Llevan a juicio oral a los dueños del prostíbulo de Marco Avellaneda 666

Llevan a juicio oral a los dueños del prostíbulo de Marco Avellaneda 666

Siete personas fueron acusadas por Bejas.

06 Mayo 2015
El juez Federal N° 1 de Tucumán Raúl Daniel Bejas, dispuso la elevación a juicio de siete personas, acusadas de integrar una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual. Se trata de la banda que supuestamente lideraba Mercedes del Carmen Medina, ex propietaria de los prostíbulos “California” (ubicado en Marco Avellaneda 666) y “Night Club” (en el pasaje Sargento Gómez, frente a la vieja terminal de ómnibus).

La organización “habría captado, a través del engaño, a jóvenes en situación de vulnerabilidad para trasladarlas y luego explotarlas sexualmente”, según el comunicado del Ministerio Público Fiscal.

Un informe reservado del Centro de Reunión de Información de Gendarmería Nacional, identificado con el número TB 3-0001/33, da cuenta del modus operandi que utilizaba Medina para el reclutamiento de mujeres para la explotación sexual. El teléfono de la proxeneta estaba en el circuito prostibulario, y las comunicaciones eran constantes desde distintos puntos del país, de acuerdo al documento que elaboró la fuerza nacional.

Medina y su pareja, Ernesto Robles, serían los principales regenteadores de esta banda, integrada principalmente por miembros de su familia. El rol que cada uno ocupaba en la organización quedó descripto en los informes reservados de Gendarmería Nacional:

- Aníbal Iván Frías, sobrino de Medina, sería el encargado de amenazar y golpear a las mujeres que querían dejar el negocio o que no cumplían las reglas.

- Juan Rafael Sarmiento, un docente que habría llevado la contabilidad de los ingresos que generaban las mujeres que trabajaban en el California.

- María Rosa Juárez, supuesta encargada del prostíbulo ubicado frente a la vieja terminal de Ómnibus. Algunas víctimas la describieron como la mano derecha de Medina.

- Susana Antonia Figueroa, quien se hacía llamar “Karina” y habría llevado el control del trabajo que hacían las mujeres que trabajaban en el prostíbulo de la vieja terminal. También reclutaba a mujeres a través de los contactos con otras prostitutas, o recorriendo la zona del parque 9 de Julio.

- Eduardo Loto, sobrino de Medina y pareja de “Karina”. Habría quedado a cargo de los controles de los negocios cuando Medina y Robles viajaban.

Una cuestión de género

“La violencia contra la mujer entre sus múltiples manifestaciones, encuentra especialmente desde la faz prostibularia, y las causas que llevan a esa situación, una relación directa con el delito de trata de personas, máxime si meritúa el estado de vulnerabilidad en que generalmente se encuentran inmersas por diversas circunstancias, las víctimas de estos delitos”, describió Bejas en la elevación a juicio.

El juez Federal hizo hincapié en la perspectiva de género que debe tenerse en cuenta al valorar este tipo de delitos. “Debemos entender que la ‘violencia contra la mujer’, en todas sus manifestaciones, más aún frente a la explotación sexual (prostitución), ya dejó de ser un problema íntimo y oculto, para convertirse en un problema del Estado”, consideró el magistrado.

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