Por Miguel Eduardo Décima
10 Junio 2015
UN LUJO. Ricardo Luis Troitiño y Jacinto Eusebio Roldán fueron anfitriones de su amigo Roque Ricardo Martínez, que los visitó en el complejo “Natalio Mirkin”. la gaceta / foto de miguel décima
Los padres que concurren al complejo “Natalio Mirkin” acompañando a sus hijos que militan en las inferiores de San Martín sintieron nostalgia y hasta casi se les pianta un lagrimón al observar la escena. En el sector de la confitería del predio de Cebil Redondo estaban charlando animadamente tres glorias de los “santos”: Ricardo Luis Troitiño, Roque Ricardo Martínez y Jacinto Eusebio Roldán.
“¡Qué jugadores, por Dios!” exclamó uno de los hinchas que se dio el gusto de estrecharles la mano los tres y transmitirles su admiración. “¡Cuánto se los extraña!”, expresó antes de alejarse del lugar repasando los momentos de gloria vividos en un pasado que cada vez parece más lejos.
“Este tipo de reconocimiento te llena de satisfacción. Emociona saber que a pesar del largo tiempo que transcurrió desde que dejamos de jugar en este querido club, la gente nos siga mostrando su cariño”, señaló Roque, el único que no está trabajando en el club y que concurrió al predio a saludar a sus amigos. Troitiño es el técnico de la Primera liguista, mientras que Roldán es el entrenador de la Reserva del torneo local.
Martínez reconoce que a pesar de todo lo que vivió en este club, nunca le ofrecieron sumarse a ningún proyecto futbolístico. “Siempre estuve dispuesto a escuchar algún ofrecimiento, pero pese a tener una excelente relación con los directivos, no me hablaron como para volcar en los chicos del club todo lo que aprendí a través de mis años en el fútbol”, explica “Boquita” como lo bautizaron en La Ciudadela.
Cuando LG Deportiva les pidió permiso para retratarlos, uno de los más entusiasmados fue “Rana” Troitiño.
“Esto es un lujo que pocos se pueden dar en la vida y le agradezco a Dios de poder disfrutar un momento así. La reacción de los hinchas demuestra que tomé la decisión correcta cuando acepté el ofrecimiento de los directivos de San Martín y decidí regresar de Córdoba. Reencontrarme con estos dos ‘próceres’ y recordar tantas vivencias que tuvimos cuando jugábamos, es algo que no tiene precio”, recalcó “Troiti” mientras se acomodada el pelo para salir presentable en la foto (sonrisas).
Un regalo de la vida
Según Troitiño, volver a transitar el predio del complejo es un regalo que le da la vida. “Quiero colaborar para que el hincha de San Martín vuelva a ser protagonista de los momentos de gloria. Sabemos que no es fácil porque se viven momentos complicados en lo económico, pero en la medida que podamos darle rodaje al material humano que tenemos en el club no dudo que ese objetivo, en un tiempo prudencial, puede hacerse realidad. Hay que darles el respaldo necesario a los muchachos para que dejen todo por esta camiseta que nos llena de orgullo porque pudimos lucirla”, expresó.
En un momento de chanzas, de esas que nunca faltan cuando se reúnen, Martínez le dijo a Roldán: “Lo veo al ‘Rana’ y cada día se parece más a Don Guillermo (Reynoso, quien los dirigió en la década del 80 cuando fue entrenador de los “santos”). Hasta camina igual. No te imaginás qué técnico puede llegar a ser si saca el 30 por ciento de lo que fue Guillermo”, indicó Roque mientras tomaba el desayuno que invitó Jacinto.
Tristeza
Roque se lamenta que San Martín no logre recuperar el terreno perdido en los últimos años. “El hincha está dolido porque la historia de San Martín exige vivir otro presente. Lo que me llena de alegría es que los directivos hayan recuperado para el club a Ricardo y a Jacinto. Ellos y yo llevamos esta camiseta en el corazón”, dijo Martínez.
Roldán siente que nunca se marchó de La Ciudadela porque desde que decidió colgar los botines siguió ligado al club dirigiendo en las inferiores. “La vida me dio la chance de compartir tantas emociones con estos dos amigos que cada vez que nos reencontramos resulta imposible dejar de recordar aquellos momentos que cada día extrañamos más. Que ‘Rana’ se haya vuelto a radicar en Tucumán, nos abre la posibilidad de reunirnos, asado de por medio, con varios de los otros muchachos de esa época. Allí, el tema excluyente es hablar de nuestro querido club”, señaló Jacinto.
