prado”, informó la agencia DPA.

“Gracias a Cannes, porque el Festival de Cannes es muy importante para el futuro del cine, por favor sigan siendo fuertes”, dijo el artista, quien además concluyó su discurso de agradecimiento diciendo que otro mundo es posible y necesario.

Loach (Inglaterra, 1936) ha desarrollado gran parte de su carrera en Cannes, donde ha sido distinguido con menciones especiales del Jurado. Su cine político y social le hizo ganar también el Premio del Jurado en 1990 con “Hidden Agenda” y en 2012 con “The Angels’ Share”.

Loach firma con “I, Daniel Blake” un drama sobre la situación que vive un carpintero atrapado en un proceso burocrático kafkiano, cuando tras sufrir un infarto le deniegan la ayuda social. El papel principal fue interpretado por el cómico Dave Johns, que debutó en el cine con este trabajo dramático.

Una vez más, como lo viene haciendo desde los tiempos de Margaret Tahtcher, Loach emociona y sacude con historias que tienen que ver con la lucha social contra las imposiciones del capitalismo feroz, y esta vez lo hace con la fuerza de una realidad que poco a poco se convierte en global.

El más veterano de los directores en concurso, que había amagado con dejar de dirigir, entra ahora en el selecto club de los distinguidos en dos ocasiones con la Palma de Oro: el estadounidense Francis Ford Coppola (”The conversation” y “Apocalypse Now”); los hermanos Dardenne (”Rosetta” y “L’enfant”); el serbio Emir Kusturica, (”Papá está en viaje de negocios” y “Underground”); el japonés Shohei Imamura (”La balada de Narayama” y “La anguila”); el austriaco Michael Haneke (”Amour” y “La cinta blanca”); así como el danés Bille August (”Pelle, el conquistador” y “Las mejores intenciones”).

El resto de los premios son muy discutibles, algunos lisa y llanamente inaceptables, en especial cuando en la competencia hubieron títulos con mucho peso específico, en especial en el caso de las labores actorales, pero también en materia de obras y autores, asegura Telam.

Otras Palmas

El Grand Prix fue para “Juste a la fin du monde”, de Xavier Dolan, con su historia casi a puertas cerradas y extremadamente teatral, que a decir verdad solo da pié a seguir pensando que los aciertos de sus anteriores obras fueron más casuales que a conciencia. Dolan dio un largo discurso, emocionado hasta las lágrimas y con gestos muy marcados.

En premio a mejor director fue ex-aequo, en este caso para el rumano Cristian Mungiu por “Bacalaureat”: la historia de un padre médico cuya hija a punto de graduarse y pujar por una beca, es violada y esto lo mueve en más de un sentido, compartido con Olivier Assayas por “Personal Shopper”, para muchos la peor oferta de la selección de este año.

Shahab Hosseini ganó en mejor interpretación masculina por la película “Forushande”. Finalmente, el premio a la interpretación femenina fue para Jaclyn Jose por su papel protagónico en “Ma’Rosa”, del filipino Brillante Mendoza.

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