Asado en familia

Asado en familia

El plantel de Sportivo, que hoy puede ascender, muestra su intimidad

¡SALUD! Los jugadores brindan después del asado del jueves pasado, el último previo al gran choque de hoy con Deportivo Luján que puede darles un ascenso. LA GACETA / FOTO DE diego aráoz ¡SALUD! Los jugadores brindan después del asado del jueves pasado, el último previo al gran choque de hoy con Deportivo Luján que puede darles un ascenso. LA GACETA / FOTO DE diego aráoz
02 Mayo 2015
Pasó tanto tiempo desde la última vez, unos eternos 48 años, que quizás solo los más sabios y añejos hinchas de Sportivo Guzmán, además de sus historiadores, claro, recuerdan la última final que el “juliano” disputó de un torneo organizado por la AFA. Dicen, el éxito lo cura todo, y hoy puede ser un gran día. El día en que aquella trunca definición ante Central Córdoba de Santiago del Estero en 1967 por penales, desaparezca. Desde las 15, los dirigidos por Víctor Concha deberán superar los últimos 90 minutos que los separan de la gloria ante un Deportivo Luján de Jujuy que depende casi de un milagro para sacarle el ascenso al Federal B al “juliano”.

Y se habla de un “casi todo cocinado” porque Sportivo ganó en la ida 2-0 y ahora tiene todo a su favor para lograr su gran objetivo. No solo eso. Al duelo inicial, los de Villa 9 de Julio lo jugaron sin varios de sus hombres clave. En cambio hoy la “vieja guardia” del estará completa, con los regresos de Nahuel Scimé, Sebastián Luna y Diego Velardez.

Si bien mantener la ansiedad en una fase como esta es una misión dura de llevar, en la concentración de Sportivo dicen estar de Primera. Y mucho tiene que ver la unión de un grupo que sabe como apoyarse cuando la ocasión lo amerita. Estos jugadores no son solo compañeros, también son amigos que mantienen rituales imposible que romper, como la cena de los jueves en el club, por ejemplo. “Desde 2011 que la implementamos y nunca más la dejamos de lado”, habla sobre el convite Ramón Lizárraga, uno de los más veteranos del club, que a su vez hace las veces de fotógrafo del resto de sus compinches. Encabeza la carta del menú el asado, aunque a veces puede ser día de pizza o de pastas. Otro de los momentos que comparten los futbolistas es la merienda. Después del entrenamiento, Miriam los sorprende.

“Somos como una verdadera familia y eso también lo demostramos en la cancha y fuera de ella”, agrega “Ubira”, que cuenta cómo es la onda de las cenas. “Walter Perea, Marcelo Krupoviesa y yo somos los encargados de juntar el dinero. El capo de la cocina es mi primo hermano Gabriel Luna, un gran chef. Franco Barrera se encarga de las ensaladas y Santiago Condorí y Sebastián Luna, que son compadres, de las compras que incluyen hasta postre (helado o alfajores)”. Mientras habla, a Lizárraga no se lo nota tensionado por lo que viene. “Nuestro sueño es terminar esta etapa final invictos, con el ascenso adentro y festejarlo con toda la gente que nos estuvo acompañando”. Es el turno de charlar con uno de los nuevos, con Barrera, quien también se siente como en casa y en familia. “Lo demostramos en cada llave que disputamos. Todas fueron complicadas, pero logramos seguir adelante. Ahora estamos a un paso de ascender. Tendremos que ser solidarios dejando todo en cada pelota y siempre con la misma ilusión”, dice.

Condorí aporta lo suyo, como “abuelo” que es de los asados. “Hablamos de las cosas que se vienen, de lo que pasó, de cómo se puede dar esta final. La pasamos genial porque somos amigos”, asegura Condorí, que sueña como el resto del grupo con bailar al compás del ascenso y hacer historia.

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