Alario, el joven “millonario” de los goles importantes

Alario, el joven “millonario” de los goles importantes

A los 22 años, el centrodelantero nacido en la santafesina Tostado y criado en Santiago del Estero demuestra que él no duerme la siesta.

TIENE GOL. Alario anotó cinco en 535’ y se metió en el corazón de los hinchas. reuters (archivo) TIENE GOL. Alario anotó cinco en 535’ y se metió en el corazón de los hinchas. reuters (archivo)
13 Septiembre 2015
BUENOS AIRES, (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva.- Un muchacho de armas tomar. “Yo no me muevo, no me quiero ir de acá”, le dijo Lucas Alario con determinación a Marcelo Gallardo en plena pretemporada en Cardales, cuando su pase a River estaba a punto de caerse por un examen médico que sembró dudas sobre su futuro. “Para eso me trajiste”, respondió sin inmutarse días después el ex nueve de Colón ante la pregunta del entrenador sobre si estaba para jugar la semifinal frente a Guaraní, cuando las sombras de Teo Gutiérrez amenazaban el horizonte copero.

A las palabras se las suele llevar el viento. Pero en el caso del “Pipa” se tradujeron enseguida en hechos. Mejor dicho, en goles. Como su vaselina en Asunción para sellar el pase a una final de una Libertadores que River empezó a ganar bajo un diluvio Monumental con un cabezazo que trajo a la memoria las viejas proezas del “Búfalo” Funes y de Hernán Crespo. Como su obra de arte en Mataderos de pecho, sombrero y volea, acompañada de otras dos pinceladas de alta inspiración. Cinco goles en 535 minutos bastaron para meterse en el corazón de los hinchas “millonarios” raudamente, a la misma velocidad y tan certero como en sus resoluciones en el área rival. Y para dar otra prueba de que donde Gallardo pone el ojo, pone la bala. “Nos faltaba terminación en las jugadas y la tuvimos en Alario, que es una referencia de área que genera espacios y también tiene determinación para concretar”, lo caracterizó su “padrino” tras la goleada sobre Nueva Chicago.

A los 22 años, el centrodelantero nacido en la santafesina Tostado y criado en Santiago del Estero demuestra que él no duerme la siesta. Y que más bien “duerme” a los rivales a la primera de cambio, también cuando le toca asistir, como en aquellos gritos clave de Gabriel Mercado y Rodrigo Mora en la ida ante Guaraní.

Si algo impresiona en el protagonista de este cuento de hadas -vale recordar que hace poco más de un año se fue al descenso con Colón y seis meses después fue vital en el ascenso- es su personalidad. “No es fácil ponerse la camiseta de River. Y él lo tomó con naturalidad. Supo que era un cambio fuerte, pero lo hizo naturalmente. Lo demostró y lo va a seguir demostrando”, precisó Gallardo en la antesala del debut de Alario en el superclásico.

Tal fue el “flechazo” del “Flaco” al “Muñeco”, que mandó al destierro del banco a un hijo mimado del entrenador: el uruguayo Tabaré Viudez.

Si la emboca frente a Boca y gracias a ello la balanza del enésimo choque de este último año entre los enemigos íntimos de siempre se inclina otra vez para el lado de este River que viene dulce, Alario estará un poco más cerca del bronce.

Y quizá también de hacer las valijas, ante la probable voracidad de algún club europeo con chequera múltiple disponible. No sin antes, claro, viajar a Japón. ¿Quién la mueve? Preguntaría Mauro Viale. En un tiempo, seguramente lo hará Messi o Suárez o Neymar. En el otro, Alario, este pibe que pronto cotizará millones en bolsa, como su nombre profetiza.

Comentarios