Más de 100 policías realizaron un control en cercanías del carnaval de Ranchillos

Más de 100 policías realizaron un control en cercanías del carnaval de Ranchillos

Decenas de vehículos quedaron secuestrados por no superar el test de alcoholemia o no contar con la documentación pertinente.

HICIERON VARIOS VIAJES. Durante toda la tarde y buena parte de la noche, las grúas fueron y vinieron cargadas con autos, camionetas y motos. LA GACETA / FOTOS DE FLORENCIA ZURITA HICIERON VARIOS VIAJES. Durante toda la tarde y buena parte de la noche, las grúas fueron y vinieron cargadas con autos, camionetas y motos. LA GACETA / FOTOS DE FLORENCIA ZURITA
01 Febrero 2016
Los infractores no fueron los únicos sorprendidos por el enorme despliegue policial en los alrededores del club San Antonio de Ranchillos. Varios automovilistas se detuvieron a fotografiar con sus teléfonos celulares las grúas que iban y venían repletas de vehículos secuestrados, o el despegue del helicóptero del 911 que cada tanto levantaba vuelo para vigilar la zona.

El operativo, que comprometió a más de 100 policías, tuvo un solo objetivo: evitar que se produzcan delitos o accidentes de tránsito en el horario del tradicional baile de carnaval que se realiza en Ranchillos cada domingo de febrero, todos los años. El trabajo comenzó a las 15 y se extendió hasta pasada la medianoche.

“Se hizo un corredor de seguridad que va desde el empalme de la ruta 9 con la 302 hasta el carnaval de Ranchillos”, indicó el comisario Héctor Vera, quien asumió el rol de jefe del operativo. Los policías de la Provincia se dividieron en cuatro puestos de control a lo largo de la 302, con el apoyo de la Policía Federal y Gendarmería Nacional, además de inspectores de Transporte y del IPLA (Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo).

“No hay forma de saltear un control para llegar a Ranchillos”, advirtió el secretario de Seguridad Paul Hofer, quien también adelantó que el operativo se repetirá cada domingo hasta que finalicen los bailes de carnaval.

Tránsito

Las hileras de vehículos con la faja de “alcoholemia” se extendían hacia ambos costados de la ruta 302. Sobre el pavimento, algunos policías les pedían a los conductores que aguardaran mientras que un empleado de la Secretaría de Transporte les acercaba una pipeta para medirles el alcohol en sangre. Los que superaban la prueba podían continuar el viaje. En caso contrario, el rodado quedaba secuestrado.

“Llama mucho la atención la cantidad de taxistas con alcoholemia. También se vieron situaciones insólitas, como la de una embarazada con alcoholemia positiva”, comentó el secretario de Transporte Benjamín Nieva, sorprendido. “La gente muchas veces se ofusca con el personal y busca alguna influencia, quiere que se le libere el vehículo de cualquier forma, esa es la sociedad con la que estamos luchando”, lamentó el funcionario.

Los conductores de autos, camionetas y motos a quienes se les detectó más de los 0.5 gramos de alcohol por cada litro de sangre permitidos circulaban en ambos sentidos: algunos volvían del baile y otros recién estaban en camino.

Otras de las exigencias en los puestos de control era el uso de casco, en el caso de los motociclistas, y la presentación de tarjeta verde o azul, carnet de manejo y Verificación Técnica Vehicular. “El gobernador (Juan Manzur) está muy preocupado por la seguridad vial y nos dio instrucciones precisas de que aceleremos este trabajo de prevención, que seamos muy rigurosos y que hagamos mucha concientización”, aseguró Nieva.

Alcohol

Otra de las aristas del operativo fue la venta de bebidas alcohólicas. Para ello, el IPLA afectó a 18 inspectores, que salieron a realizar los controles acompañados por dos policías. “Hacemos hincapié en la venta ambulante y la venta a menores de edad, que están prohibidas. Básicamente controlamos que (los vendedores) cuenten con la documentación exigida por la ley”, explicó el titular del IPLA Esteban Sosa Piñeiro.

La principal infracción fue detectada dentro del club San Antonio, donde se realizaba el baile. “Se constató que en la cantina les estaban vendiendo alcohol a menores de edad. Por la cantidad de gente que había no era conveniente proceder a la clausura, pero ya se labró un acta”, advirtió el funcionario.

Drogas

Los principales buscadores de drogas fueron expertos de cuatro patas. “Gendarmería y la Policía Federal aportaron perros de la división Canes para detectar drogas”, comentó Paul Hofer. También estaba el personal de la Digedrop, que se encargaba de labrar actas y pesar las cantidades secuestradas. Solo una persona fue demorada por llevar estupefacientes, pero los policías consultaron a la Justicia y no se ordenaron medidas privativas de la libertad por tratarse de una pequeña cantidad, para consumo personal.

Anoche, cuando todavía faltaban dos horas para la finalización del operativo, ya había 60 vehículos secuestrados, 11 de ellos por alcoholemia y el resto por infracciones a la Ley de Tránsito. Además, ocho personas se encontraban aprehendidas por contravenciones.

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