01 Junio 2015
TAREA INCESANTE. Socorristas de Defensa Civil trasladan a un civil herido, alcanzado por una “bomba barril”. reuters
DAMASCO.- Los ataques aéreos del Ejército sirio en la ciudad de Alepo causaron la muerte de 184 personas en las últimas 24 horas, entre ellas 128 civiles, según informó ayer el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
De acuerdo con la organización, con sede en Londres, entre los fallecidos hay también siete niños. Además, los ataques aéreos perpetrados ayer mataron a 43 combatientes de la milicia terrorista Estado Islámico (ISIS).
En este escenario, la batalla entre el Ejército, insurgentes y el Estado Islámico se volvió compleja porque se ensaña con Alepo, una urbe que pese a estar destruida es disputada por rebeldes moderados y radicales y por el Ejército, según fuentes pro opositoras.
Asimismo, el enviado de la ONU para el conflicto armado en Siria, Staffan de Mistura, reclamó al gobierno de Bashar al Assad que “el uso de barriles de explosivos debe parar”. “Toda la evidencia indica que la gran mayoría de las víctimas civiles en el conflicto sirio murieron por el uso indiscriminado de este tipo de armas”, remarcó.
Las Fuerzas Aéreas siria disparan misiles y “barriles bomba”, un arma condenada en repetidas ocasiones por organizaciones defensoras de los derechos humanos. Al estar cargados de explosivos y metralla, los barriles bomba tienen un efecto expansivo que causa muchas víctimas civiles.
“Las noticias sobre bombardeos aéreos de helicópteros sirios sobre áreas civiles en el barrio de Al Shaar, en Alepo, se merece la condena más contundente de la comunidad internacional”, agregó De Mistura en un comunicado citado ayer por la cadena de noticias France 24.
La ciudad norteña de Alepo es uno de los epicentros de la guerra civil siria casi desde el comienzo, hace más de cuatro años, cuando la cruenta represión estatal de un levantamiento opositor pacífico se convirtió, gracias al apoyo financiero y militar de países vecinos y potencias occidentales, en una compleja guerra civil, que ya provocó más de 220.000 muertes, según la última estimación de la ONU.
Otros ataques
El Observatorio también denunció que el Ejército sirio está replicando la campaña de bombardeos aéreos contra Alepo, denunciada por la ONU, sobre otras importantes provincias como Damasco, Deir Ezzor y Daraa.
En medio de la constante violencia provocada por los ataques de uno y otro lado, al menos 24 civiles fallecieron ayer en la ciudad de Qamishli, en la provincia nororiental siria de Al Hasaka, cuando un hospital ambulatorio se prendió fuego.
El sábado, combatientes del ISIS volaron por los aires la prisión de Palmira, donde el régimen sirio retenía a miles de sus detractores. Según activistas sirios, no había presos dentro en el momento de la explosión. (DPA-Télam-Reuters)
De acuerdo con la organización, con sede en Londres, entre los fallecidos hay también siete niños. Además, los ataques aéreos perpetrados ayer mataron a 43 combatientes de la milicia terrorista Estado Islámico (ISIS).
En este escenario, la batalla entre el Ejército, insurgentes y el Estado Islámico se volvió compleja porque se ensaña con Alepo, una urbe que pese a estar destruida es disputada por rebeldes moderados y radicales y por el Ejército, según fuentes pro opositoras.
Asimismo, el enviado de la ONU para el conflicto armado en Siria, Staffan de Mistura, reclamó al gobierno de Bashar al Assad que “el uso de barriles de explosivos debe parar”. “Toda la evidencia indica que la gran mayoría de las víctimas civiles en el conflicto sirio murieron por el uso indiscriminado de este tipo de armas”, remarcó.
Las Fuerzas Aéreas siria disparan misiles y “barriles bomba”, un arma condenada en repetidas ocasiones por organizaciones defensoras de los derechos humanos. Al estar cargados de explosivos y metralla, los barriles bomba tienen un efecto expansivo que causa muchas víctimas civiles.
“Las noticias sobre bombardeos aéreos de helicópteros sirios sobre áreas civiles en el barrio de Al Shaar, en Alepo, se merece la condena más contundente de la comunidad internacional”, agregó De Mistura en un comunicado citado ayer por la cadena de noticias France 24.
La ciudad norteña de Alepo es uno de los epicentros de la guerra civil siria casi desde el comienzo, hace más de cuatro años, cuando la cruenta represión estatal de un levantamiento opositor pacífico se convirtió, gracias al apoyo financiero y militar de países vecinos y potencias occidentales, en una compleja guerra civil, que ya provocó más de 220.000 muertes, según la última estimación de la ONU.
Otros ataques
El Observatorio también denunció que el Ejército sirio está replicando la campaña de bombardeos aéreos contra Alepo, denunciada por la ONU, sobre otras importantes provincias como Damasco, Deir Ezzor y Daraa.
En medio de la constante violencia provocada por los ataques de uno y otro lado, al menos 24 civiles fallecieron ayer en la ciudad de Qamishli, en la provincia nororiental siria de Al Hasaka, cuando un hospital ambulatorio se prendió fuego.
El sábado, combatientes del ISIS volaron por los aires la prisión de Palmira, donde el régimen sirio retenía a miles de sus detractores. Según activistas sirios, no había presos dentro en el momento de la explosión. (DPA-Télam-Reuters)
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