Aprobarían el cambio de sexo de una ex novicia

Aprobarían el cambio de sexo de una ex novicia

Según fuentes tribunalicias, la Sala V ya le concedió ese derecho a otra condenada. La hermana de la víctima exige que, si cambia de género, vaya a Villa Urquiza Evalúan el pedido formulado por Nélida Fernández, condenada por el homicidio de la docente Betty Argañaraz en 2009.

SOLICITUD. La ex novicia Nélida Fernández (saco blanco) solicitó a la Justicia que le permita cambiar de género.  la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso (archivo) SOLICITUD. La ex novicia Nélida Fernández (saco blanco) solicitó a la Justicia que le permita cambiar de género. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso (archivo)
16 Noviembre 2015
Nélida Fernández, una de las ex novicias condenadas en 2009 por el crimen de la docente Beatriz “Betty” Argañaraz, lleva nueve años en la cárcel y desde ese momento viene consiguiendo todo lo que pide. En 2013, logró que la Justicia le conceda la posibilidad de casarse con Susana Acosta, la otra ex monja con quien fue condenada a cumplir 20 años de prisión por el asesinato de la maestra. Y ahora, estaría cerca de conseguir que se le permita cambiar de género, solicitud que ya está siendo evaluada por la Sala V de la Cámara en lo Penal.

La petición había sido formulada el jueves por la ex novicia y fuentes judiciales consultadas ayer por LA GACETA dijeron que no habría impedimentos para que Fernández pueda cambiar de género.

La Sala V está integrada por los vocales Juana Francisca Juárez y Emilio Páez de la Torre y tiene a su cargo la ejecución de sentencia de Fernández y Acosta quienes purgan su pena en la cárcel de mujeres que está ubicada en Banda del Río Salí.

Las fuentes confirmaron que en la Sala V ya hay un precedente en el que un condenado solicitó el cambio de sexo y que, en esa ocasión, se le concedió su pedido.

“La identidad sexual es un derecho. Es por eso que se considera que no habría inconvenientes en que se haga lugar a este pedido. Lo que sí se deberá evaluar es dónde permanecerá alojada porque Fernández no cumplió ni siquiera la mitad de su pena y el sistema carcelario todavía no cuenta con unidades especiales para alojar a estos sentenciados”, explicaron los voceros de la Justicia.

Las fuentes tribunalicias también dijeron que, en el caso precedente, se decidió que el condenado permanezca alojado en una área particular de la cárcel de mujeres.

Sobre el pedido presentado ayer por Liliana Argañaraz, hermana de la víctima, quien solicitó que Fernández sea trasladada de la cárcel de mujeres a Villa Urquiza (en el caso de que se le conceda el cambio de sexo) las fuentes consultadas señalaron que el planteo deberá ser evaluado porque ella no tiene el rol de querellante.

Argañaraz realizó esta presentación patrocinada por el abogado Leonardo Coria quien presentó un escrito para que la Sala V tenga en cuenta la postura de la hermana de la víctima que continúa expectante a los resultados de la búsqueda del cadáver de “Betty”, desaparecida desde el 31 de julio de 2006 y cuyos restos todavía no fueron encontrados.

Perseverancia

Liliana Argañaraz recorre los pasillos de tribunales desde que las ex novicias fueron condenadas esperando que la Justicia la ayude a encontrar los restos de su hermana.

Este año se encendió una luz de esperanza en su incansable búsqueda cuando surgió la posibilidad de que los restos de “Betty” estuvieran enterrados en una tumba en Santiago del Estero. Sin embargo, la mujer dijo que hubo muchas demoras hasta que finalmente se concretó la exhumación de los restos hallados en la provincia vecina.

“Mientras que ellas (por las ex novicias) están juntas en la misma cárcel y se apoyan entre sí para no decir qué hicieron con el cuerpo de mi hermana. Tengo que soportar reiteradas amenazas en las que me dicen que sí sigo insistiendo en encontrarla voy a terminar igual que ella”, remarcó.

La hermana de “Betty” dijo que periódicamente recibe llamadas telefónicas intimidantes y que desde hace unas semanas dispararon contra su casa. “Ya no sé qué pensar. Pero todas las amenazas que recibí las denuncié en la Policía. Habían asignado una consigna policial para custodiar mi casa, pero ya la sacaron. Me sorprende que estas mujeres todavía, a pesar de estar detenidas, tengan la capacidad para hacer estas amenazas. Por la única causa que pisé tribunales es por la desaparición de mi hermana. No estoy vinculada con ninguna otra causa penal y si no es alguien de su entorno; ¿entonces quién puede ser?”, reflexionó.

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