Dejar de tomar el arte tan en serio

Dejar de tomar el arte tan en serio

150 años de arte moderno contados de manera sencilla

CRITERIOS. Hay quienes definen a Will Gompertz, director de arte de la BBC, como provocador, irreverente, irónico y políticamente incorrecto.  noticias.lainformacion.com CRITERIOS. Hay quienes definen a Will Gompertz, director de arte de la BBC, como provocador, irreverente, irónico y políticamente incorrecto. noticias.lainformacion.com
14 Diciembre 2014

Ensayo

¿QUÉ ESTÁS MIRANDO?

WILL GOMPERTZ

(Taurus – Buenos Aires) 

Contar la historia de 150 años de arte moderno de manera sencilla es el verdadero desafío y la virtud de este libro escrito por el periodista y director de arte Will Gompertz. Se trata de un libro pensado para todos los que nos quedamos atónitos ante ciertas obras, y para aquellos que se preguntan de manera inmediata: ¿qué nos habrá querido decir? Un libro que nos cuenta la historia del arte moderno, pero no como una clase académica pródiga en citas y en pie de página. Nada de eso. Un libro de divulgación, a veces narrado como si fuese una novela con diálogos ficticios que contribuyen a la verosimilitud de lo que se está contando. No importa si el anecdotario ocurrió, lo que verdaderamente interesa es que esas situaciones apócrifas agilizan el relato y contribuyen a que nos formemos una idea del artista –a veces presentado como un personaje- y de la naturaleza del movimiento.

El inicio para todo escritor constituye un desafío. La primera frase, el primer hecho a narrar ocurre en 1917 con la declaración de guerra de Estados Unidos a Alemania. En ese momento, un artista, Marcel Duchamp, adquiere un mingitorio. Lo lleva a su casa, invierte su posición, lo firma, y le da el nombra de “Fuente”, y nace el readymade. Es él quien pone el sello al copete de esta nota “Dejad de tomar el arte tan en serio”, y el que dibuja una perilla y unos hermosos bigotes en el rostro enigmático de la Mona Lisa. Y Will Gompertz, fiel a esta intención más didáctica que pretenciosa, más amena que ceñuda, cuenta, a lo largo de 400 páginas, los distintos movimientos estéticos de estos últimos tres siglos. Y lo hace con simpleza y elegancia. Aquello que de lejos parece arduo y espinoso se torna una lectura apasionante hasta llegar al final con el posmodernismo.

Sin pagar boleto

Un mapa que reproduce el metro de Londres antecede el inicio del libro. Las estaciones tienen los nombres de los artistas (Pablo Picasso, Geroges Braque, Marinetti, etc) y las troncales el nombre de los movimientos. De esta manera puedo viajar desde el cubismo hasta el pop art para pasar por el futurismo y el constructivismo. Todo sin pagar boleto, solo con bajar la vista y acompañar con la mirada el paso del arte y del tiempo.

La verdadera erudición hace sencillo lo difícil. Alejados de la simplicidad están los curadores y aquellos que rodean los ambientes de los museos, incluso los propios pintores cuando tienen delante un micrófono. La libertad del artista está en el acto de pintar, de esculpir o de escribir, lejos de la necesidad de explicar o de la obsesión de los curadores por abrumar de frases crípticas que expulsan a los visitantes de una galería o de un museo.

© LA GACETA

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Marcos Rosenzvaig

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