El INTA Famaillá desarrolló e inscribió cuatro nuevas variedades de caña de azúcar

El INTA Famaillá desarrolló e inscribió cuatro nuevas variedades de caña de azúcar

El ingeniero Sopena dijo que los materiales genéticos son una opción de recambio de las actuales plantaciones

RESULTADO. Disminuir la tendencia al vuelco es uno de los objetivos buscados con las nuevas variedades. la gaceta RESULTADO. Disminuir la tendencia al vuelco es uno de los objetivos buscados con las nuevas variedades. la gaceta
02 Mayo 2015
El equipo de mejoramiento genético del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Famaillá inscribió cuatro variedades de caña de azúcar en el Registro Público de Cultivares a principios de abril, después de un largo trabajo para obtenerlas.

“L 91-281 e INTA NA 89-686, dos cultivares desarrollados en campañas pasadas, se presentan como opciones de recambio de las actuales variedades cultivadas o con capacidad para complementarlas en ambientes específicos donde expresan su mejor potencial. Las otras son INTA NA 91-209 e INTA CP 98-828, que también intentan contribuir a la diversificación de la oferta varietal en Tucumán y en el NOA”, explicó Roberto Sopena, jefe del Grupo Caña de Azúcar.

Para evaluar el potencial uso de las nuevas variedades que ofrece el INTA, se pueden considerar las principales características de estos materiales genéticos:

L 91-281: Porte semi erecto y abundante de follaje verde claro. Tallos delgados de color morado intenso, recubiertos por vaina adherida, morada y altura de despuntado uniforme. Se destaca por su comportamiento productivo en suelos sueltos, de textura arenosa y bajo contenido de materia orgánica. De maduración intermedia.

INTA (NA) 89-686: Porte semi erecto y follaje verde intenso. Tallos de peso mediano, color verde pálido, serosidad regular, recubiertos por vainas de aurículas bien visibles. Se adapta bien a suelos húmedos, inclusive pesados, con retención temporaria de agua en algún momento del ciclo de crecimiento. Es de maduración intermedia. Nivel sacarino creciente, desde la segunda quincena de julio, hasta lograr el máximo valor en agosto-septiembre en Tucumán.

INTA (NA) 91-209: Porte semi erecto y de gran altura. Tallo de diámetro delgado-medio, color verde, con vaina poco adherida y despunte corto y uniforme. Rápida emergencia y gran vigor inicial de crecimiento, lo que genera buena competencia con las malezas. Se adapta a buenos suelos y bien drenados. Sin embargo, se recomienda en suelos con poca materia orgánica, ya que la variedad presenta tendencia al vuelco por su gran desarrollo. De maduración intermedia. Buena acumulación de azúcar hacia la primera quincena de julio.

INTA (CP) 98-828: Porte erecto, de mediana altura. Tallo delgado de color amarillento, con despunte verde claro y vaina fuertemente adherida al tallo. Presenta un tiempo intermedio en cuanto a emergencia de los brotes. Necesita suelos con buena temperatura para un mejor establecimiento. De maduración temprana. Buena acumulación de azúcar de mayo hasta septiembre.

Arturo Felipe, técnico de mejoramiento genético en caña de la EEA Famaillá, resaltó que la oferta de las variedades inscriptas intenta cubrir algunos vacíos en varios aspectos. “La variedad L 91-281 ofrece adaptación a suelos sueltos y estabilidad en la producción en ambientes desfavorables, con buena tolerancia a ‘roya marrón’, una de las enfermedades de mayor importancia en el área cañera de la provincia en las últimas cinco campañas”, apuntó el especialista.

En cuanto al caso de INTA (NA) 89-686, Felipe explicó que “es una alternativa para ser cultivada en suelos pesados y con posibilidades de anegamiento, además de ofrecer una buena acumulación de azúcares hacia la segunda mitad de la zafra y muy buenos niveles de resistencia a ‘roya marrón’.

Respecto de INTA (NA) 91-209, el técnico señaló que “se presenta como una opción de reemplazo o complemento de otras variedades cultivadas, especialmente en ambientes con restricciones hídricas y de fertilidad de suelos”.

La otra variedad inscripta, INTA (CP) 98-828, “tiene muy buena precocidad madurativa, con buenos niveles de resistencia a roya marrón y con posibilidad de recambio o complemento de otras variedades sensibles a esta enfermedad como LCP 85-384”, afirmó Felipe.

El director del INTA Famaillá, Mariano Garmendia, sostuvo que “las líneas de mejoramiento genético, tanto en nuestra institución como en otros ámbitos científicos, son una tarea continua, ya que permanentemente se presentan nuevos problemas y desafíos a superar en cualquier rubro productivo”.

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