Por Miguel Eduardo Décima
10 Mayo 2015
SIN MUCHAS LUCES. A pesar de su empeño, Lucas Chacana poco pudo aportar para desequilibrar a la zaga catamarqueña. la gaceta / foto de antonio ferroni
“¡A esta película ya la vimos!”, gritó un plateista que presuroso quería abandonar el estadio de La Ciudadela, una vez más decepcionado por lo que le brindó San Martín en el partido que igualó 1 a 1 con San Lorenzo de Alem.
Fue tan pálido el rendimiento que tuvieron los “santos” que la mayoría de los hinchas, con cara de resignación, quiso olvidarse rápidamente de esta nueva frustración, a pesar de que algunos de ellos se quedaron a hacer conocer su disgusto por el paupérrimo rendimiento del equipo.
San Martín volvió a mostrar una alarmante incapacidad para convertirse en protagonista en la mítica Ciudadela. Quienes estuvieron anoche en el estadio, lamentaron porque el equipo, ante un modesto adversario, reiteró las viejas falencias que ya se hicieron habituales en este campeonato.
Una vez más quedó demostrado que a los jugadores de San Martín no se le cae una idea a la hora de elaborar juego. Ante un rival que trató de abroquelarse en defensa y buscó explotar la capacidad de David Romero en el ataque, el local se repitió una y otra vez en pelotazos para la velocidad de Gonzalo Rodríguez y de Lucas Chacana. Un argumento escaso para un equipo que quiere ser protagonista. Para resumir lo que fue San Martín en el primer tiempo, tenemos que mencionar que las dos llegadas claras que tuvo en ese lapso fueron a través de cabezazo de Rodríguez y Castellano.
En el complemento, con el ingreso de Soraire, San Martín pareció estar más ágil a la hora de transportar la pelota, pero este careció de un socio para adecuado.
Cuando todo parecía indicar que el 0-0 era una fija, Lucas Bossio rescató un rebote y sorprendió a Lencina. Pero como ocurrió en los últimos tiempos, el local fue incapaz de saber cerrar el partido y le permitió a Romero enmudecer a La Ciudadela con un certero cabezazo cuando la visita ya jugaba con 10 hombres por la expulsión de Mario Vera. Nuevamente, San Martín pagó un caro precio a su juego inexpresivo y van....
Fue tan pálido el rendimiento que tuvieron los “santos” que la mayoría de los hinchas, con cara de resignación, quiso olvidarse rápidamente de esta nueva frustración, a pesar de que algunos de ellos se quedaron a hacer conocer su disgusto por el paupérrimo rendimiento del equipo.
San Martín volvió a mostrar una alarmante incapacidad para convertirse en protagonista en la mítica Ciudadela. Quienes estuvieron anoche en el estadio, lamentaron porque el equipo, ante un modesto adversario, reiteró las viejas falencias que ya se hicieron habituales en este campeonato.
Una vez más quedó demostrado que a los jugadores de San Martín no se le cae una idea a la hora de elaborar juego. Ante un rival que trató de abroquelarse en defensa y buscó explotar la capacidad de David Romero en el ataque, el local se repitió una y otra vez en pelotazos para la velocidad de Gonzalo Rodríguez y de Lucas Chacana. Un argumento escaso para un equipo que quiere ser protagonista. Para resumir lo que fue San Martín en el primer tiempo, tenemos que mencionar que las dos llegadas claras que tuvo en ese lapso fueron a través de cabezazo de Rodríguez y Castellano.
En el complemento, con el ingreso de Soraire, San Martín pareció estar más ágil a la hora de transportar la pelota, pero este careció de un socio para adecuado.
Cuando todo parecía indicar que el 0-0 era una fija, Lucas Bossio rescató un rebote y sorprendió a Lencina. Pero como ocurrió en los últimos tiempos, el local fue incapaz de saber cerrar el partido y le permitió a Romero enmudecer a La Ciudadela con un certero cabezazo cuando la visita ya jugaba con 10 hombres por la expulsión de Mario Vera. Nuevamente, San Martín pagó un caro precio a su juego inexpresivo y van....
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