Antes y después del punk, Pop

PRODUCTORES: Josh Homme. GENERO: garage rock, art rock. DURACIÓN: 42’. SELLO: Loma Vista.

MUY BUENO

¿Se pueden hacer 17 discos y todavía sonar innovador? Sí, o al menos Iggy Pop puede y eso hace con su última producción, que es emocionante en muchos sentidos. El principal es que con “Post Pop Depression” parece cerrar un ciclo que comenzó en 1977 con “Idiot” y “Lust for life”. Ambos trabajos fueron producidos por David Bowie y marcaron una gran época del art rock que estaría llegando a su final ahora, con la presentación de este disco y “Blackstar”, el trabajo con el que se despidió de este planeta el autor de “Space Oddity”.

Es emocionante también porque las letras y la voz de James Newell Osterberg Jr. (nombre real de Iggy) conjugan ira, tristeza y una potencia punk que cada vez se escucha menos. Al cantante estadounidense se le acoplan Josh Homme y Dean Fertita, de Queen of de Stone Age, en guitarra y bajo y Matt Helders, de Arctic Monkeys, en batería. Homme además estuvo a cargo de la producción. La banda logra adaptarse increíblemente bien a los vaivenes emocionales del cantante de 68 años, creando una pieza de alta calidad, cruda y con una buena dosis de rock del muy bueno.

Mientras que algunos temas del disco remiten a Bowie, como “German days”, otros son la mejor versión de Pop. “American Valhalla”, quizás el mejor tema del disco, conjuga un xilofón con un potente bajo y el ícono del proto punk repitiendo “no soy más que un nombre”; mientras que todo lo contrario se demuestra a través de los nueve temas que, insinuó, serían los últimos de su carrera. “Paraguay”, el último tema del disco, termina con el artista gritando contra la tecnología y la sociedad enferma, de la que está harto. Él se va a Paraguay, donde todavía hay personas, a comer tamales y “a sanarse”. Lo grita con tanto sentimiento, que cuando se acaba el disco, uno no sabe si quiere formar una banda punk o acompañarlo.