“El robo de documentos no frenará las reformas”

“El robo de documentos no frenará las reformas”

Francisco aseguró que los escándalos no lo distraerán de sus esfuerzos por lograr que mejore la situación interna en el Vaticano El Papa cuestionó el hecho y pidió a los fieles que recen por la Iglesia.

BENDICIÓN. Francisco saludó a los feligreses en la plaza de San Pedro. reuters BENDICIÓN. Francisco saludó a los feligreses en la plaza de San Pedro. reuters
09 Noviembre 2015
CIUDAD DEL VATICANO.- Habló por primera vez sobre el hecho y se expresó con firmeza. El papa Francisco calificó como un crimen deplorable la filtración de documentos confidenciales del Vaticano, pero advirtió que eso no lo distraería de sus esfuerzos para continuar con las reformas iniciadas en la Santa Sede.

El caso de las filtraciones es uno de los mayores escándalos internos que han sacudido al pontificado de Francisco. Recuerdan al “Vatileaks”, hecho ocurrido en 2012, antes de la renuncia del papa Benedicto XVI (se cree que esto contribuyó a que el expontífice tomase la decisión de retirarse a principios de 2013).

Las palabras de hoy fueron los primeros comentarios públicos que hizo el Papa sobre las filtraciones, y fue motivo para pedir, una vez más, a los fieles, que recen por el bien de la Iglesia.

“Quiero decirles que este triste hecho no me distrae de la labor de reforma que estamos llevando a cabo con el apoyo de mis colaboradores y de todos ustedes”, dijo ayer a decenas de miles de personas en la plaza San Pedro durante su habitual bendición de los domingos.

La semana pasada dos personas fueron arrestadas bajo sospecha de haber entregado a periodistas documentos confidenciales del Vaticano. Uno de los arrestados es un funcionario de alto rango de la Santa Sede. La otra, una mujer italiana que trabajaba en relaciones públicas. Ambos, presuntamente, filtraron los documentos a los autores de dos nuevos libros.

Los detenidos eran miembros de una comisión que Francisco creó varios meses después de su elección, en marzo de 2013, para asesorarlo sobre las reformas administrativas y financieras en la Santa Sede. Cuando se anunciaron los arrestos, la Santa Sede manifestó que las filtraciones eran una grave traición a la confianza otorgada por el Papa a los miembros de la comisión.

Ya se ven los frutos

“Robar esos documentos es un delito. Es un acto deplorable que no ayuda”, sostuvo el Pontífice, y agregó que no había necesidad de filtrarlos debido a que los cambios se están llevando a cabo. “La Iglesia se renueva con la oración y con la santidad cotidiana de cada bautizado”, enfatizó.

“Yo mismo encargué ese estudio y junto a mis asesores ya conocemos bien todos esos documentos, y se tomaron medidas que han comenzado a dar sus frutos”, agregó.

La comisión completó su trabajo el año pasado y entregó su reporte al Papa, quien posteriormente hizo cambios en la administración del Vaticano. Entre otras reformas, se creó un nuevo ministerio de economía y se les dio mayor poder a los reguladores financieros del Vaticano. (Reuters)

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