“El narcotráfico pone en juego nuestra forma de vida y el futuro de nuestros hijos”

“El narcotráfico pone en juego nuestra forma de vida y el futuro de nuestros hijos”

El destacado analista político habla aquí sobre El poder narco, su último libro, en el que aborda uno de los grandes desafíos que enfrentan los argentinos y el próximo gobierno. “La droga no puede combatirse efectivamente con un 30% de la población en la pobreza”, afirma

 la gaceta / archivo la gaceta / archivo
31 Mayo 2015
-En El poder narco, libro que escribiste junto a Eugenio Burzaco, afirman que el narcotráfico es la principal amenaza para la gobernabilidad en la Argentina. ¿Los candidatos le están dando un lugar relevante en su agenda?

-Lo peor que puede pasar es que el tema se politice como ocurrió en otras elecciones. Me refiero a acusaciones infundadas como, por ejemplo, la que se hizo contra Francisco De Narváez. En lugar de poner el tema en la agenda, de este modo se lo termina desacreditando. Al mismo tiempo no se puede improvisar en esta cuestión. Debe haber un plan estratégico, adjudicar un presupuesto, personal entrenado, un arsenal legislativo con instrumentos que permitan dar la batalla, lograr la cooperación internacional adecuada, etc. No se puede ser ingenuo. Los candidatos son muy conscientes de esto. También saben que el debate sobre el tema durante el proceso electoral será necesariamente superficial pero que la resolución del problema requiere un acuerdo entre todas las partes de la política, la sociedad civil, las fuerzas armadas y de seguridad. Una lucha seria contra la droga implica una política integral que tiene un componente vinculado a la seguridad y a la justicia pero también otros vinculados a la educación, a la vivienda, etc. El narcotráfico no puede combatirse efectivamente con un 30% de la población en la pobreza. En ese caso la economía de la droga termina generando oportunidades. El desafío del narcotráfico es extremo; está en juego nuestra forma de vida, el futuro de nuestros hijos, la paz social. No tenemos mucho margen de error. Curiosamente este desafío, por ser extremo, quizás nos permita construir una solución razonable. El enfoque debe ser sistémico y contemplar que debe encararse junto a otros países.

-¿Cuál es tu opinión sobre las decisiones que ha tomado la Argentina en materia de política internacional?

-Venimos de un mundo bipolar que pasó a ser unipolar para luego dirigirse a un escenario multipolar pero terminó siendo, el actual, un mundo apolar. Hoy aparecen desafíos de seguridad, como ISIS, que nos obligan a ser muy creativos para abordarlos con soluciones contingentes. Mucho ha cambiado en los últimos años. Hoy tenemos un Fondo Monetario que pide perdón, con una actitud mucho más humilde. Un Banco Central que era ortodoxo y hoy emite aceleradamente. Hoy no hay paradigmas duros. Es un mundo, parafraseando a Bauman, “líquido”. La pregunta es qué rol puede tener la Argentina allí. Creo que es una oportunidad para reincorporarnos a la escena internacional pero no con los viejos paradigmas. Tenemos que negociar con todos sin prejuicios, con una propuesta dinámica, siendo pragmáticos, preguntándonos cómo nos beneficiamos más con una visión estratégica de largo plazo. Hoy no se discute mucho sobre política exterior en la Argentina y es una cuestión crítica. Tenemos mucho para aportar al mundo. Deberíamos exportar por lo menos el doble de alimentos. Tenemos reservas energéticas extraordinarias y minerales. También una tradición relevante en derechos humanos que puede servir como modelo. Y un país con una capacidad notable para generar bienes culturales.

© LA GACETA

PERFIL

Sergio Berensztein es profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella. Tiene un PhD en Ciencia Política de la Universidad de North Carolina. Fue director de la consultora Poliarquía y profesor visitante en las universidades de Stanford, Georgetown y Salamanca. Es columnista de LA GACETA y Perfil.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios