Benedicto fue obligado a abandonar el Colegio de Escribanos y se irá a pescar

Benedicto fue obligado a abandonar el Colegio de Escribanos y se irá a pescar

El escribano, ex imputado en causas de lesa humanidad, anticipó que denunciará al titular del Colegio de Escribanos por "negarse a tomarle juramento".

FOTO JORGE OLMOS GROSSO. FOTO JORGE OLMOS GROSSO.
09 Octubre 2015

Luego de pernoctar dos noches en el Colegio de Escribanos, Juan Carlos Benedicto fue obligado por una medida judicial a levantar su protesta y tuvo que abandonar la sede de la entidad. A primera hora de la mañana, el escribano -ex imputado por crímenes de lesa humanidad-, anticipó que desistiría de la medida de fuerza y que denunciará en la Justicia al presidente de la entidad profesional, Marco Aurelio Padilla, por que este -indicó- se niega a restituirle su matrícula.

Benedicto llegó el miércoles a la noche a la sede del Colegio, en Crisóstomo Álvarez al 400, para que se le tome juramento como notario titular del registro N°4 de San Miguel de Tucumán, según indica un decreto 3.077 firmado por el gobernador, José Alperovich, y el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad Ciudadana, Jorge Gassenbauer. Esta mañana, a las 10.30, el esribano y su hermano, el abogado Luis Benedicto, se retiraron de la casona luego de que personal de la Fiscalía N°2 para constatar que se marchaban e indicaron que se irán a pescar hasta definir qué pasos judiciales tomarán.

De acuerdo a la decisión del PE, se le otorga esa escribanía al profesional, que fue absuelto el 13 de diciembre de 2013 en la megacausa Arsenales-Jefatura, acusado de cometer crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar. “Déjese establecido que el escribano Juan Carlos Jesús Benedicto renunció expresamente a eventuales daños y perjuicios que pudiera haberle ocasionado lo dispuesto en el decreto N° 64/14 (MGyJ) del 13 de enero de 2014”, dice el artículo 2. Ese decreto del 13 de enero de 2014, refrendado por Alperovich y por el entonces ministro político Edmundo Jiménez, había dispuesto “la remoción” de Benedicto como titular del registro notarial N° 25, un mes después de que el Tribunal Oral Federal lo absolviera, en un fallo que no está firme porque fue recurrido por los fiscales federales. El registro de Benedicto pasó a manos de su hermana y escribana adscripta, Graciela Benedicto.

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La vieja casona permanece cerrada, con personal de seguridad privada custodiando el ingreso, mientras que policías provinciales aguardan enfrente. En el interior, se encuentran Benedicto junto a algunos familiares. Los empleados que asistieron a su lugar de trabajo, aguardan una resolución al conflicto en un bar de la misma cuadra. El ex imputado en delitos de lesa humanidad, mantuvo un breve contacto con la prensa esta mañana, en el que aseguró que no realiza ninguna actividad irregular al atrincherarse en el edificio, y que lo hace sólo porque aguarda que Padilla se apersone.

El titular de la entidad de escribanos, a su vez, negó anoche las afirmaciones de Benedicto, y sostuvo a LA GACETA que no existe ninguna notificación ni citación formal del Colegio que lo haya convocado a prestar juramento. Denunció el reclamante por la toma del inmueble.

Padilla había precisado que la semana pasada, cuando recibieron el decreto 3.077, el Consejo Directivo evaluó el instrumento y advirtió que había sido adoptado en virtud a un dictamen fiscal cuyos fundamentos no figuran en la disposición del Poder Ejecutivo. Los directivos de la institución advirtieron, además, que el procedimiento decretado “contraviene las disposiciones de la Ley de Escribanos Públicos, en cuanto al acceso a la función notarial”, precisó Padilla. Es decir, no contaba con el acuerdo de la Corte Suprema de Justicia ni tampoco se había llamado a concurso para cubrir la vacante.

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