Milán, un campo de batalla en el inicio de la exposición universal

Milán, un campo de batalla en el inicio de la exposición universal

Grupos antiglobalización y críticos de los planes de austeridad se enfrentaron a la policía La Expo-Milán, de la que participan más de 140 países, se extenderá por seis meses. Un traspié para el Gobierno italiano

CENTRO DE MILÁN. Un automóvil arde, mientras los manifestantes lanzan piedras contra la Policía, tras el acto de inauguración de la Expo 2015. reuters CENTRO DE MILÁN. Un automóvil arde, mientras los manifestantes lanzan piedras contra la Policía, tras el acto de inauguración de la Expo 2015. reuters
02 Mayo 2015
MILÁN.- La apertura de la Expo de Milán 2015 fue opacada por enfrentamientos entre manifestantes y policías, en un revés para el Gobierno que esperaba que la famosa feria ayudara a mejorar la imagen de Italia luego de años de declive económico. Densas nubes de humo de autos en llamas llenaron partes del centro de la ciudad mientras grupos de personas opuestas a la exposición, con sus rostros cubiertos, lanzaron piedras contra policías antimotines que les respondieron con gases lacrimógenos. La protesta fue convocada bajo el lema “Expo: deuda, cemento y precariedad”; hubo al menos una decena de detenidos.

La confrontación tuvo lugar horas después de la ceremonia de apertura, en la que el primer ministro Matteo Renzi dio inicio de la exhibición de cultura y tecnología de seis meses de duración que en esta edición está enfocada en el tema de la producción sustentable de alimentos. 2.600 policías fueron desplegados por el Gobierno para contrarrestar la amenaza de violencia antes del acto, con el que Renzi contaba para reforzar señales frágiles de recuperación económica tras años de estancamiento y recesión.

“Hoy es como si Italia estuviera abrazando al mundo”, dijo en la ceremonia de apertura. “Todos los expertos que decían ‘nunca lo haremos’, esta es la respuesta para ustedes. Me gusta pensar que el mañana comienza hoy”, agregó. Pero el elegante centro de Milán se transformó en un campo de batalla, con sirenas y explosiones periódicas de bombas cegadoras y de ruido sonando junto a los gritos de los manifestantes. La policía detuvo a decenas de manifestantes, que rompieron vidrios, incendiaron autos, dañaron la infraestructura pública y ensuciaron las fachadas de edificios y vitrinas.

Con 10 millones de boletos ya vendidos, las autoridades esperan la asistencia de unas 20 millones de personas, la mitad de ellos extranjeros, y estiman ingresos por más de 10.000 millones de euros (U$S 10.750 millones). La mega muestra ya había sido opacada por una investigación de corrupción por la que varios altos funcionarios fueron arrestados, además de excesos de costos y aplazamientos de construcción que implicaron que grandes partes del complejo no estuvieran listas para el día de apertura. La feria, que sigue a la Expo 2010 de Shanghái, movilizó a manifestantes de izquierda, desde activistas antiglobalización y ambientalistas hasta estudiantes y grupos opositores a las políticas de austeridad que se imponen en varios países. Más de 140 países participan de la Expo. China, con cada vez más presencia en Italia tras una serie de compras de empresas, está bien representada. (Reuters-DPA)

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