Confesó pero no irá preso

BUENOS AIRES.- Adrián Napolitano, sindicado como uno de los agresores a los jugadores de River en el superclásico del pasado jueves, confesó su participación en el hecho aunque señaló que lo que hizo fue sin darse cuenta. “Jamás quise hacer eso, no pensé que iba a llegar a lo que llegó. Cuando me di cuenta me quería morir. Estoy desesperado”, manifestó el “Panadero” en un mensaje grabado en el teléfono de Gustavo Grabia, periodista de TyC Sports.

“Hace 25 años que voy a la cancha y nunca tuve un problema. Se me vino el mundo encima. Me conoce todo el mundo. Soy un laburante, me levanto a las 4 de la mañana”, sostuvo Napolitano, que dijo también sentirse asustado ya que nunca estuvo en una comisaría. Indicó que pensó que no había cámara.

Las palabras del “Panadero” se parecen a las de una persona desesperada y sin salida. ¿Es así? Napolitano no sería un hincha más. Al menos, y según nuevas imágenes que aparecieron por TV, el hincha de Boca estuvo, por ejemplo, en el campo de juego del partido de Boca ante Zamora disputado en Venezuela, el 17 de marzo, por la fase regular de la Libertadores. Esa noche el “xeneize” ganó 5-1. Napolitano gritó los goles desde un lugar enviadiable. También tiene fotos en las que aparece junto a Carlos Bianchi y periodistas.

Y si de privilegios se trata, el “Panadero”, al parecer, tendría vínculo con varios sectores políticos de Boca. “Me quieren dejar pegado a un hecho delictivo. Napolitano es un chico que conozco de toda la vida, viajó a ver a Boca a todos lados, pero no tiene nada que ver con mi agrupación, está con la de José Beraldi”, afirmó Roberto Digón, candidato opositor a presidente, que admitió que conoce a Napolitano.

Beraldi, claro, también respondió. “No tengo nada que ver con esta persona. No sé quién es ‘Panadero’. Me lo tienen que poner adelante porque no lo conozco”, refutó Beraldi.

Mientras se tejían conjeturas sobre la vida del “Panadero”, la fiscala del distrito de La Boca, Susana Calleja, le había solicitado la indagatoria de Napolitano al juez Carlos Ponte. En un primer momento se dijo que podía terminar tras las rejas. Finalmente, Ponte concedió el pedido de eximición de prisión pedido por Javier Raiman, abogado de Napolitano, quien se presentó de manera voluntaria ante la justicia correccional porteña para aclarar la situación. (Telam-DyN-Especial)