Las minorías sociales son el foco de trabajo de Serli

Las minorías sociales son el foco de trabajo de Serli

La actriz y directora nacida en la provincia desarrolla su carrera en Italia. La reivindicación del teatro político y la banalización de las ideas

LA ORDINARIA. Una de las caracterizaciones de Marcela Serli. foto gentileza de marcela serli LA ORDINARIA. Una de las caracterizaciones de Marcela Serli. foto gentileza de marcela serli
28 Abril 2015
“Un teatro sin discurso político entendido como toma de responsabilidad, no es teatro. Hay que comprometerse con el hoy y tenerlo siempre presente, responder a la función social del arte y a su valor ritual”, sentenció la tucumana Marcela Serli en diálogo con LA GACETA. Hace más de tres décadas, apenas terminó la secundaria en la Escuela Sarmiento, dejó la provincia y partió rumbo a Italia, aconsejada en parte por su profesor de entonces, Carlos Alsina, con quien se reencontró recientemente.

La actriz y directora triunfa actualmente en los escenarios de su país adoptivo, donde elaboró su tesis doctoral en Arte Dramático en la Universidad de Trieste, sobre el teatro en la dictadura militar argentina como un espacio de lucha por la libertad.

Al frente de su compañía Atopos desde hace cinco años, está abocada a trabajar en propuestas escénicas relacionadas con la identidad de distintas minorías sociales, como los transexuales, las prostitutas, los detenidos, los exiliados o los enfermos psiquiátricos en puestas que los incluyó personalmente en roles actorales. Este trabajo le hizo merecer el prestigioso premio nacional Dante Cappelletti, entre otros reconocimientos.

“Me ocupo de un teatro social de grupos que están en los límites y que deben luchar, día a día, para poder vivir. Inspirados en ellos elaboré la trilogía ‘Variables humanas’, con la que abordo la cuestión de la identidad de género y la autodefinición y autoaceptación. El próximo espectáculo será sobre el futuro del hombre heterosexual en un mundo en el que está disminuyendo esa identificación”, adelantó en una visita a LA GACETA, de paso por Tucumán.

Si bien nunca trabajó en la Argentina, en su reciente viaje al país (y su paso por Tucumán) comenzó a estructurar un proyecto para estrenar una obra en el país y luego llevarla a Italia en gira.

Serli señaló que en Europa “se encuentra teatro político pero es más difícil que antes, porque las producciones comerciales comieron la cabeza de todos”. Agregó que en el viejo continente están apareciendo “nuevas derechas, que mantienen a la mujer en una minoría social cultural pese a que sea mayoría en número”.

“Hay una gran banalización de las ideas políticas; todo es igual, derecha o izquierda es lo mismo en cuanto a estructuras partidarias. Puede haber grandes propuestas y muchas ganas, pero hay momias a cargo. Y en lo referido a las opiniones en la calle, se nota una fuerte tendencia a posiciones extremas, pero sin compromiso real. Hay una enorme hipocresía: se habla pero no se hace”, describió. Si bien aclaró que no conoce en detalle la situación en la Argentina, “acá estoy viendo cosas similares, con gente que vive sólo el presente porque no sabe lo que le depara el futuro y no quiere mirar a un pasado doloroso”, dijo.

La artista señaló que hay una complejización de la sociedad que ha derivado en que hasta los espectáculos que ofrece el teatrista y premio Nobel de Literatura, Darío Fo (referente de numerosas generaciones por sus posiciones políticas), “parecen naif”.

“En la Argentina hay cosas más fuertes que en Italia, y no existe el déficit en dirección de actores que se ve allá, donde todo está más orientado a la puesta en escena espectacular. Yo hago todo lo que puedo, porque sigo creyendo que los teatristas podemos cambiar el mundo, podemos mejorarlo”, concluyó.

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