Les pidieron que se vayan, pero un legislador se resiste

Les pidieron que se vayan, pero un legislador se resiste

El opositor José Páez dice que aún está trabajando.

TRAYENDO, NO LLEVANDO. Páez transporta papeles, rumbo a su despacho.  la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO TRAYENDO, NO LLEVANDO. Páez transporta papeles, rumbo a su despacho. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
20 Octubre 2015
Entregaron las llaves del despacho y la chapa patente oficial. Se despidieron de sus asesores. Y comenzaron a pensar en una nueva vida -personal y política-, lejos del espejado edificio de Muñecas 951, donde funciona la Legislatura.

Hasta ayer, 39 de los 49 legisladores salientes habían retirado sus pertenencias de sus oficinas. Todas debían estar “liberadas” el viernes pasado. La intención era que se las refaccionara y pintara, a la espera de la nueva conformación del cuerpo colegiado. Salvo por los reelectos, la totalidad de los parlamentarios cumplió con esa directiva. Excepto uno.

“Todavía estoy haciendo cosas, recibiendo cuestiones, trabajando. Además, hemos llegado el 26 de octubre de 2011. Entonces, nos corresponde estar hasta esa fecha”, le contó a LA GACETA José Páez, representante de la Democracia Cristiana, a la puerta de su oficina. El opositor, que no pudo retener la banca en los últimos comicios, aclaró que su intención no es “apropiarse” de ese espacio. “Ya avisé que ejerceré hasta el último momento”, indicó. Y puso como ejemplo un proyecto de ley que presentó el viernes pasado, que propone un régimen de jornada completa para la escuela Juana Manuela Gorriti, de El Naranjo, al este de la provincia.

Con esto, el democristiano demostró que “resistirá” junto a sus asesores en su despacho. Y esas paredes seguirán decoradas hasta último momento con los cuadros de la presidenta chilena Michelle Bachelet, de los papas Juan Pablo II y Francisco, y del propio Páez junto a un grupo de jubilados.

Las oficinas de los legisladores están ubicadas entre el quinto y el séptimo piso del edificio. Cada puerta lleva una placa, en la que se identifica el nombre del provisorio ocupante del lugar. La mayoría de esos rectángulos de acrílico fue removida. Además de la de Páez, sólo continúan las placas de los oficialistas Guillermo Gassenbauer, Sara Assán, Emiliano Vargas Aignasse, Fernando Juri, Andrés Galván y Nancy Bulacio, y de los opositores Fernando Valdez, Ariel García y Alberto Colombres Garmendia. Estos nueve legisladores, contrariamente al caso del democristiano, retuvieron la banca. Así, sólo tendrán que dejar por algunos días sus espacios de trabajo para cederles el lugar a los pintores y los albañiles. Mientras tanto, algunos asesores continúan con sus labores, conviviendo con tachos, lijas y espátulas.

Por su parte, los 40 parlamentarios entrantes esperan con ansias el desembarco en el edificio de Muñecas 951. Algunos tendrán vista a la plaza Urquiza; otros, al estadio de Atlético Tucumán. Para el martes próximo, cuando presten juramento en el Teatro San Martín, tendrán datos concretos acerca de qué despacho ocupara cada uno.

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