Tucumán, un buen anfitrión

Tucumán, un buen anfitrión

La organización del torneo dejó impresiones positivas.

GOLPE. Quedar entre los cuatro mejores del país no fue suficiente para los “Naranjitas”, que le apuntaban a la corona. prensa uar GOLPE. Quedar entre los cuatro mejores del país no fue suficiente para los “Naranjitas”, que le apuntaban a la corona. prensa uar
19 Abril 2016
La caravana del Argentino Juvenil M18 se fue dejando a Buenos Aires otra vez en la cima y a los “Naranjitas” con el amargo sabor de un cuarto lugar que, sin ser una mala cosecha, no respondió a sus expectativas iniciales. Pero si desde lo deportivo el resultado no fue el esperado, desde lo organizativo sí se puede hablar de triunfo. Así lo sostiene Carlos Zelarayán, quien estuvo a cargo de la coordinación general del Concentrado que le dio cierre al torneo.

“Por suerte salió todo muy bien Todas las delegaciones nos agradecieron mucho por la atención. También recibimos felicitaciones por parte de las autoridades de la UAR y de las diferentes uniones que participaron. Estamos muy conformes. A todas las delegaciones se las acompañó y se las atendió por igual. En esa tarea contamos con la colaboración de jugadores de clubes locales y de alumnas de la cátedra de rugby de la Facultad de Educación Física”, resaltó.

Era tanto lo que había que atender durante los seis días del Concentrado y tan grande el margen de error, que el trabajo lógístico se inició ya desde diciembre. “De acuerdo a las listas de buena fe, hubo más de 400 jugadores en Tucumán durante el torneo, y la cifra supera los 700 si se incluyen a los demás miembros de las 16 delegaciones: entrenadores, managers, preparadores físicos, autoridades, prensa, etcétera. A eso hay que sumarle la gran cantidad de padres que vinieron desde otras provincias a ver a sus hijos, sobre todo a partir del miércoles. Fue sorprendente la cantidad de público que asistió a las tres jornadas”, enfatizó.

Una de las cuestiones que hubo que cambiar “sobre la marcha” fue el escenario. Aunque estaba previsto jugar la primera fecha en Universitario, la segunda en Lince y la tercera en Tucumán Rugby, por diferentes motivos (entre ellos, el climático), al final todo se jugó en Silvano Bores al 800. “Mucha gente de afuera estaba admirada por el estado de la cancha principal de Lince. Se bancó 12 partidos y no se le veía ni una mancha, a pesar de que el domingo llovió todo el día”, destacó.

“Tampoco se registraron accidentes graves, gracias a Dios. Sólo algunos golpes y lesiones de hombro, pero la cobertura médica funcionó muy bien”, cerró Zelarayán.

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