28 Junio 2015
La alegría de Lionel Messi por la clasificación de Argentina a semifinales de la Copa América, que lo acerca un paso más a su meta de conquistar su primer título en la Selección mayor, se vio otra vez opacada por su dificultad para marcar goles con la camiseta “albiceleste”. “Es terrible lo que me cuesta hacer un gol en la Selección”, confesó.
El capitán fue la figura del partido, se puso el equipo al hombro y luchó donde se lo necesitó, incluso retrocediendo hasta el área de su equipo. Sólo tuvo una llegada clara a la valla de David Ospina, cuando cabeceó un rebote que le dio el portero al rechazar un remate de Sergio Agüero, a los 26 minutos, pero el colombiano llegó a desviarlo.
“Ni vi cuando se levantó. Creí que seguía en el piso y pensé: ‘lo aseguro y la emboco’. Pero cuando lo vi me quería matar”, aseguró Messi, consternado. “Fue el mejor partido de la Copa América que jugamos. Fuimos muy superiores. Ellos prácticamente no tuvieron ninguna ocasión y por suerte pudimos pasar”, analizó.
Messi no hace un gol en instancias eliminatorias de un torneo desde hace ocho años, en la semifinal de la Copa América 2007 ante México. Pasó todo el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Copa América 2011 en casa sin marcar, y en el Mundial de Brasil sólo anotó en la fase de grupos. En la Copa América de Chile 2015 anotó un gol en el debut ante Paraguay, de penal.
Paradoja
La sequía de goles de Argentina es una paradoja, hasta una mueca irónica, si se observa que cuenta con varios de los mejores delanteros de las principales ligas de fútbol del mundo, empezando por Messi, cuatro veces ganador del Balón de Oro.
La “Pulga” tiene como socio en el ataque a Sergio Agüero, máximo artillero de la Premier League en la última temporada, además de un volante clave como Ángel Di María, que está recuperando de a poco el nivel que mostró en Brasil 2014. Y en el banco están Carlos Tevez, goleador de la Juventus, y Gonzalo Higuaín.
Desde 2005, año en que Messi debutó con la “albiceleste”, Argentina jugó 67 partidos oficiales, incluyendo eliminatorias, Mundiales, Copas América y Copas Confederaciones, y sólo 17 los ganó por más de un gol.
Es un problema que se arrastra desde hace una década y atraviesa las eras de los entrenadores que pasaron desde entonces por la Selección, empezando por José Pekerman e incluyendo las etapas de Diego Maradona y Alejandro Sabella, incluso con Argentina finalista en el Mundial de Brasil, y llega hasta hoy.
El tema preocupa y mucho a Gerardo Martino, que reconoció que su equipo tiene la responsabilidad de no haber convertido ante Colombia y debió sufrir en los penales.
“Fallamos en la definición, eso también forma parte del juego. Pero en la búsqueda, en el orden, en el sostener el ritmo del partido, presionar arriba mucho tiempo y luego retroceder también estuvimos muy bien”, explicó el hombre que puso a practicar definición a sus dirigidos previo al duelo.
Falta la puntada final
El volante Lucas Biglia fue más sincero: “No merecíamos llegar a los penales, nos vuelve a faltar siempre la última puntada final”.
El desahogo llegó con el penal de Tevez que clasificó al equipo a semifinales, en una revancha personal por aquel que había fallado hace cuatro años ante Uruguay y que dejó afuera a los locales en la Copa América 2011, y porque tras ser suplente en Chile 2015, fue decisivo a la hora de llevar al conjunto argentinos un paso más cerca de su meta de poner fin a 22 años sin títulos.
El capitán fue la figura del partido, se puso el equipo al hombro y luchó donde se lo necesitó, incluso retrocediendo hasta el área de su equipo. Sólo tuvo una llegada clara a la valla de David Ospina, cuando cabeceó un rebote que le dio el portero al rechazar un remate de Sergio Agüero, a los 26 minutos, pero el colombiano llegó a desviarlo.
“Ni vi cuando se levantó. Creí que seguía en el piso y pensé: ‘lo aseguro y la emboco’. Pero cuando lo vi me quería matar”, aseguró Messi, consternado. “Fue el mejor partido de la Copa América que jugamos. Fuimos muy superiores. Ellos prácticamente no tuvieron ninguna ocasión y por suerte pudimos pasar”, analizó.
Messi no hace un gol en instancias eliminatorias de un torneo desde hace ocho años, en la semifinal de la Copa América 2007 ante México. Pasó todo el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Copa América 2011 en casa sin marcar, y en el Mundial de Brasil sólo anotó en la fase de grupos. En la Copa América de Chile 2015 anotó un gol en el debut ante Paraguay, de penal.
Paradoja
La sequía de goles de Argentina es una paradoja, hasta una mueca irónica, si se observa que cuenta con varios de los mejores delanteros de las principales ligas de fútbol del mundo, empezando por Messi, cuatro veces ganador del Balón de Oro.
La “Pulga” tiene como socio en el ataque a Sergio Agüero, máximo artillero de la Premier League en la última temporada, además de un volante clave como Ángel Di María, que está recuperando de a poco el nivel que mostró en Brasil 2014. Y en el banco están Carlos Tevez, goleador de la Juventus, y Gonzalo Higuaín.
Desde 2005, año en que Messi debutó con la “albiceleste”, Argentina jugó 67 partidos oficiales, incluyendo eliminatorias, Mundiales, Copas América y Copas Confederaciones, y sólo 17 los ganó por más de un gol.
Es un problema que se arrastra desde hace una década y atraviesa las eras de los entrenadores que pasaron desde entonces por la Selección, empezando por José Pekerman e incluyendo las etapas de Diego Maradona y Alejandro Sabella, incluso con Argentina finalista en el Mundial de Brasil, y llega hasta hoy.
El tema preocupa y mucho a Gerardo Martino, que reconoció que su equipo tiene la responsabilidad de no haber convertido ante Colombia y debió sufrir en los penales.
“Fallamos en la definición, eso también forma parte del juego. Pero en la búsqueda, en el orden, en el sostener el ritmo del partido, presionar arriba mucho tiempo y luego retroceder también estuvimos muy bien”, explicó el hombre que puso a practicar definición a sus dirigidos previo al duelo.
Falta la puntada final
El volante Lucas Biglia fue más sincero: “No merecíamos llegar a los penales, nos vuelve a faltar siempre la última puntada final”.
El desahogo llegó con el penal de Tevez que clasificó al equipo a semifinales, en una revancha personal por aquel que había fallado hace cuatro años ante Uruguay y que dejó afuera a los locales en la Copa América 2011, y porque tras ser suplente en Chile 2015, fue decisivo a la hora de llevar al conjunto argentinos un paso más cerca de su meta de poner fin a 22 años sin títulos.
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