Según un perito, hubo una mala operación de las compuertas del dique Escaba

Según un perito, hubo una mala operación de las compuertas del dique Escaba

El Orsep entregó la primera parte de un informe técnico. La alerta amarilla que pesaba sobre la represa ya ha sido levantada. Video.

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12 Mayo 2015
Si algo se hizo evidente con el histórico desborde del dique Escaba, producido hace exactamente un mes, es que en ese dique la vida de los pueblos aguas abajo está en manos de una persona. De él depende frenar la furia de la naturaleza o potenciarla al máximo. “Si se hubiera prestado atención a los pronósticos y si se hubieran operado las compuertas a tiempo, nada de esto hubiese ocurrido. Escaba es un dique complicado, porque depende demasiado de la mano del hombre que lo opera. Entonces, si la persona que está a cargo se equivoca, o no llega a tiempo, o se duerme unos minutos, nos puede volver a pasar lo mismo o algo peor”, reflexionó Gastón Amado Buitrago, director de la Regional Norte del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep).

Durante la medianoche del 12 de abril, el desastre ya era inminente. El enorme caudal de agua que ingresaba al dique Escaba, que estaba a pocos centímetros de alcanzar su nivel máximo, obligaba a la concesionaria Hidroeléctrica Tucumán SA a activar el plan de emergencias del manual de operación. Pero las cosas no se hicieron según los parámetros establecidos, poniendo en riesgo la presa y también a las poblaciones aguas abajo, según los expertos del Orsep. A un mes del impactante desborde, la institución ya ha sacado algunas conclusiones.

El episodio del que todavía sufren consecuencias miles de tucumanos tiene como villana la mano del hombre por su reacción tardía ante la emergencia, según Buitrago; y como heroína a la baranda maciza de hormigón del camino de coronamiento que, a pesar de no estar diseñada ni calculada para ese fin, pudo contener buena parte de la crecida. De otro modo, podría haber sido una catástrofe mucho peor, analizó el funcionario.

En diálogo con LA GACETA, y con la seguridad de tener la primera parte del informe técnico sobre la mesa, el ingeniero compartió algunas de las conclusiones de la investigación. “En primer lugar, entendemos que hubo una desestimación de los pronósticos -tanto nacionales como internacionales- que alertaban una crecida. En segundo lugar, hubo una mala operación de las compuertas: según el manual se deben abrir todas de manera simultánea y pareja, y eso no sucedió, se abrieron sólo tres y unas menos que otras. Y, finalmente, la compañía no informó a tiempo lo que estaba pasando: el problema comenzó a la medianoche y nosotros nos enteramos recién a las 7 de la mañana del 12 de abril”, enumeró el directivo y explicó que el informe ya está en manos de los organismos del Estado que lo solicitaron.

Uno de esos organismos es la Fiscalía de Estado. Según informó su titular, Jorge Posse Ponessa, están evaluando ese material y el descargo que presentó la concesionaria para iniciar acciones judiciales. El defensor del Estado provincial continúa sosteniendo las afirmaciones que hizo desde el primer momento: “a ciencia cierta podemos decir que la Provincia, a través de la Comisión de Embalse, hizo las cosas como tenía que ser. A priori, la responsable exclusivamente es la Hidroeléctrica”, dijo, aunque informó que la compañía ahora “está haciendo las cosas como debe ser”. “Principalmente, nos mantiene informados día a día de la situación de Escaba y de los otros diques que opera. Además, se están haciendo cargo de los inconvenientes que ocasionaron”, destacó el fiscal.

Perjuicios

La alerta amarilla que pesaba sobre la represa ya ha sido levantada y el dique puede operar con normalidad, según Buitrago. Y si bien la obra no sufrió daños estructurales -por eso puede volver a trabajar como lo hacía antes de la emergencia-, sí hay una serie de perjuicios inmediatos a causa del mal manejo del agua.

“Al sobrepasarse el nivel máximo, el agua arrastra basura de la zona del perilago hacia el espejo. Ese material termina siendo sedimento que acota la capacidad de almacenamiento de agua, reduce la vida útil del vaso. Esa misma basura, principalmente los troncos que corrían a gran velocidad, impactaron y perjudicaron las válvulas, dos de las cuales se usan para erogar agua para riego y una tercera para limpieza del fondo”, enumeró el experto.

En el pico de la crecida, el agua superó por tres metros el nivel máximo de operación de Escaba, fijado en 629,75 metros sobre el nivel del mar (msnm). El enorme volumen líquido fue soportado principalmente por las compuertas y por la baranda maciza de hormigón del camino de coronamiento. “Lógicamente, ni las compuertas ni la baranda están preparadas para eso. Tenemos la suerte de que la baranda es maciza. El agua no la sobrepasó: quedó a 10 centímetros del borde. Pero sí desbordó por otros lados, limpiando vegetación y piedras. Si no hubiese sido por esa baranda, que se comportó muy bien, la cosa hubiese sido bastante peor”, analizó.

Según Buitrago, en estos momentos, mientras se realiza una segunda inspección con expertos internacionales, están concentrados en buscar las maneras de asegurar que el hombre opere a tiempo la represa, con sistemas de alarma, por ejemplo. “Hay que tener en cuenta que no hemos tenido todavía la crecida máxima posible en Escaba. El vertedero está preparado para 1.000 m³/s y la demanda podría llegar a 2.400 m³/s. Eso puede pasar en cualquier momento”, advirtió.

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