Un espejo de los jóvenes que prueban límites en el amor

Un espejo de los jóvenes que prueban límites en el amor

Con humor, "Voley"reflexiona sobre la manera de vincularse de una generación. Spinetta y Urtizberea aplauden la osadía del director.

INVITADAS ESPECIALES. Spinetta y Urtizberea estuvieron ayer en la inauguración del Festival de Cine y prometieron presenciar la proyección de hoy. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO INVITADAS ESPECIALES. Spinetta y Urtizberea estuvieron ayer en la inauguración del Festival de Cine y prometieron presenciar la proyección de hoy. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
09 Junio 2015
“Voley” se llama “Voley”, pero sólo una de sus escenas transcurre en una cancha. Es, sí, una de las escenas fundamentales en tanto condensa humor y tensión, ejes que se sostienen a lo largo de la película escrita, dirigida y protagonizada por Martín Piroyansky. Pero, más que en la trama, el sentido del título parece radicar en el concepto de rotación: así como los jugadores van intercambiando posiciones alrededor del campo de juego, así rotan también las parejas dentro del grupo de amigos en el que se centra el filme. La definición de ganadores y perdedores es, sin embargo, mucho menos objetiva en el amor que en el deporte.

Ese, el amor, es uno de los temas universales de la comedia de Piroyansky. El amor en varias de sus versiones: el correspondido, el no correspondido, el amor sin sexo, el sexo sin amor, el amor entre amigos... Encarnados por un elenco de jóvenes, estos temas (y otros como las drogas, el alcohol y la apertura sexual) hacen de “Voley” una película que describe la forma de ser y de hacer de una generación: la de los “casi 30”, señalan Violeta Urtizberea y Vera Spinetta, dos de las actrices del filme que llegaron ayer a Tucumán para presentarlo en el Festival de Cine Gerardo Vallejo (hoy abre formalmente la competencia).

“Desde el humor, la película habla de los vínculos en general y de cómo vive esos vínculos esta generación, que está un poco perdida. No sabe si estar en pareja o ‘hiper solteros’ y acostarse con todo el mundo”, explica Urtizberea. “Es una generación, en la que me incluyo, que prueba los límites de los vínculos”, aporta Vera, la menor de los hijos de Luis Alberto Spinetta.

- “Voley” está difundida como una película para jóvenes, ¿creen que su público es acotado?

- VS: cualquier persona puede verla. Tiene algo muy encantador de principio a fin con el que todos se pueden sentir identificados.

- VU: habla claramente de una generación y está actuada por gente de esa generación, pero no por eso apunta a ese grupo. La puede ver cualquiera y disfrutar de eso, todos fueron jóvenes en algún momento o lo van a ser. No es exclusivo.

- ¿Es inédito en nuestro cine una película hecha exclusivamente por jóvenes?

- Ambas: ¡sí!

- VS: en ese sentido “Voley” es re pionera. Es un tipo de cine nuevo que fue expandiendo los límites de la comedia para llevarlo a algo mucho más crudo, más irreverente...

- VU: (la interrumpe) bastante amoral, sin un mensaje claro. En eso Martín fue muy osado. Porque el público argentino está más acostumbrado a ver eso en el cine de otros países, no sabíamos cómo iba a tomar que nuestro cine hablara en esos términos. Y la verdad es que la recepción fue espectacular. Hay escenas en que los personajes se drogan o tienen sexo, y a mí nadie me comentó nada malo al respecto, no es lo que más llama la atención.

- VS: y también la productora Patagonik accedió a un montón de cosas que podían ser riesgosas porque no se sabía como lo iba a tomar la gente.

- ¿Tenían miedo a la reacción del público ante las escenas que incluían drogas o sexo?

- VU: no sé si miedo, pero estábamos alerta a la recepción, sobre todo de las personas mayores o de nuestras familias. Nadie me hizo ningún comentario de esas escenas. Las observaciones que me hicieron estaban más referidas a los problemas de amistad o de amor, lo otro es anecdótico.

- ¿Es positivo que se debatan estos temas a partir de la película?

- VU: sí, porque cualquier tema tabú es un problema. Se puede hablar de todo sin tener que hacer apologías de nada porque el arte también es una muestra de la realidad, de lo vivido. El mensaje no es una responsabilidad del arte.

- ¿La película plantea la crisis de la monogamia?

- VS: habla de la crisis que está viviendo el mundo con eso. Es un tema que la gente se está replanteando cada vez más. Hay algo de eso en el filme y a la vez no, porque el protagonista se enamora.

- VU: también está bueno (el mensaje) de que toda acción tiene sus consecuencias. No es gratis apretarse a la novia de tu mejor amigo, pero no por una cuestión moral sino por una cuestión de vínculos. La película habla de eso: de los vínculos, de la amistad, del código.

- ¿Cómo vivieron el rodaje?

- VS: fueron cinco semanas de convivencia en el Tigre y sentimos que estábamos filmando una película entre amigos. La pasamos muy bien. No siempre se da de esa manera y es muy importante cuando ocurre porque se refleja después en el producto final.

- VU: fue una película sumamente profesional porque estaba muy bien organizada y todos los que formaban parte de ella tenían mucha experiencia. Pero al mismo tiempo estábamos relajados y había una energía copada, la energía de un grupo de amigos que se junta a hacer un proyecto. Piroyansky contribuyó mucho a que se generara ese clima.

 

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