10 Mayo 2016
DEFENSA. La marca de Los Tarcos ganó en solidez en en los últimos partidos. Contra el Jockey rosarino, será fundamental. la gaceta / foto de florencia zurita
El tiempo, magnitud relativa por excelencia, parece correr más lento por estos días en la zona del ex aeropuerto. En realidad, no se trata de una fractura espacio-temporal, sino simplemente de la sensación que experimenta todo aquel que está apurado. Y en Los Tarcos hoy por hoy hay apremio del bueno. Todos, desde el primero hasta el último, cuentan las horas para que llegue el domingo y poder salir a la cancha a jugar la final del Torneo del Interior A, instancia a la que el “Rojo” se clasificó tras vencer a Córdoba Athletic, el sábado. Controlar esa ansiedad será el principal desafío de una semana que, subjetivamente, se hará eterna.
“Es una semana importantísima para nosotros, y la única forma de vivirla es a puro rugby. Todo lo demás queda en un segundo plano. Lo más importante será lo que pase el domingo. Concentrarse en entrar a la cancha y entregar todo durante los 80 minutos del partido”, dimensiona Bruno Molina, segunda línea de un Tarcos que vuelve a estar en una final nacional tras 14 años.
Cabe recordar que en 2004, año de su última conquista en el Regional, los “Rojos” fueron finalistas del Torneo del Interior y del Nacional de Clubes, siendo derrotados por Tala y Duendes, respectivamente.
“El gran capital de este equipo es la unión que hay, y no sólo hablo de los jugadores, sino de todos los que colaboran de alguna forma”, completó Molina.
A pocos días de su primera final con la primera del club, Santiago Portillo asegura tener las emociones bajo control. “Lo estoy viviendo muy tranquilo, porque tengo mucha confianza en este grupo”, proclama el octavo. “La fortaleza de este equipo sin duda es cuando tenemos la pelota en nuestras manos y le damos ritmo. Teníamos una cuenta pendiente con el tema defensivo, y en estos dos últimos partidos lo saldamos, haciéndonos fuertes a partir de la defensa”, analiza.
La solidez en la marca será un punto clave para Los Tarcos frente a Jockey de Rosario, que viene con la confianza por las nubes: no cualquiera es capaz de golear a un equipo duro como Cardenales. “Hay que cuidarse de hacer penales, porque tienen un pateador que la mete desde todos lados”, advierte Portillo.
“Es una semana importantísima para nosotros, y la única forma de vivirla es a puro rugby. Todo lo demás queda en un segundo plano. Lo más importante será lo que pase el domingo. Concentrarse en entrar a la cancha y entregar todo durante los 80 minutos del partido”, dimensiona Bruno Molina, segunda línea de un Tarcos que vuelve a estar en una final nacional tras 14 años.
Cabe recordar que en 2004, año de su última conquista en el Regional, los “Rojos” fueron finalistas del Torneo del Interior y del Nacional de Clubes, siendo derrotados por Tala y Duendes, respectivamente.
“El gran capital de este equipo es la unión que hay, y no sólo hablo de los jugadores, sino de todos los que colaboran de alguna forma”, completó Molina.
A pocos días de su primera final con la primera del club, Santiago Portillo asegura tener las emociones bajo control. “Lo estoy viviendo muy tranquilo, porque tengo mucha confianza en este grupo”, proclama el octavo. “La fortaleza de este equipo sin duda es cuando tenemos la pelota en nuestras manos y le damos ritmo. Teníamos una cuenta pendiente con el tema defensivo, y en estos dos últimos partidos lo saldamos, haciéndonos fuertes a partir de la defensa”, analiza.
La solidez en la marca será un punto clave para Los Tarcos frente a Jockey de Rosario, que viene con la confianza por las nubes: no cualquiera es capaz de golear a un equipo duro como Cardenales. “Hay que cuidarse de hacer penales, porque tienen un pateador que la mete desde todos lados”, advierte Portillo.
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