Por Luis Duarte
10 Junio 2015
El paro es una acción que mide la fortaleza de alguna de las partes cuando las posturas inflexibles se imponen en una negociación laboral, entre trabajadores y empresa, aunque este concepto se amplía al Gobierno. Y la medida de fuerza de ayer tuvo esa finalidad, amparado por el “Derecho a Huelga”.
Los gremios del transporte, Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, convocaron al quinto paro contra la administración de Cristina Fernández para responder a una demanda interna: la queja de los trabajadores desde las calles que han visto cómo su poder de consumo ha caído en los últimos años.
El alto acatamiento en diferentes actividades fue el reflejo de la adhesión directa e, inclusive, de la significativa aceptación indirecta a los diferentes puntos de la demanda (no a la metodología): por los cambios en la escala del Impuesto a las Ganancias; la inflación; el 82% móvil en las jubilaciones, un avance de la desocupación, entre otros planteos y situaciones.
El gremialista local de los estatales, Martín Rodríguez, dijo ayer que el kirchnerismo atraviesa su peor momento ante el actual escenario. Y lo afirmó un dirigente peronista.
Como la política lo es todo, según el apostolado kirchnerista (el retorno del bumerán), la referencia del sindicalista pone en el tapete la proyección de los gremios en el año electoral, el “partido” que juegan de manera paralela al malestar de la masa de trabajadores. No se alejarán del peronismo para acercarse a la oposición, pero comenzarán a orientar su estructura pensando en un cambio de gestión, tanto en el ámbito provincial como en el nacional, para mostrar que todavía pesan.
Los gremios del transporte, Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, convocaron al quinto paro contra la administración de Cristina Fernández para responder a una demanda interna: la queja de los trabajadores desde las calles que han visto cómo su poder de consumo ha caído en los últimos años.
El alto acatamiento en diferentes actividades fue el reflejo de la adhesión directa e, inclusive, de la significativa aceptación indirecta a los diferentes puntos de la demanda (no a la metodología): por los cambios en la escala del Impuesto a las Ganancias; la inflación; el 82% móvil en las jubilaciones, un avance de la desocupación, entre otros planteos y situaciones.
El gremialista local de los estatales, Martín Rodríguez, dijo ayer que el kirchnerismo atraviesa su peor momento ante el actual escenario. Y lo afirmó un dirigente peronista.
Como la política lo es todo, según el apostolado kirchnerista (el retorno del bumerán), la referencia del sindicalista pone en el tapete la proyección de los gremios en el año electoral, el “partido” que juegan de manera paralela al malestar de la masa de trabajadores. No se alejarán del peronismo para acercarse a la oposición, pero comenzarán a orientar su estructura pensando en un cambio de gestión, tanto en el ámbito provincial como en el nacional, para mostrar que todavía pesan.
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