Al “Maestro” con cariño

Al “Maestro” con cariño

“Roly” fue el jugador que mejor interpretó el paladar futbolístico del “santo”.

 foto de josé alderete foto de josé alderete
26 Septiembre 2015
Jacinto Eusebio Roldán forma parte de la historia grande en la vida futbolística de San Martín. “Roly” o “Maestro”, como es conocido en todos lados, hizo los méritos suficientes para ocupar un lugar preferencial en el corazón del hincha. Por eso no sorprende que en cada encuesta que realice LA GACETA, los fanáticos del club de La Ciudadela siempre lo catapúlten al primer lugar del podio.

Pero los que pocos saben es que Jacinto, de puro rebelde, se hizo futbolista. Su padre quería que fuera boxeador y él, por suerte no le hizo caso. Quizás hubiera brillado en algún cuadrilatero o quizás haya fracasado porque ese deporte no era él suyo. “En el fondo de casa, había una morera grande donde mi padre tenía colgada una bolsa de boxeo. Allí me hacía hacer guantes cuando volvía de la escuela. Por esa obsesión que tenía por el boxeo, me hacía pelear con chicos más grandes que me hicieron sentir su rigor. Pero como mi delirio era el fútbol, cada vez que podía y que él se iba a trabajar, me escapaba al potrero a jugar con mis amigos de la cuadra. Luego él se terminó rindiendo ante mis ruegos y a partir de ese momento me apoyó en mi carrera. Se dio cuenta lo que ya sentía por San Martín”, reconoció.

Sus inicios futbolísticos fueron en los potreros del Barrio San Bernardo, ubicado en Lamadrid al 3100. “Empecé a jugar en el baby fútbol en un equipo que dirigía Alfredo Márquez, uno de los famosos buscadores de jugadores que había en esos tiempos. Él me llevó a jugar luego a los torneos infantiles para Tucumán Central”, dijo sobre sus primeros pasos.

A él le llegó su chance cuando menos lo esperaba. “Jugando para los infantiles de Tucumán Central le ganamos 2-1 a San Martín. Allí, Luis Schiavonne y ‘Catala’ González que, en ese entonces, eran los encargados de los infantiles de San Martín me llevaron al club. Fueron mis descubridores”, aclaró para despejar cualquier tipo de dudas.

Desde ese momentos, todas fueron buenas para Roldán. “A los 13 años empecé a jugar en Sexta división y a los 15 me di el gusto de debutar en Primera. Juro que cuando repaso todo lo que hice en mi vida futbolística, me doy cuenta que logré más cosas que la que jamás soñé conseguir. Soy un agradecido de la vida”, reconoció.

Aunque tiene el álbum de los recuerdos repleto de satisfacciones, como hincha “ciruja” que se siente desde la cuna, Jacinto considera que la emoción más grande que vivió dentro de un campo de juego fue en su debut en Primera frente a Atlético, el rival de siempre, en un clásico, el partido que todos quieren jugar siempre.

“Recuerdo que fue en el 75. En ese tiempo venía jugando en Cuarta, pero ese fin de semana, me hicieron concentrar con el plantel de Primera, aunque sabía que sería suplente. Recuerdo que íbamos perdiendo 1 a 0 y me tocó ingresar en los últimos 15 minutos y convertir dos goles. Pero desgraciadamente ellos nos empataron sobre la hora para terminar 2-2. Ese partido me marcó para toda la vida”, contó.

Entre las cosas más tristes que le toco vivir, Roldán pone en el podio, a la desazón que significó no haber podido jugar en la Selección argentina mayor. “Cada vez que recuerdo esto me pone mal. Fue en el 81, cuando estaban armando el equipo para el Mundial del 82 y César Luis Menotti me tenía muy bien conceptuado. Pero una lesión en la rodilla me impidió practicar cuando me citaron. Estaba tan ilusionado de jugar a ese nivel que me costó superar ese trance tan amargo”, comentó.

Jacinto se considera una persona muy amiguera. “La vida y el fútbol me dieron la posibilidad de conocer grandes amigos, tal el caso de ‘Lito’ Estoquín, un volante central con el que comencé junto las inferiores en San Martín; Roque Martínez, Luis Ricardo Troitiño y José Horacio Maguna a quien tuve el gusto de ver el otro día en el complejo. Pero la verdad que tengo muchos amigos que vistieron otras camisetas y a quienes tuve como rivales dentro de un campo”, dice.

El “Maestro”, pese a todas las alegrías que vivió en su vida con el “santo”, tiene una espina clavada en su pecho: no haber ganado un título nacional con el “santo”. “Cuando nos reuníamos a tomar un café o a cenar con Don Natalio Mirkin siempre nos desvelaba la idea de darle un campeonato de AFA. Cuando mejor estábamos para darnos ese lujo, me vendieron a Colombia y luego Roque (Martínez) se fue al Tolima y ese sueño quedó trunco. Recuerdo que con la plata que entró al club por esas transferencias, llegaron el ‘Coya’ Gutiérrez, Héctor Cejas, el ‘Capo’ Noriega, que formaron aquel equipo que llegó hasta cuarto de final del Nacional 84”, explicó.

Roldán confirma que fue con Roque Martínez con el que mejor se entendió en un campo. “Nos conocíamos tanto que cuando teníamos la pelota, sabíamos que iba a hacer el otro. Lo que cultivamos dentro de un campo, con el tiempo lo consolidamos en la vida. También me gustó jugar con Raúl de la Cruz Chaparro y con el ‘Coya’ Gutiérrez, aunque lo hice en Ledesma”, señaló.

Después de mucho insistir, Jacinto dio a conocer su opinión sobre el equipo ideal que armaron los hinchas. ”En este tipo de cosas, no es fácil coincidir con la mayoría. En el equipo observé grandes jugadores que tuve la dicha de tener como compañero. Seguro que faltarán algunos que hicieron historia en el club, pero es complicado hacer una sola formación con tantos grandes jugadores que lucieron la camiseta en más de 100 años”, dijo.

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