El parque Guillermina es el vaciadero de los “carritos”

El parque Guillermina es el vaciadero de los “carritos”

La municipalidad pidió tiempo para averiguar de qué se trata. Los vecinos hacen cortar el césped. Queman basura.

- MONTAÑAS DE ASERRÍN. Varios montículos de aserrín se distribuyen por distintos lugares del parque, hacia el lado del Canal Sur. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO. - MONTAÑAS DE ASERRÍN. Varios montículos de aserrín se distribuyen por distintos lugares del parque, hacia el lado del Canal Sur. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.
25 Noviembre 2015
El parque Guillermina tiene cara y contracara. La primera está limpia y con el césped bien cortado. La segunda está al fondo, hacia la diagonal y las calles boulogne Sur Mer y Lavalle, cerca de los barrios La Mago y Batalla de Tucumán. Es así que quienes van a caminar o a correr por el parque sólo pueden llegar hasta donde comienza el área de la basura. De ahí en más es tierra de vaciaderos, donde los dueños de carritos tiran sus cargas de escombros, aserrín y basura. El olor es nauseabundo y para evitar la proliferación de las moscas los vecinos hacen fogatas con los desperdicios con el peligro de que se produzca un incendio. Las nuevas autoridades municipales no están enteradas todavía de lo que allí sucede. Pero vecinos ya no saben a quién pedir ayuda.

Por las calles paralelas que bordean el parque y limitan con los barrios La Mago y Batalla de Tucumán el camión recolector de basura no pasa desde hace tres semanas, calcula Irma Díaz, que vive en el barrio Batalla, sobre la calle Lavalle. “Viene la municipalidad y corta el césped de todo el parque pero no llega hasta esta parte, que también le corresponde y que da al frente de nuestras casas. Nosotros le tenemos que pagar al empleado unos $ 50 - y a veces más, cuando están más altos los yuyos- hasta $ 70, para que nos corte el pasto”, cuenta la vecina. “Nosotros los corremos a los carritos cuando vienen a tirar basura por aquí, pero apenas nos descuidamos ya están tirando basura de nuevo”, se queja.

Gisela Villafañe, vecina de Irma, cuenta exactamente lo mismo. “Cuando no quemamos la basura entra toda esa hediondez a nuestras casas”, agrega. “Un vecino hizo gestiones para que nos pongan los container, la municipalidad viene cada cinco días, pero ahora llevan dos o tres semana sin venir”, protesta.  

LA GACETA se comunicó telefónicamente con el nuevo director de Espacios Verdes, Marcelo Alonso de la Municipalidad quien todavía no tenía conocimiento de la situación. “Déme tiempo a que lo chequee, no conozco de lo que me habla”, se disculpó. Sin embargo, ayer se había publicado en nuestro diario una carta del lector Daniel Arturo Dergham, que ponía sobre aviso de la existencia de basurales en el parque Guillermina.

Pedro Martínez y Víctor Hugo Guardia, de la ONG Conciencia Ambiental, afirman que vieron carritos y hasta camionetas 4 x 4 tirar basura al fondo del parque Guillermina. “La misma municipalidad va con el camión y arroja ahí los desperdicios. Después los empleados se bajan del vehículo y prenden fuego para deshacerse de la basura. No nos han contado, nosotros lo hemos visto”, aseguran Martínez y Guardia. Cuando LA GACETA llegó al lugar el camión de la Municipalidad se retiraba y la basura seguía humeando.  

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