Antes despedirse, quedó el compromiso de juntarse otra vez para profundizar una amistad que se fue consolidando con el correr del tiempo. “Los tres venimos de familias que nos enseñaron que los valores humanos nunca deben perderse y que la amistad es algo que va más allá de los resultados deportivos”, señaló Troitiño antes de despedirse de Roque con un prolongado abrazo.
“¡Qué jugadores, por Dios!” exclamó uno de los hinchas que se dio el gusto de estrecharles la mano los tres y transmitirles su admiración. “¡Cuánto se los extraña!”, expresó antes de alejarse del lugar repasando los momentos de gloria vividos en un pasado que cada vez parece más lejos.
“Este tipo de reconocimiento te llena de satisfacción. Emociona saber que a pesar del largo tiempo que transcurrió desde que dejamos de jugar en este querido club, la gente nos siga mostrando su cariño”, señaló Roque, el único que no está trabajando en el club y que concurrió al predio a saludar a sus amigos. Troitiño es el técnico de la Primera liguista, mientras que Roldán es el entrenador de la Reserva del torneo local.
Martínez reconoce que a pesar de todo lo que vivió en este club, nunca le ofrecieron sumarse a ningún proyecto futbolístico. “Siempre estuve dispuesto a escuchar algún ofrecimiento, pero pese a tener una excelente relación con los directivos, no me hablaron como para volcar en los chicos del club todo lo que aprendí a través de mis años en el fútbol”, explica “Boquita” como lo bautizaron en La Ciudadela.
Cuando LG Deportiva les pidió permiso para retratarlos, uno de los más entusiasmados fue “Rana” Troitiño.
“Esto es un lujo que pocos se pueden dar en la vida y le agradezco a Dios de poder disfrutar un momento así. La reacción de los hinchas demuestra que tomé la decisión correcta cuando acepté el ofrecimiento de los directivos de San Martín y decidí regresar de Córdoba. Reencontrarme con estos dos ‘próceres’ y recordar tantas vivencias que tuvimos cuando jugábamos, es algo que no tiene precio”, recalcó “Troiti” mientras se acomodada el pelo para salir presentable en la foto (sonrisas).
Un regalo de la vida
Según Troitiño, volver a transitar el predio del complejo es un regalo que le da la vida. “Quiero colaborar para que el hincha de San Martín vuelva a ser protagonista de los momentos de gloria. Sabemos que no es fácil porque se viven momentos complicados en lo económico, pero en la medida que podamos darle rodaje al material humano que tenemos en el club no dudo que ese objetivo, en un tiempo prudencial, puede hacerse realidad. Hay que darles el respaldo necesario a los muchachos para que dejen todo por esta camiseta que nos llena de orgullo porque pudimos lucirla”, expresó.
En un momento de chanzas, de esas que nunca faltan cuando se reúnen, Martínez le dijo a Roldán: “Lo veo al ‘Rana’ y cada día se parece más a Don Guillermo (Reynoso, quien los dirigió en la década del 80 cuando fue entrenador de los “santos”). Hasta camina igual. No te imaginás qué técnico puede llegar a ser si saca el 30 por ciento de lo que fue Guillermo”, indicó Roque mientras tomaba el desayuno que invitó Jacinto.
Tristeza
Roque se lamenta que San Martín no logre recuperar el terreno perdido en los últimos años. “El hincha está dolido porque la historia de San Martín exige vivir otro presente. Lo que me llena de alegría es que los directivos hayan recuperado para el club a Ricardo y a Jacinto. Ellos y yo llevamos esta camiseta en el corazón”, dijo Martínez.
Roldán siente que nunca se marchó de La Ciudadela porque desde que decidió colgar los botines siguió ligado al club dirigiendo en las inferiores. “La vida me dio la chance de compartir tantas emociones con estos dos amigos que cada vez que nos reencontramos resulta imposible dejar de recordar aquellos momentos que cada día extrañamos más. Que ‘Rana’ se haya vuelto a radicar en Tucumán, nos abre la posibilidad de reunirnos, asado de por medio, con varios de los otros muchachos de esa época. Allí, el tema excluyente es hablar de nuestro querido club”, señaló Jacinto.
Antes despedirse, quedó el compromiso de juntarse otra vez para profundizar una amistad que se fue consolidando con el correr del tiempo. “Los tres venimos de familias que nos enseñaron que los valores humanos nunca deben perderse y que la amistad es algo que va más allá de los resultados deportivos”, señaló Troitiño antes de despedirse de Roque con un prolongado abrazo.
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