Emoción y reclamos en el primer “menú” del comedor universitario del centro Prebisch

Emoción y reclamos en el primer “menú” del comedor universitario del centro Prebisch

Un grupo nutrido de estudiantes organizó una olla popular para exigir que más comensales puedan beneficiarse y no sólo 150 por día Luego de casi cuatro décadas de reclamos del movimiento estudiantil, la Universidad Nacional de Tucumán volvió a ofrecer el beneficio. El plato, a $ 18.

ESTRENO. Ángeles y Matías disfrutaron del almuerzo en el debut del nuevo comedor universitario.  la gaceta / fotos de antonio ferroni ESTRENO. Ángeles y Matías disfrutaron del almuerzo en el debut del nuevo comedor universitario. la gaceta / fotos de antonio ferroni
13 Noviembre 2015

Matías Sbrocco dejó su mochila en el piso, se acomodó en la mesa y corrió una silla para que se sentara su novia. Recibió uno de los primeros platos del comedor universitario que funciona en Filosofía y Letras, en el Centro Prebisch. Estaba sonriente y no era para menos. Los tres comedores de la UNT se cerraron definitivamente el 2 de abril de 1976, por decreto del entonces interventor militar Eugenio Antonio Barroso. Casi 40 años más tarde, luego de décadas de lucha estudiantil, se recuperó el beneficio que supo estar a disposición de la comunidad universitaria.

“Estudio Educación Física. Esto es otra cosa, ya no tengo que traer la comida de casa y calentarla en el microondas de mi facultad”, comentó Sbrocco. “Es una ayuda enorme para nosotros”, agregó Ángeles Soria apenas se sentó. Cursan primer año y se conocieron en las aulas.

Estudiantes, militantes, no docentes, docentes, autoridades de la facultad y funcionarios de Rectorado circulaban por entre las sillas de lo que en un momento se denominó “aula bar”. Ninguno quería perderse el momento en que comenzaron a repartirse los primeros platos.

El comedor beneficia a alumnos de Psicología, Filosofía y Letras, Odontología y Educación Física. Tiene capacidad en su primera etapa para 150 comensales. “Estamos muy emocionados, pero comprendemos de las limitaciones físicas que nos impone el espacio. Es un puntapié”, comentó la decana de Filosofía y Letras Mercedes Leal. El acto oficial se realizará en 2016, informaron las autoridades.

Judith Rivadeneira, una de las seis empleadas de la cocina, mantuvo una sonrisa amplia a pesar del sopor agobiante de las hornallas. “Se trata de una gran experiencia. Estábamos ansiosos de comenzar a servir los platos; desde las 11.30 que teníamos todo listo”, explicó. En ese espacio funcionó por décadas el bar de esa casa de estudios, hasta su cierre en 2004. Por 15 años, el sitio pasó a ser empleado como aula, ante la falta de espacios. El mismo lugar fue reacondicionado para su nuevo propósito, gracias a fondos de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación (SPU). Más de un $ 1 millón fue destinado a remodelamiento y mobiliario. El proyecto fue presentado por una comisión conformada tras los reclamos de los estudiantes en 2013.

En una de las mesas charlaban Sergio Aragón y Marcos Mollerach, secretario y subsecretario de Bienestar Universitario. “Presentamos tres proyectos de comedores, para la ex Quinta Agronómica, Ciencias Naturales y aquí en el centro Prebisch. Obtuvimos los fondos de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación para aquí”, explicó Mollerach. Dos proyectos de reglamentación de funcionamiento esperan aún ser tratados por el Consejo Superior. “Se trata de un puntapié inicial hasta lograr más fondos. Hasta diciembre funcionará con recursos propios de la UNT. Esperamos destrabar subsidios nacionales para bajar el costo de cada plato y aumentar la capacidad, sirviendo 800 platos en cuatro turnos”, explicó el funcionario.

“Hijos del Tucumanazo”

Un grupo importante de estudiantes festejó la inauguración, pero para ellos se trató de una victoria a medias de la lucha estudiantil, que en su último pico protagonizó la toma de cinco facultades por 53 días en 2013.

Para muchos de los que participaron de ese proceso, la reapertura es histórica, pero centraron su reclamo en la falta de equidad: 150 platos no bastan para satisfacer las demandas de estudiantes, docentes y no docentes, contaron. Reclamaron la apertura de comedores para las facultades de la ex Quinta Agronómica, para las que funcionan en el centro y para la sede de Aguilares. Mientras un grupo ultimaba detalles en la preparación de una olla popular, un par de docenas de alumnos pegaban afiches para reclamar por una política universitaria de comedores.

“Repudiamos la dinámica con la que está funcionando en este momento el comedor, ya que contradice en muchas manera lo que habíamos acordado en el proyecto del comedor de 2013. Estamos luchando una de las grandes batallas para la educación pública: que no haya cupos ni para ingresos ni para poder comer en un comedor”, reclamó Priscila Hill, estudiante de Letras. De dos asambleas surgió la iniciativa de organizar una olla popular, ofreciendo un menú a $ 8.

El momento de mayor emoción se produjo cuando el colectivo fijó una placa sobre el dintel del ingreso principal, bautizando la cocina “Mario Corbera”, en honor al militante de base de la Darío Santillán y estudiante de Historia. Fue quien cocinó a lo largo de las protestas de 2013. Él falleció en un accidente de tránsito en diciembre de ese año. Al momento de fijar la placa, con la emoción apretando por dentro, la multitud evocó los cánticos que condujeron al logro, y reclamó por más reivindicaciones: “alerta, alerta, alerta que están vivos todos los ideales de los desaparecidos” y “caminan por las calles los hijos del Tucumanazo”. El primer día del flamante comedor coincidió con el Tucumanazo que tuvo lugar entre el 10 y el 14 de noviembre de 1970, cuando el reclamo logró la apertura de dos sedes, en calle Ayacucho al 800 y en la ex Quinta Agronómica.

El comedor, que en un principio estuvo repleto de comensales que almorzaron más temprano, volvió a colmarse de estudiantes con bandejas de la olla popular. Llevaban en su pecho, pegado con cinta, la consigna: “Yo soy el plato 151”. En el pasillo central se improvisó un mesón para servir el almuerzo a los manifestantes. Enfrente, Guillermina García, que trabajó en el antiguo bar entre 1984 hasta su cierre en 2004, pedía que se aprobara el proyecto estudiantil en el Consejo. Entre otros puntos, solicitaba que ella, que lleva 10 años vendiendo café en el ingreso, sea contratada como cocinera.

Sobremesa

Menú versus menú.- El primer almuerzo del comedor fue milanesa con puré, más budín de pan de postre. La segunda oferta era tortilla de zapallitos. Los estudiantes de la olla popular sirvieron albóndigas con ensalada y naranja de postre.

Seguridad trajeada.- Junto a los funcionarios de Rectorado que acudieron al primer día del comedor, acompañaron tres no docentes abocados a tareas de seguridad.

la última toma.- Entre el 27 de agosto y el 19 de octubre de 2013, cinco facultades estuvieron tomadas. Sus cuatro banderas principales eran la declaración de la emergencia en violencia de género, sexual y doméstica; la apertura de comedores universitarios, boleto educativo para el transporte público y justicia por dos denuncias de abuso sexual ocurridos cerca de la Facultad.

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