Parker, "Manu" y Duncan, tres viejos eternos

Parker, "Manu" y Duncan, tres viejos eternos

El trío más ganador en la historia de la NBA, Parker- Ginóbili-Duncan, sigue vigente.

05 Noviembre 2015

Daniel García Marco - DPA

Llevan años siendo viejos y al final de cada temporada los profetas anticipan su despedida. Algún día será cierto, pero mientras tanto, Tim Duncan, Tony Parker y “Manu” Ginóbili se han convertido en el trío con más triunfos en la historia de la NBA y siguen siendo la columna vertebral de un candidato al título.

“Recuerdo que en 2007 ya decían que éramos viejos”, suele decir Ginóbili, la tercera pieza del trío de San Antonio Spurs que el domingo logró 541 triunfos en la liga regular, superando a Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish con Boston Celtics.

Todo empezó en San Antonio en la temporada 2002-2003, cuando a Duncan y Parker se les sumó Ginóbili, seleccionado en el puesto 57 del draft en 1999, pero que se terminó de formar como jugador en Italia. Para entonces, San Antonio ya era la franquicia de Duncan, número uno del draft de 1997 y artífice del título de 1999 junto a David Robinson.

Gregg Popovich, que dirige el equipo desde 1996, siempre se sacude los méritos. “No sé nada de innovación. Mi innovación es haber elegido en el draft a Duncan. Fin de la historia”, afirma sobre un jugador que con 39 años sigue siendo el alma de la dinastía Spurs.

En la temporada 2001-2002 se sumó un joven francés talentoso pero inmaduro de 19 años, Parker, elegido en el número 28 del draft y convertido ahora, con 33 años, en uno de los mejores bases de la NBA.

Luego apareció el intuitivo Ginóbili, que entonces tenía el pelo largo. “Tuve que aprender a callar y a dejar de dirigirlo, porque si lo pones en una jaula, pierdes su ventaja”, sostiene Popovich, que con el argentino de 38 años habla de táctica y de vinos. La relación con Parker es más paternal, mientras que Duncan es una especie de socio.

Cuatro anillos

Llevan juntos 14 años y han ganado los anillos de 2003, 2005, 2007 y 2013. También tienen el récord de victorias en play-offs tras haber superado al trío de Los Angeles Lakers formado por Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper.

“No puedo creer que hayan encajado de esta manera”, repite desde hace tiempo Popovich, el gran responsable de la química entre un gigante de Islas Vírgenes con cara de aburrido, un francés afable y un argentino impredecible.

“Es difícil mantener algo durante tanto tiempo. Esto demuestra el carácter de estos tres chicos y la capacidad para jugar con cualquiera que les pongan alrededor. Merecen todo el crédito”, señala Popovich sobre los jugadores que van acumulando triunfos, pese a que hace años se les pronostica un final que no llega.

A su vez, los tres atribuyen el mérito a “Pop”. “Siempre se ha preocupado por mí. Ha sido un mentor, una figura paterna. Tengo mucha suerte de tenerlo”, dice Duncan, habitualmente inexpresivo.

Catorce años después, los tres han cambiado su papel en el equipo. Ginóbili, quizás el que más sufre por el desgaste físico, ha visto limitados sus minutos. Los Spurs ya no juegan pelotas al poste para Duncan como en los primeros años. El equipo ahora practica un juego de perímetro, al que ahora se ha sumado el poder interior de LaMarcus Aldridge, el hombre de futuro junto a Kawhi Leonard.

“Al principio no sabíamos que esto pasaría”, afirma Popovich con una sonrisa, recordando las tardías elecciones en el draft de un francés y un argentino desconocidos en Estados Unidos que junto a Duncan han formado quizás el mejor trío de la historia de la NBA.

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