Reciben 100 consultas nuevas por mes sobre violencia machista

A veces porque el último golpe, grito o insulto fue la gota que desbordó el vaso; otras porque los mismos hijos, hartos de la situación que se vive en la casa, amenazan con irse o con denunciar ellos mismos y - en algunos casos- porque se reconocen en los relatos de otras mujeres que también fueron víctimas de violencia. Más allá de los motivos que las impulsan, son más las mujeres que se acercan a entidades públicas para denunciar su padecimiento.

En el Observatorio de la Mujer de Tucumán ingresan 100 consultas nuevas por mes de mujeres víctimas de violencia machista, y hace una 400 entrevistas de seguimiento de casos que ya vienen trabajando. Algunas de ellas son derivadas de la Justicia (denuncias traemitadas por la Oficina de Violencia Doméstica, de la Corte Suprema), otras son denuncias hechas ante la Policía (en la comisaría de la Mujer, Don Bosco 1886) y hay quienes se acercan espontáneamente. No sólo mujeres víctimas, sino también madres, hermanos o hijos de las afectadas se acercan a consultar, explica Eva Fontdevila, coordinadora de la entidad.

"Es significativo que muchas de las que se acercan son mujeres jóvenes, que denuncian situaciones violencia desde etapas tempranas, incluso desde el noviazgo; y adultas mayores que sufren agresiones de larga data. En la mayoría de los casos se trata de violencia psicológica y física, pero también se denuncia violencia sexual y económica. Aún no contamos con muchas denuncias sobre violencia laboral u obstétrica", contó Fontdevila.

El incremento de la cantidad de denuncias se debe a que las mujeres ya no están dispuestas a soportar humillaciones, pero también a que hay un mayor nivel de conciencia. "Nos sucedió con el programa 'Ellas Hacen', al que ingresaban mujeres con tres hijos o más, y que también tenía un cupo para víctimas de violencia. Cuando hicimos un relevamiento, encontramos que más de la mitad de las beneficiarias necesitaba apoyo en ese ámbito, aunque no lo hubieran denunciado al principio", relató la coordinadora del Observatorio.

Un paso fundamental para detectar y empezar a trabajar sobre el tema de violencia es el reconocimiento y la visibilización del hecho. "Le pudimos poner un nombre, ahora dentro del sistema de salud, un médico puede reconocer si una mujer que lleva con traumatismos es víctima de violencia de género y así se inscribe y se denuncia", explicó.

Una de las maneras más importantes de combatir la violencia machista, consideró Fontdevila, es lograr el empoderamiento y la autonomía económica y subjetiva de las mujeres. Eso se logra, básicamente, con un acompañamiento material.