“Hay que rotar los cultivos para conservar los suelos”

“Hay que rotar los cultivos para conservar los suelos”

Técnicos del INTA destacan el estado de los cultivos y plantean la necesidad de evitar los monocultivos.

UN PROBLEMA. El monocultivo de la soja no ayuda a cuidar el capital suelo.  UN PROBLEMA. El monocultivo de la soja no ayuda a cuidar el capital suelo.
07 Mayo 2016
Con el cuarto abril más lluvioso registrado desde 1970, en el norte de la región Pampeana la cosecha de los granos está retrasada por la falta de piso, una demora que se traduce en pérdidas de producción y calidad. En este contexto, técnicos del INTA proponen sumar cultivos a los sistemas actuales de producción y analizan las mejores estrategias para mejorar la estructura y las propiedades de los suelos. Los cultivos de cobertura, una estrategia que aporta sustentabilidad a los sistemas productivos.

Héctor Espina, director nacional del INTA, analizó la problemática de la región: “si bien estamos en un año excepcional, cuando uno toma los promedios históricos de lluvias no hay un cambio significativo, el problema aparece con los cambios que se dieron en los sistemas de producción”.

La soja no es culpable

En este sentido, aclaró: “no se puede decir que la soja es la culpable, en todo caso hay que hablar del monocultivo de la oleaginosa”. Por lo que “es necesaria la rotación de cultivos para conservar el capital suelo”, aseguró.

De hecho, el director del INTA puso el foco en la incorporación de los cultivos de invierno, como el trigo, a los sistemas agrícolas. “Las obras de infraestructura, como los canales que ayudan a conducir el agua de la superficie, son importantes”, expresó.

“Sin embargo, en el caso puntual de lugares con pendientes muy débiles como la zona pampeana, esas obras ayudan a sacar el agua de la superficie pero no el que está en las napas”, aclaró.

La incorporación del trigo en los esquemas de doble cultivo resulta fundamental debido a que absorbe hasta 500 milímetros de agua. “Donde hay doble cultivo con trigo, se nota cómo baja gradualmente la napa”, ponderó Espina.

Sustentabilidad

Por esto, para lograr mayor sustentabilidad de los sistemas productivos pampeanos, “la incorporación de cultivos de invierno como trigo, cebada o centeno deberán ser parte de los planteos agrícolas para la campaña que se inicia”, recomendó Fernando Martínez, jefe de la agencia del INTA en Casilda (Santa Fe).

“Esta primavera, toda la región debe estar pintada de verde”, insistió. Esto significa incorporar alguna gramínea como cultivo de cobertura. “Nos permitirá consumir excesos de agua, competir con malezas de difícil control y mejorar las condiciones físicas y químicas de los lotes”, expresó.

De acuerdo con el jefe del INTA Casilda, el modelo productivo predominante en la región es el monocultivo de soja. “Se desarrolla sobre suelos desnudos, después de largos barbechos de 6 a 7 meses de duración y en el que se aplican escasas dosis de fertilizantes”, señaló.

De hecho, en los últimos años más del 70 % de los suelos de la región pampeana son destinados a la siembra continua de soja, un cultivo que produce poca cantidad de rastrojos y raíces, de rápida descomposición.

En este sentido, Martínez expresó que el monocultivo con la oleaginosa impide la infiltración de gran parte del agua. De hecho, un estudio realizado en el centro sur de Santa Fe analizó el consumo de agua del cultivo en comparación con el promedio anual de lluvia en la zona.

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