Música, baile y paella en la romería del Rocío

Música, baile y paella en la romería del Rocío

La comunidad andaluza celebró una de sus fiestas tradicionales en el parque 9 de Julio. Una jornada entre bailes y canciones flamencos

PLATOS TÍPICOS.  Paellas y valencianas no faltaron en el festejo. la gaceta / fotos de héctor peralta PLATOS TÍPICOS. Paellas y valencianas no faltaron en el festejo. la gaceta / fotos de héctor peralta
25 Mayo 2015
Un pedazo del corazón de Andalucía latió en el parque 9 de Julio. Bajo un cielo gris tristísimo, la romería de la Virgen del Rocío le puso calor y color al silencioso domingo de Pentecostés. Las bailaoras con sus coloridas polleras al vuelo y sus flores en el pelo danzaron en la Casa de la Cultura, mientras humeaban gigantescas paellas y valencianas para los más de 200 comensales que se reunieron a compartir el almuerzo después de rendir sus honores a la “Blanca Paloma”, como también se la conoce a la Virgen del Rocío.

El Centro Social Cultural Andaluz “Federico García Lorca” trajo a Tucumán hace 10 años la tradición de la romería del Rocío, uno de los exponentes más característicos y pintorescos del folclor andaluz. En España, en el pueblo Almonte (Huelva) donde se encuentra la ermita de El Rocío, cada año, para Pentecostés más de un millón de personas se reúne para venerar a la Virgen. “La Virgen del Rocío es patrona de Andalucía, de los labriegos y los humildes. Por eso cada siete años se le saca su vestido de reina y se la viste de pastora y al Niño de Pastorcillo Divino”, cuenta Cristina Lina Rodríguez de García, presidenta del centro andaluz.

Cristina no es andaluza ni descendiente de andaluces, pero junto a su esposo viajaron hasta allá y se enamoraron de esas tierras. Corría 1997. Desde entonces nada fue igual para ella. Su marido falleció pero ella le sigue cantando las canciones flamencas que él tanto le gustaban y en su honor fundó el centro cultural Andaluz para difundir y conservar las tradiciones de esa tierra que adoptó como su segunda madre. En su sede, de San Miguel 763, se dictan clases de cocina, artesanías y baile y cante flamenco.

Entre los socios más activos se cuenta Pepita Castillo Martínez, hija de andaluces y oriunda de Freila, provincia de Granada. “Vine cuando tenía 14 años, pero no por la guerra, sino porque mi papá tenía un hermano que ya vivía aquí”, explica sin reponerse de la emoción después de la misa,que se ofreció en la parroquia de la Medalla Milagrosa. Ella, como la mayoría de las mujeres lucían los típicos mantones de manila, con exquisitos bordados a mano con flores multicolores. Una Virgen del Rocío de gran tamaño fue diseñada por el arquitecto Enrique Mena Monroy después de investigar tres años la imagen original.

Una pequeña imagen - no la que quedó en la iglesia - presidió la romería en el parque 9 de Julio. Pepita le cantaba a la Virgen con tonada flamenca y hacía sonar las castañuelas, que no eran tales, sino dos piedras, pero que sonaban igual. En el escenario Sandra Maldonado y su ballet arrancaban aplausos.

En su salsa estaba Isabel Ramírez que removía lentamente la paella (para 600 personas) sin perder la calma. Hija de padres y abuelos andaluces Isabel cuenta que ganó el primer concurso de paella en la Expo Rural. Pero sin duda su gran secreto es llevar sangre andaluza en sus venas y su misión, difundir la tradición en la memoria del paladar.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios