Para 2015 sobra soja pero faltan dólares y energía

Para 2015 sobra soja pero faltan dólares y energía

BUENOS AIRES.- Aún cuando el canje de bonos resultara satisfactorio -se espera un trueque por U$S 1.500 millones de BODEN 2015-, los vencimientos de la deuda para el próximo año orillarían los U$S 20.000 millones. Pero este no es el total de obligaciones que tiene por cancelar la administración Kirchner antes de entregar la llave de la Casa Rosada.

A este total, hay que sumarle los aportes del país a los organismos financieros internacionales más las compras de energía, todo eso en un contexto de caída de precios internacionales de los commodities.

Las estimaciones más conservadoras hablan que el año próximo, la Argentina necesitará unos U$S 35.000 millones para afrontar su pasivo externo.

La apuesta central del gobierno apunta a mejorar los términos de intercambio para contar con más divisas frente a la escasez actual. Las reservas brutas actuales alcanzan apenas para atender menos de cuatro meses de importaciones cuando lo normal en cualquier país en vías de desarrollo, esa relación superen los dos años.

Si se toman en cuenta las reservas netas, la relación apenas llega a dos meses, similar a los momentos de las mayores crisis históricas.

Con este perfil de vencimientos y obligaciones, la actividad económica tenderá a paralizarse aun más dados el cepo cambiario y las restricciones sobre las importaciones, lo que convertirá la situación social en un verdadero polvorín cuando se deban discutir las nuevas paritarias.

Esto pone de relieve que la estrategia para frenar la suba del dólar paralelo no hizo más que intensificar la recesión, mantener la inflación alta y la ficción riqueza con más billetes en el bolsillo.

A medida que la crisis se profundice, el gobierno quedará con menos instrumentos para enfrentarla.

La suerte del oficialismo estará emparentada con el clima social que impere en el momento electoral. Si el Palacio de Hacienda se decide a salir de la recesión, para evitar una catástrofe en las urnas deberá tomar decisiones que tendrán inevitablemente un costo elevado.

Para poner en marcha la actividad, el ministro de Economía, Axel Kicillof, deberá resolver los siguientes puntos:

• Poner fin al corsé sobre las importaciones.

• Eliminar el cepo cambiario para promover el ingreso de dólares.

• Congelar el gasto público nominal, para disminuir la expansión monetaria y la inflación.

De esta manera, se podrá poner en marcha la actividad económica y evitar situaciones traumáticas.

Si el gobierno no toma medidas rápidas, la tensión irá en ascenso y si el gobierno insiste la receta aplicada a comienzos de año -devaluar y subir tasas de interés-, lo único que logrará, será agregar combustible al fuego inflacionario. Lo peor que puede hacer el gobierno es continuar en el actual status quo, sin atacar el problema en sus causas.

La caída en el precio del petróleo provocó dos sensaciones diferentes en la conducción económica. Por un lado, alivio porque habrá que usar menos dólares para importar energía. Se calcula que se ahorrarían unos U$S 2.500 millones. Pero por otro lado, desazón porque se afectará la caja de YPF y el proyecto Vaca Muerta se convertirá en una quimera, habida cuenta de los elevados costos de producción que tiene la extracción de recursos no convencionales. En otros términos, nadie va a invertir en Vaca Muerta con costos marginales altísimos cuando se puede invertir en Asia Central o en el Norte de África con costos de explotación bajos.

Sin embargo, la preocupación de Kicillof pasa por los menores ingresos que se tendrán por la venta de soja. El equipo económico estima que ingresarán unos U$S 6.000 millones menos que durante 2014. De allí que el gobierno tiene todos los cañones apuntados en hacer desaparecer el mercado paralelo del dólar.

Aunque desaparecieran las operaciones, los precios de referencia se guiarán por la relación M1/Reservas que en estos momentos arroja unos $ 15. Pero en realidad, lo que vale para Wall Street y para muchos operadores locales es la relación M2/Reservas y eso da hoy $ 20.

Este precio es el que se toma como referencia para la compra-venta de dólares en Montevideo, y este va a ser el termómetro, en especial, cuando se venga el aumento de gastos de fin de año, con el pago del aguinaldo incluido.

Kicillof y el secretario general de la Presidencia, Carlos Zannini, están armando un DNU con una ampliación de gastos monumental que apunta a tapar huecos, con tal de llegar a las fiestas sin sobresaltos.

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