“El azúcar debe volver a ser un negocio”, dijo Fernández

“El azúcar debe volver a ser un negocio”, dijo Fernández

El nuevo ministro de Desarrollo Productivo de la provincia reconoció que debe haber una revisión del esquema tributario.

El nuevo ministro, Juan Fernández.  El nuevo ministro, Juan Fernández.
02 Noviembre 2015
“La política del ministerio será el diálogo permanente con todos los sectores; mantener canales abiertos para analizar la problemática de cada uno y ver qué cosas están impidiendo el desarrollo (...) Cuando no hay diálogo es porque algún canal está roto o alguien no tiene argumento y entonces recurre a quemas de cubiertas o ‘tractorazo’”. Así se presentó Juan Luis Fernández, el nuevo ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, quien se definió como un hombre que no es propenso a las audiencias ministeriales y que tendrá contacto directo con los productores y empresarios.

“Nos debemos un diálogo fluido entre el Estado y los sectores privados para construir un horizonte de mediano plazo que nos permita, al menos, establecer un norte claro y un objetivo común”, dijo a LA GACETA el funcionario, ex presidente del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP), entidad de gestión del comercio exterior. Fernández aclaró que se buscará solucionar las situaciones que estén al alcance de la Provincia y que se gestionarán los reclamos que correspondan ante las dificultades del orden nacional.

-Las malas condiciones de las producciones condicionan el inicio de su gestión, reconocidas por los candidatos presidenciales...

-Scioli es el que está diciendo lo que piensa respecto del horizonte. Macri está diciendo lo que la gente quiere escuchar. De cualquier manera, todas las variaciones que se puedan implementar a nivel macroeconómico serán favorables para la producción. Está claro que tenemos una caída importante de las exportaciones, excepto en la provincia. En Tucumán, hasta agosto se registró un incremento por arriba de un 30% -comparado con el mismo período del año pasado-. La balanza comercial nacional está peor y se deben tomar medidas que mejoren la competitividad.

-¿Qué tiempo tiene para dar respuestas?

-Creo que no hay tiempo. Es una tarea a la que el ministerio se tiene que abocar de manera inmediata. Aunque todo está cambiando permanentemente; la globalización hace que sea dinámico. Lo que hoy es competitivo, mañana puede no serlo. Si no hay innovación rápidamente, uno puede quedarse afuera del mercado.

-¿Los problemas son sectoriales o las dificultades coinciden?

-Hay problemas comunes y específicos de cada producción. Una dificultad común es el bajo nivel de infraestructura. No creo que sea determinante la llamada presión fiscal, debido a que las actividades que necesitaron algún tipo de aliciente, no se quedaron afuera de la contemplación (del Gobierno). La mayoría de las producciones tiene “alícuota cero”. El sector que no accedió fue porque se encontraba en una situación irregular. (Sin embargo) el esquema tributario necesita una revisión y es otro factor común en el escenario local.



-¿Cuál será el objetivo de su meta a mediano plazo?

-Desarrollo productivo no es solo la producción primaria. Productivo es todo aquello que genera riqueza y empleo. Tucumán agrega 15.000 puestos de trabajo por año debido al crecimiento vegetativo, nada más. Si no somos capaces de generar ese empleo anual para mantener la situación, como mínimo, algo estamos haciendo mal. La Provincia tiene que crecer de manera vertical; nuestros productores de soja, maíz, sorgo, poroto son buenos, pero no agregamos valor. Y el agregar valor es donde se pagan los empleos, es decir, necesitamos la mirada industrial de los que son reacios a las inversiones. El sector agropecuario ya no es capaz de sostener a la provincia por sí solo, necesitamos que todos los sectores se industrialicen.

-¿Cuál es la solución para la crisis azucarera actual

-El azúcar debe volver a ser un negocio sustentable en lo económico y en lo ambiental. Hoy no lo es; hay un desorden en todos los ámbitos del sector privado, ya que el Estado, a pedido y anuencia de esta parte, institucionalizó una alternativa de solución como lo fue el Ipaat (Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol, órgano de control de la industria azucarera). Pero el sector privado está en una situación de sálvese quien pueda porque el azúcar no es un negocio. Y ello implica llegar a un 15% en el corte de alcohol en las naftas. Es absolutamente incomprensible que en el orden nacional esto todavía no es una normativa.

-¿Qué planteará a los empresarios, quienes están divididos?

-El sector ha implosionado, más que estar dividido. Cuando el azúcar sea un negocio, la actividad se ordenará sola.

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